Reseña: ¿Y a ti qué te pica?

Ella es Andy Madoc, piloto de cazas de combate del ejército Americano. El es Nacho Duarte, un reconocido y prestigioso director de cine… Ellos podrían ser felices si no fuera porque… Uno, sus padres no aprueban su relación. Dos, Andy no lleva bien que la prensa se meta diario en sus asuntos. Y tres, Nacho es incapaz de pasar página para comenzar a leer un nuevo capítulo. Pero entre piedra, papel y mil besos, ambos descubrirán que si hay que perderle el miedo a algo, es al mismo miedo.

Reconozco que cuando Megan Maxwell anunció que iba a sacar un nuevo libro de la serie, “¿Y a ti qué…?”, me emocioné. De hecho, antes de leer la sinopsis, ya me imaginaba quien iba a ser el protagonista y confirmarlo, no pudo hacerme más feliz. Y es que después de tantos años, no esperaba que esta tercera entrega fuese a ser una realidad… Pero ya veis, “¿Y a ti qué te pica?”, ya se puede comprar en todas las librerías y como no podría ser de otra manera, está arrasando en ventas. 

Una cita a ciegas. Una fiesta… Y un encuentro tras otro. Como si el universo les mandara señales. Como si ambos estuvieran destinados a estar juntos. De ahí, que al final… Andy acabe trabajando para Nacho en una de sus películas. Él como director y ella como especialista de cine. Y de ahí, que al final… Ambos decidan empezar una relación en secreto. 

Venecia, Verona, Madrid, Sigüenza, Los Ángeles… Viajar sin salir de casa, muchas veces esa es la magia de leer y esta vez, la autora, lo ha conseguido a través de un montón de escenas en lugares de ensueño, mientras Miley Cyrus llenaba cada capítulo con su música.

“¿Y a ti qué te pica?” es una novela para leer sin ningún tipo de pretensión. De hecho, esta vez, la autora no ha necesitado crear una trama llena de giros inesperados para enganchar a sus lectores. Es más, creo que es el libro perfecto para desconectar del mundo que nos rodea, evadirnos de todo y de todos y ser un poquito más felices.

Y bueno, estamos hablando del tercer libro de la serie, así que si de algo tenía ganas cuando empecé a leer estas páginas era de reencontrarme con los personajes de, “¿Y a ti qué te importa?” y “¿Y a ti qué te pasa?”. Estela Ponce, Juan, Menchu, Lucas, Tomi… Volver a saber de ellos y ver cómo han cambiado sus vidas a lo largo de estos años. Eso sí, con lo que no esperaba encontrarme era con otro tipo de reencuentros… Personajes de otros libros que aparecen en forma de mejores amigos de nuestros nuevos protagonistas y que yo, no he podido evitar emocionarme al ver sus nombres. ¿Os suena el apellido “Ferrasa”? Y es que para quienes llevamos leyendo a Megan Maxwell desde siempre, este libro ha sido todo un regalo gracias a todas esas referencias que encontramos a otros libros de la autora.

Por otra parte, me encanta ver como esta escritora siempre aporta su granito de arena para hacer de este mundo un lugar mejor. En este caso, Megan Maxwell, centra su atención en los más desfavorecidos, en la gente que vive en la calle… Y a través de personajes como Mamá Rose y Masako, la autora nos deja reflexionando sobre cómo podemos ayudar a quienes más nos necesitan. 

 

En definitiva, “¿Y a ti qué te pica?”, es una historia que no te hará sentir mariposas en el estómago porque lo que consigue esta novela es que un montón de misiles Tomahawk naveguen sin control en tu interior, haciéndote sentir toda una revolución por dentro.

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Reseña: Mírame y Bésame

Un sueño, una traición y mucha sed de venganza... 

