Reseña: Donde todo brilla

Hacer una locura de cumpleaños después de soplar las velas juntos. Imaginar toda clase de conjuros desde lo alto de la casa del árbol. Echar dinero en “el bote de la aventura”. Bailar en un concierto de los Arctic Monkeys. Estrenar un jersey nuevo cada Navidad. Tomar un helado de cereza o de pistacho en Brends. Asistir al Festival de la langosta. Aprender con “La bruja Agatha”. Encontrar su lugar en el mundo… Y descubrir el brillo de las cosas intangibles. 

Crecer es entender que la vida se enreda aún por mucho que intentes evitarlo… Y eso fue lo que Nicki Aldrich y River Jackson tuvieron que aprender. Ellos, que habían nacido el mismo día con cuarenta y siete minutos de diferencia... Ella, que siempre se dejaría arrastrar por las locuras de él. Y él, que caería constantemente rendido a cada una de las fantasías de ella. 

Hace apenas unas horas que he acabado, “Donde todo brilla”, de Alice Kellen y lo que he estado haciendo hasta ahora, ha sido mirar el libro. No lo he soltado en ningún momento… Solo lo he estado mirando. Luego, he conseguido levantarme, encender el ordenador y ponerme a escribir estas palabras… También he decidido que en cuanto acabe esta reseña voy a volver a coger el libro. Posiblemente me quede otro rato mirándolo. Pero después, voy a empezarlo desde el principio, porque ahora mismo, es lo único que necesito para que la herida que me ha dejado esta autora se cierre, cicatrice y sane. Aunque estoy segura de que esta cicatriz se va a quedar visible para siempre porque si hay algo que me ha dejado este libro es una huella imborrable en el corazón.

Dejar atrás la niñez al lado de otra persona y seguir conociéndola conforme todo va cambiando; el mundo, ellos, la vida… Alice Kellen ha llenado esta novela de toda clase de emociones. No os voy a decir cuántos pañuelos he gastado durante la lectura, pero sí, os diré que he vivido esta historia con el corazón encogido desde el principio y con un nudo en el pecho hasta el final. He sonreído mucho. He llorado más. Se me ha erizado la piel. Y hasta ha habido momentos en los que me ha costado respirar… A veces me preguntan por qué leo tanto, por qué entre tantas actividades, yo prefiero esconderme en la cama y coger un libro. Supongo que hay tantas respuestas como libros tengo en mi estantería... Pero cuando llega un libro como este que me entiende, que me hace reflexionar, que me hace tomarme un instante de pausa para apreciar los pequeños detalles… Supongo que la respuesta es que leo porque me hace sentir más viva que nunca.

Lo que olvidamos. Lo que rompimos. Lo que somos. Así ha dividido Alice Kellen esta historia y para mí, ha sido todo un acierto. De hecho, el cómo está estructurado este libro, ha hecho que no pudiese dejar de leer en ningún momento, que no pudiese dejar de pensar en todos esos habitantes de Cape Town que se han convertido en un refugio para mí en estas casi seiscientas páginas… Y no, no puedo deciros quienes han sido mis personajes favoritos porque todos tienen un papel fundamental dentro de esta novela. Todos tienen una voz única y de todos he aprendido algo importante. 

No es fácil querer a alguien por quién es de verdad, porque para eso hay que conocer sus defectos y sus vacíos. Nicki y River nos regalan en estas páginas una historia de amistad y de amor… De esas que desafían al paso del tiempo y a la distancia. De esas que nos hablan del lugar y del momento adecuado. De esas que se llenan de dudas, miedos y secretos. De esas que se te graban a fuego lento bajo la piel.

“Donde todo brilla” es la historia de dos niños que van creciendo juntos mientras atraviesan etapas de cambios y descubrimientos. Dos adolescentes que empiezan a experimentar y a tomar sus propias decisiones. Dos adultos que descubren que la vida puede ser bonita, pero también impredecible, efímera y frágil… Dos personas que siempre han buscado encajar, encontrar su lugar en el mundo... Dos personas que siempre han anhelado la libertad. Por eso, este libro no necesita de trucos, ni de fuegos artificiales… Por eso, esta historia se vuelve real ante nuestros ojos porque todos vivimos con ese miedo constante a los cambios, al futuro… Porque todos hemos tomado decisiones erróneas alguna vez. Porque todos tenemos un recuerdo de la infancia al que nos gustaría regresar… 