La vida nunca se detiene ante las desgracias. Eso es lo primero que tuvieron que aprender nuestras protagonistas, Beth y Gladys Craig, antes de cambiar de identidad, partir hacia un nuevo hogar y alejarse de todo lo que más querían… Ellas, que estaban destinadas a reinar el Valle de Bergsdalen en Noruega. Ellas, que tuvieron que reinventarse para seguir con vida… 

Amor, humor y mucha acción. Así es el nuevo libro de “Las guerreras Maxwell”. Una novela que nos hará soñar con noches estrelladas y bailes en castillos… Una historia que nos hará vivir cada página a lomos de un caballo, mientras empuñamos una buena espada y defendemos aquello que más amamos…

“Mírame y Bésame” es la historia de dos hermanas gemelas idénticas físicamente, pero muy distintas en todo lo demás… Beth es valiente, desinteresada, intrépida y audaz… Gladys se define como una persona frágil, caprichosa, superficial y bastante envidiosa. La vida no se lo ha puesto fácil a ninguna de las dos… Sin embargo, Beth, siempre ha afrontado lo que les pasó a sus padres como una manera de seguir adelante. Mientras, Gladys, por el contrario, lleva años planeando una manera de volver al lugar que la vio nacer y reclamar así, el trono que le pertenece por ser hija de Óttar Costilla de Hierro… 

Y es que cuando el corazón decide a quién amar, da igual lo que ocurra, porque siempre se sale con la suya. Y si no, que se lo digan a Iver McGregor que tras conocer a Beth, el destino no ha hecho más que unir sus caminos… Como si ambos estuvieran hechos el uno para el otro… 

No puedo decir que sea una de las mejores historias de amor que he leído porque el romance para mí queda un poco eclipsado por la presencia de Arabella Morro Torcido, la madre de los hermanos McGregor, a la que ya conocimos en la entrega anterior, “Atrévete a retarme”. Y sí, reconozco que este personaje me ha encantado, sobre todo, gracias a la gran evolución que tiene a lo largo de las páginas... Pero, para mí, ha tenido más protagonismo la madre que el propio Iver. Por eso, creo, que la relación de Iver y Beth me ha sabido a poco… Quizás, más comunicación, más química y menos malentendidos hubieran hecho más adictivo este romance.

Por otro lado, no es un secreto que Megan Maxwell se toma todas las licencias del mundo a la hora de escribir y creo que si sus libros son tan especiales es gracias a eso. Digamos que es su sello de identidad. Pero, reconozco que esta vez, muchos de sus diálogos me han parecido demasiado actuales, demasiado fuera de lugar y me han sacado por completo del contexto histórico. Y es una lástima porque a raíz de esto, he sentido que la autora quitaba credibilidad a estas páginas y personalidad a sus personajes. 

Aún así, este libro es un buen libro. ¿Hay cosas que se podrían haber mejorado? Sí. Pero, da igual porque esta autora me ha hecho vivir intensamente esta historia desde el principio. Además, si hay algo que me ha encantado es la acción que hay en este libro. Toda la trama que rodea a las dos hermanas Craig... Creo que aquí, Megan Maxwell, ha hecho un trabajo impresionante a la hora de desarrollar los acontecimientos, de planear las batallas y sin duda, me ha dejado en muchos momentos sin aliento. Y es que como dicen los personajes de esta novela, la sangre se paga con sangre.

Asimismo, si admiro tanto a esta autora es por los valores que siempre encuentro en el interior de sus libros. Esta novela nos hace darnos cuenta de que la bondad o la maldad de las personas no tienen que ver ni con su riqueza ni con el lugar de donde proceden. Y que antes de juzgar, debemos conocer, porque gente buena y mala hay en todos lados. Vikingos, piratas, escoceses, franceses… ¿Qué más da? Lo verdaderamente importante es lo que esconde el corazón de cada persona. 

Además, todos los reencuentros con los personajes de los libros anteriores, han hecho que esta nueva entrega haya sido de lo más especial para mí. Carolina, Peter, Ethan, Eppie, Alison, Harald, Demelza, Aiden… Todos tienen un papel importante en esta historia y volver a saber de ellos, ha sido todo un regalo. Aunque para regalo… Todo lo que nos ha ido desvelando Megan Maxwell sobre la siguiente entrega. No se como se llamará el noveno libro de “Las guerreras Maxwell”, pero sus protagonistas no pueden gustarme más. Alan y la señorita libre como el viento van a dar mucho, MUCHO que hablar y yo ya estoy deseando hacerme con un ejemplar porque estoy segura de que la autora se va a dejar el corazón y el alma en esta novela.

Dos hermanas enfrentadas y un viaje que cambiará sus vidas… Iver el Creído y Beth la Duquesa Guerrera. Una historia llena de valores, escenas MUY épicas y besos bajo las estrellas... ¿Y tú? ¿Te la vas a perder?