No os voy a engañar, esta novela ha marcado un antes y un después en mi vida. Y creo que si este libro es tan importante es porque Alice Kellen nos ha regalado una historia que consigue hacernos soñar incluso cuando hemos cerrado el libro. No creo que jamás pueda despedirme de Nicki y de River porque es demasiado sencillo dejarse llevar e imaginar lo que estarán haciendo ahora o cómo serán sus próximas Navidades… 

Este libro nos habla sobre la existencia de unas gafas especiales para ver el brillo de las cosas intangibles… Sin embargo, es fácil ver brillar a Alice Kellen, ver cómo en cada libro consigue dejarnos un pedacito de ella que por supuesto, brilla de esa forma tan bonita que solo consigue la luna cuando se refleja en el mar o como lo hace un faro en mitad de la noche, consiguiendo así, que cada marinero encuentre por fin su hogar… Pero no os equivoqueis, si los libros de Alice Kellen brillan tanto es porque ella es la luz, la luz que consigue que todo a su alrededor brille.

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Reseña: Una despedida, siete relatos y un viaje

Cuatro motivos por los que vivir y un amor que siempre pensó que no merecía.

“Una despedida, siete relatos y un viaje”, así es como se titula la precuela de “Sin mar” y como no podría ser de otro modo, esta historia la protagoniza Javier, el padre de los cuatrillizos. Este personaje ha sido esencial para el desarrollo de todos los libros de la serie y conocer más de cerca todas las etapas que pasó para criar a sus cuatro hijos tras la pérdida de su mujer, para mí, ha sido todo un regalo.

En este libro veremos cómo Javier consiguió llenar las vidas de sus hijos de recuerdos inolvidables y cómo a pesar de todo, logró darles el hogar que siempre quiso para ellos. Esme, Jullieta, Alex y Amelia, crecerán e iremos viendo cómo el paso del tiempo irá forjando sus personalidades. Momentos que nos harán sonreír, suspirar y vivir como si esta también fuera nuestra propia historia. 

Si tuviera que definir estas páginas, lo haría con la palabra, “nostalgia” ya que este ha sido el sentimiento que he ido desarrollando a lo largo de la novela. Bien es cierto que este es un libro que se puede leer en cualquier momento de la serie, pero yo decidí dejarlo para el final y creo que por esto mismo, este libro me ha hecho sentir tanto, aunque seamos realistas, a estas alturas, todo lo que tenga que ver con la familia León va a conseguir despertarme siempre toda clase de emociones.

Aquel joven con un montón de sueños primero y un montón de miedos después nos enseñará a amar en todos los sentidos y es que Javier acabará convirtiéndose en un pilar extraordinariamente fuerte con el que poder contar siempre aunque por dentro se sienta un poco frágil... Pero he de decir, que una de las cosas que más me ha gustado de estas páginas es sentir ese vínculo que existe entre todos los vecinos de la urbanización de “Sin mar”, como si al final todos fueran una gran familia.  

Y bueno, a través de estos relatos también seremos testigos de esos primeros años en los que el recuerdo de su mujer lo abarcaba absolutamente todo, pero tiempo después, también veremos como nuestro protagonista aprende a vivir con ello, aprende a sanar… Porque si algo nos enseña el patriarca de los León es que una persona no debería de sentirse nunca culpable por estar vivo. 

La última parte, va relacionada con ese viaje que Javier hace antes de “A la de tres: ¡Te quiero!”, un crucero que le llevará hasta Sara, una aventura que les hará firmar una historia de amor con sus besos a modo de pluma y con sus cuerpos entrelazados a modo de contrato.

Así es “Una despedida, siete relatos y un viaje”, un libro que no es una novela corta, pero tampoco un relato largo como bien dice Cherry Chic… Sin embargo, para mí, estas páginas han conseguido llenarme de toda clase de emociones y solo por eso, creo que este libro merece la pena.

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Reseña: Y ahora supera mi beso

Lo correcto es decir que en la vida a veces se gana y otras se aprende y si alguien sabe de esto, es nuestra protagonista, Amara. Ella no lo ha tenido fácil, sin embargo, nunca ha dejado de luchar por lo que quiere. Por eso, ha llegado la hora de hacer las maletas, coger un avión y dejarlo todo atrás... Es hora de comenzar de nuevo. Es hora de ser feliz.

“Y ahora supera mi beso” es la nueva novela de Megan Maxwell y en ella, descubriremos cómo han cambiado las vidas de todos los personajes que conocimos en, “¿Y si lo probamos…?”. Y de verdad, os prometo que no sabía que los echaba tanto de menos hasta que me he ido reencontrando con cada uno de ellos… Naím, Verónica, El Comando Chuminero y todos los Acosta que desde luego, siempre son sinónimo de familia y hogar. Y así es justo como me he sentido mientras leía este libro… En casa.

Una casa con vistas al mar y un nuevo trabajo es lo que le espera en Tenerife a nuestra Amara. Y es que necesitada de alejarse de todas las personas que le han hecho daño, no duda en decir sí, cuando una de sus mejores amigas le propone trabajar de niñera para su cuñado…. Y de pronto, allí está ella, con un niño en brazos a las órdenes de un jefe que insiste en llamarla por su apellido y no por su nombre. Un hombre que tiene demasiadas reglas y muchas mujeres a su alrededor y que siempre, siempre viste de traje… Así es Liam Acosta o como le encanta llamarlo a Amara, el Ser Supremo.

La culpa de que no haya podido parar de leer este libro ha sido de ellos. Amara y Liam. Liam y Amara. Aunque el pequeño Jan junto a los tres perros que merodean por el jardín Tigre, Pepa y Pepe, también han tenido mucho que ver. Y es que no he podido dejar de pensar en ellos en ningún momento. Es más, creo que lo que mejor ha podido hacer la autora con esta pareja ha sido darles el tiempo que necesitaban para conocerse, para enamorarse y ha sido precioso ver como su relación profesional se convertía en pura atracción para luego llenarse de toda clase de sentimientos. Además, si algo me ha gustado y mucho es que es una relación que nace desde el auténtico respeto porque al final estamos ante una historia llena de valores.

Creo que hacía tiempo que no disfrutaba tanto un libro de la autora y es que esta vez nos ha regalado una comedia romántica insuperable de esas que lees sin ninguna pretensión, de esas con las que ríes, lloras y luego te cuesta despedirte. De esas que están llenas de besos robados y de momentos de película que a todos nos gustaría vivir… Aunque ahora mismo, tras leer este libro, donde me gustaría vivir es en Tenerife porque la autora nos habla de algunos sitios que dan verdaderas ganas de hacer las maletas, aunque para qué engañarnos, seguro que nada más llegar me iría como una loca a buscar las Bodegas Verode. 

Por otro lado, un ingrediente esencial en los libros de Megan Maxwell es la música y esta vez, le ha tocado el turno a las canciones de Pablo Alborán, pero prepárate porque te aseguro que esta historia te dejará cantando a todo pulmón la canción de “Can't Take My Eyes Off You”. Venga, todos juntos… ¡I love you, baby! 

En fin… Citando a la autora en este libro, voy a deciros una última “cosita”. Leer a Megan Maxwell es algo que siempre me ha hecho feliz, pero es que esta vez, he sido muy, MUY feliz leyendo la historia de Liam y Amara.  

¡MUCHAS GRACIAS A LA EDITORIAL POR EL EJEMPLAR!

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Reseña: Tú tan refugio y yo tan a la deriva

Marco lleva tiempo viviendo a medias porque no soporta la idea de avanzar y dejar atrás algo que ya no existe. Erin ha vuelto porque necesita cerrar partes del pasado para poder avanzar. Diez años han pasado desde que se vieron por última vez… Y ahora, solo les queda un sin fin de oportunidades y sueños deseando reemplazar todo lo malo y dejar solo el recuerdo de lo que una vez fueron juntos. 

“Tú tan refugio y yo tan a la deriva” es la última entrega de la serie, “Sin mar” y si hay algo que se me da mal en esta vida son las despedidas. Así que no os voy a engañar, no estoy bien... Ahora mismo, solo quiero hacer las maletas y comprarme un billete de ida a la urbanización de Sin Mar. Así que si en unos días no doy señales de vida, ya sabéis donde estoy. Por favor, no buscadme. 

El paso de los años y como han ido cambiado las vidas de los cuatrillizos, ha sido sin duda, mi parte favorita de este libro. Y es que para qué vamos a engañarnos, no hay cosa que me haga más feliz que un libro lleno de niños. Ver el jardín atestado de risas de los hijos de Julieta, Diego, Esme, Nate, Alex, Eli, Amelia, Einar… Me ha dejado con una sonrisa enorme durante toda la novela. Y es que si estos libros son tan especiales, es justo por los lazos familiares que los une a todos. La familia que crean entre todos ellos y de la que te hacen partícipe como si fueras uno más… Por eso, creo que no me hubiese importado leer diez mil páginas más porque a mí ver hasta la lista de la compra de esta gente me pone contenta.

Este libro me ha hecho feliz en muchos aspectos, pero al mismo tiempo, Cherry Chic, ha conseguido desangrarme. Y sí, me voy a poner un poco melodramática, pero es que no os imagináis todo lo que he sufrido con la historia de Marco y Erin. A ellos ya los conocimos en el primer libro; él por ser el sobrino de Diego, ella por ser una de las niñas que Amelia ayudó en la asociación en la que trabaja. 

Un pasado difícil, eso es lo que les tocó vivir a nuestros protagonistas. Vivir en un barrio conflictivo con unas madres que no les querían donde los abusos sexuales y golpes eran su pan de cada día… Sobrevivir no fue sencillo, pero lo consiguieron gracias al amor que sentían el uno por el otro. Mantenerse con vida y huir era el plan. Pero todo cambió cuando Marco encontró a su familia paterna y Erin tuvo que volver a Irlanda tras el fallecimiento de su madre. Y todo esto, la autora te lo va contando de una manera que te desgarra las entrañas, te parte el alma y te deja con todos los sentimientos a flor de piel. Es más, pocos libros consiguen hacer que me quite las gafas y me restriegue la cara para intentar aclararme los ojos, pero ha habido momentos en que las lágrimas lo llenaban absolutamente todo. Y de verdad, os prometo que nunca he sentido tantas ganas de gritar y tanta impotencia leyendo una novela…

Un reencuentro, dos supervivientes y la necesidad de recuperar todo el tiempo perdido. La luz de un faro que a pesar de todo, no ha dejado de brillar. Así definiría yo, “Tú tan refugio y yo tan a la deriva”.

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Reseña: Hasta que el mundo vuelva a creer en la magia

Hola, me llamo Blanca, tengo veintisiete años y creo en la magia. 

Amelia tiene treinta y un años y sigue creyendo que en su jardín viven varios unicornios, unas cuantas hadas y muchos duendes… Ella se ha pasado toda la vida creyendo que la magia existe y crecer no ha hecho que pierda la fe. En lo único que ha perdido toda la esperanza es en el amor y no solo porque su última relación fue un despropósito, sino porque se ha pasado los últimos años odiándose por estar enamorada del exnovio de su hermana… Einar por su parte, se ha pasado la vida entera soñando con encontrar a su media naranja y cuando por fin la encuentra, resulta que está a miles de kilómetros y para colmo, es la hermana de su exnovia… Huir y obviar la realidad es a lo que se han dedicado estos últimos años, pero ahora…

“Hasta que el mundo vuelva a creer en la magia” es el cuarto libro de la serie, “Sin mar”, y lo más bonito que tiene esta historia es que empieza a forjarse desde el principio. Unos detalles en el primer libro, alguna escena en el segundo… Y esas últimas vacaciones familiares que cambiaron sus vidas para siempre. Por eso, viajar al pasado y volver a escenas míticas de esta serie como la yincana o el camping... Para mí ha sido como destapar un regalo la mañana de Navidad. 

Si algo tenía claro cuando empecé este volumen es que este libro iba a ser el más especial de la serie y desde luego que no me equivoqué. Einar y Amelia han sabido diferenciarse siempre del resto de personajes por tener unas personalidades diferentes a los demás. Sobre todo, Amelia, que de los cuatrillizos siempre ha sido como la hermana buena, a la que hay que proteger, a la que le afecta todo demasiado porque es más sensible… Por eso, escuchar su historia ha sido tan importante para mí, porque por primera vez, ella es la que tiene la voz cantante y ha sido precioso oír todo lo que nos tenía que decir. En cuanto al Vikingo Molón llevo enamora de él desde el primer libro, así que poco más puedo deciros…  

Sinceramente, no se como lo ha conseguido Cherry Chic porque siendo tan distintos los hermanos León, ha logrado que me identifique con cada uno de ellos a lo largo de todos estos libros… Con sus miedos, con sus inseguridades, sus anhelos y su forma de enfrentarse al mundo. Todos me han aportado algo a su manera y por eso, esta familia se ha convertido para mí en algo más que letras y papel. 

En este caso, “Hasta que el mundo vuelva a creer en la magia”, me ha enseñado que no debo de dejar de vivir experiencias que me apetecen. Y me ha hecho entender que no tengo que dejar que nadie decida como tengo que vivir mi vida. Que el valor a veces se saca de las lágrimas y que llorar limpia el alma... 

Y es que a veces no hace falta decir las palabras mágicas, ni rociar el mundo con polvo de hadas, ni siquiera girar y girar una varita... Simplemente basta con despertar una sonrisa en el rostro de la persona que quieres, bailar bajo la lluvia o cantar a gritos en un karaoke… ¿Y tú? ¿Eres de los que todavía creen en la magia?

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Reseña: Tu maldita sonrisa

Álex y Eli. Alejandro y Elizabeth… Más de un año llevan tonteando, tirándose pullas e intentando negar la atracción que sienten el uno por el otro, pero ha llegado el momento de dejar las cosas claras… Él, solo quiere sexo. Ella, necesita una relación estable, alguien que se comprometa al cien por cien con ella y su hijo Oscar. El problema es que los chicos como él, siempre acaban haciendo daño a las chicas como ella.

Cherry Chic, la autora, siempre nos ha presentado a Álex, como un mujeriego nato. Un hombre al que no le hace falta ni ponerse su uniforme de bombero para atraer las miradas de todas las chicas de la sala… Por su trabajo, nunca ha querido comprometerse con nadie y él es feliz así, pero en “Tu maldita sonrisa”, la tercera parte de la serie, “Sin mar”, las cosas están a punto de cambiar para él.

Por otro lado, en “Y que te quedes”, la novela anterior a esta, fuimos testigos de como la mejor amiga de Esmeralda, Elizabeth, se hacía un hueco en la familia de los cuatrillizos junto a su hijo pequeño. Y es que a estas alturas, ya todos sabemos que los León enganchan y mucho. No solo te hacen parte de sus barbacoas, sino que acabas siendo uno más entre todos ellos porque al final, la mejor familia es la que nosotros mismos elegimos y si no, que se lo digan a Einar. ¿Os acordáis del vikingo? Pues en esta entrega, regresará a España para regalarnos toda clase de momentos inolvidables junto a todos los demás. Una boda, un camping y unas vacaciones familiares… ¿Te lo vas a perder?

Después de tres entregas, sigo sin encontrar las palabras exactas para definir lo que estas historias me hacen sentir. Cherry Chic ha conseguido crear un mundo paralelo, un mundo real en el que soy feliz viendo como la familia de los León crece, cambia, se llena de risas, de amor… Y es que después de todo, mi parte favorita de estos libros es ver como el paso del tiempo les afecta a cada uno y ver cómo al mismo tiempo, las pequeñas cosas siguen siendo igual de importantes.

¿Qué Eli y Álex me han encantado como protagonistas? ¡SÍ! ¿Qué Oscar me ha robado el corazón? ¡EFECTIVAMENTE! La historia de estos tres personajes me ha gustado desde el principio, pero si tuviera que destacar algo, escogería el final, en serio, me ha parecido tan emotivo, bonito y original que nuevamente le tengo que dar las gracias a la autora por hacerme soñar siempre con los ojos abiertos. 

Por descarte, sabemos que la próxima novela será protagonizada por Amelia, la única hermana de los cuatrillizos que nos queda por conocer, pero sin duda, ha sido un placer ver cómo en estás páginas se hacía un hueco entre las líneas, ya que ha ido cogiendo mucha fuerza como personaje secundario y de verdad, que no veo el momento de leer su propia historia porque por las pistas que nos ha dejado la autora, va a ser algo del todo MEMORABLE.

Hasta ahora, siempre había pensado que si tuviera que elegir un libro en el que vivir, acabaría por seleccionar un libro de fantasía que tuviera magia, seres sobrenaturales, un mundo increíble… Pero ahora mismo, todo lo que quiero es hacer las maletas y ponerme en adopción para ser un personaje más de esta saga de libros. De hecho, “Tu maldita sonrisa”, tiene tantos momentos en los que me quedaría a vivir que os prometo que este libro es sencillamente perfecto.

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Reseña: Y que te quedes

Antes pensaba que lo difícil era querer a alguien y que esa misma persona te quisiera… Pero tras leer la historia de Nate y Esmeralda, he entendido que lo difícil no es querer, esa posiblemente sea incluso la parte fácil, lo complicado es quedarse.

Él, el mejor amigo de Diego. Ella, la hermana de Julieta. Él, que no tiene miedo de gritar lo que siente. Ella, que se ha pasado toda la vida mostrándose fría e irrompible. Él, que solo desea estar con ella. Ella, que solo piensa en ser madre. Ellos, que llevan tanto tiempo imaginando cómo sería estar juntos que cuando por fin lo consiguen es como si de pronto todo encajara... Nate y Esmeralda. Esmeralda y Nate. Con sus juegos de palabras, con sus barbacoas de frutas,  con sus lugares de ensueño…

“A la de tres: ¡TE QUIERO!” fue una lectura muy divertida y muy amena… Sin embargo, esta segunda entrega coge un matiz más serio, ya que los temas que se tratan en este libro son mucho más delicados. “Y que te quedes” nos habla de lo importantes que son los sueños, pero también, nos habla de que obsesionarse con ellos, muchas veces hace que nos olvidemos de lo más importante, vivir el presente. Y es que, como bien nos enseña, Cherry Chic, a través de estos personajes, la felicidad consiste en disfrutar al máximo lo bueno que tienes en la vida, sin dejar de luchar por lo que te gustaría tener.

Si os soy sincera, he leído muchos libros que tratan el tema del embarazo, pero hasta ahora, no había leído a nadie que lo tratara de esta forma. Esas ganas de Esmeralda de ser madre; la ilusión, el deseo… Pero también la soledad, la frustración, la impotencia, la tristeza después de intentarlo todo… Las inseminaciones. El aborto. El duelo, la pérdida, las pesadillas… Creo que poca gente nos muestra esas partes y ha sido algo realmente desgarrador y al mismo tiempo, algo verdaderamente valiente, tanto por parte de la autora como por parte de la protagonista porque si hay algo que me ha encantado de este libro, es la gran evolución que tiene el personaje de Esmeralda.

Aprender a aceptarse tal y como es. Aprender a gestionar el dolor... Lamerse las heridas, sanar, convertirse en su mejor versión. En su casa todos la conocen como "tempanito" por su forma de enfrentarse al mundo, pero en esta entrega, Esmeralda, nos mostrará cómo es ella realmente y sin duda, ha sido todo un placer conocerla. En cuanto a Nate, no puedo deciros mucho, la verdad, porque me he pasado toda la novela sonriendo cada vez que este señor abría la boca.

Y no voy a engañaros, empecé este libro justo después de acabar la primera entrega. Porque… ¿Estaba lista para despedirme de Julieta y Diego? ¡NO! Por eso, no he dejado de buscarlos entre estas páginas y por eso, he llorado de alegría viendo cómo sus vidas se llenaban de momentos felices y por supuesto, también he tenido que llorar de la risa porque para qué vamos a engañarnos, estos dos personajes son ÚNICOS. Y es que, junto a Marco, forman una de las familias más bonitas que he tenido la suerte de conocer. Que sí, que es ficción, pero para mí son tan reales que… Además, no sabéis realmente lo que es llorar de alegría hasta que no llegáis a ese último capítulo extra. En serio, si estás leyendo esto, Cherry Chic, gracias. 

Por otro lado, después de acabar esta historia y sumar a Esmeralda y a Nate a mi lista de personajes favoritos, no veo el momento de seguir leyendo estos libros, y es que no os imagináis las ganas que tengo de saber lo que el futuro les tiene preparado a estos cuatro hermanos que desde el primer momento me robaron el corazón… Porque volver a "Sin mar", siempre es como regresar a casa… Es familia. Es hogar. Es complicidad. Es amor.

En conclusión, "Y que te quedes" se llena de pequeños instantes que nos harán entender que la felicidad como todo en esta vida reside en el equilibrio y en aceptar que debemos celebrar las cosas buenas que nos ocurran con alegría e intensidad para que cuando lleguen las malas, podamos subsistir a base de buenos recuerdos.

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