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Reseña: Y ahora supera mi beso

Lo correcto es decir que en la vida a veces se gana y otras se aprende y si alguien sabe de esto, es nuestra protagonista, Amara. Ella no lo ha tenido fácil, sin embargo, nunca ha dejado de luchar por lo que quiere. Por eso, ha llegado la hora de hacer las maletas, coger un avión y dejarlo todo atrás... Es hora de comenzar de nuevo. Es hora de ser feliz.

“Y ahora supera mi beso” es la nueva novela de Megan Maxwell y en ella, descubriremos cómo han cambiado las vidas de todos los personajes que conocimos en, “¿Y si lo probamos…?”. Y de verdad, os prometo que no sabía que los echaba tanto de menos hasta que me he ido reencontrando con cada uno de ellos… Naím, Verónica, El Comando Chuminero y todos los Acosta que desde luego, siempre son sinónimo de familia y hogar. Y así es justo como me he sentido mientras leía este libro… En casa.

Una casa con vistas al mar y un nuevo trabajo es lo que le espera en Tenerife a nuestra Amara. Y es que necesitada de alejarse de todas las personas que le han hecho daño, no duda en decir sí, cuando una de sus mejores amigas le propone trabajar de niñera para su cuñado…. Y de pronto, allí está ella, con un niño en brazos a las órdenes de un jefe que insiste en llamarla por su apellido y no por su nombre. Un hombre que tiene demasiadas reglas y muchas mujeres a su alrededor y que siempre, siempre viste de traje… Así es Liam Acosta o como le encanta llamarlo a Amara, el Ser Supremo.

La culpa de que no haya podido parar de leer este libro ha sido de ellos. Amara y Liam. Liam y Amara. Aunque el pequeño Jan junto a los tres perros que merodean por el jardín Tigre, Pepa y Pepe, también han tenido mucho que ver. Y es que no he podido dejar de pensar en ellos en ningún momento. Es más, creo que lo que mejor ha podido hacer la autora con esta pareja ha sido darles el tiempo que necesitaban para conocerse, para enamorarse y ha sido precioso ver como su relación profesional se convertía en pura atracción para luego llenarse de toda clase de sentimientos. Además, si algo me ha gustado y mucho es que es una relación que nace desde el auténtico respeto porque al final estamos ante una historia llena de valores.

Creo que hacía tiempo que no disfrutaba tanto un libro de la autora y es que esta vez nos ha regalado una comedia romántica insuperable de esas que lees sin ninguna pretensión, de esas con las que ríes, lloras y luego te cuesta despedirte. De esas que están llenas de besos robados y de momentos de película que a todos nos gustaría vivir… Aunque ahora mismo, tras leer este libro, donde me gustaría vivir es en Tenerife porque la autora nos habla de algunos sitios que dan verdaderas ganas de hacer las maletas, aunque para qué engañarnos, seguro que nada más llegar me iría como una loca a buscar las Bodegas Verode. 

Por otro lado, un ingrediente esencial en los libros de Megan Maxwell es la música y esta vez, le ha tocado el turno a las canciones de Pablo Alborán, pero prepárate porque te aseguro que esta historia te dejará cantando a todo pulmón la canción de “Can't Take My Eyes Off You”. Venga, todos juntos… ¡I love you, baby! 

En fin… Citando a la autora en este libro, voy a deciros una última “cosita”. Leer a Megan Maxwell es algo que siempre me ha hecho feliz, pero es que esta vez, he sido muy, MUY feliz leyendo la historia de Liam y Amara.  

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Reseña: ¿Y si lo probamos...?

Una vuelta al mundo. Una libreta llena de sueños. Una lista de música en la que está prohibida la entrada a cualquier canción que hable de amor.  Y tres normas en cuanto al sexo; nada de casados, nada de mezclar trabajo con placer y nada con personas mayores de treinta años. Así es Verónica, más conocida como, “el bloquecito de hielo”. Y es que, después de lo que ocurrió con el padre de su hija, Zoe, dejó de creer en el amor para siempre, pero ha llegado el momento de aprender que la única manera de coger un buen tren a tiempo es habiendo perdido el anterior…

Perder el miedo a comenzar algo nuevo, le hará conocer a Naím, que por supuesto, no cumplirá ninguna de las normas de Verónica y también, le llenará la vida todo tipo de canciones de amor... Una copa de vino, bailes bajo la luna y besos en la playa es lo que les espera a nuestra pareja favorita, pero también el miedo a decir, “te quiero”... Una historia que empieza llenándose con mentiras piadosas y acaba ocultando toda clase de verdades. 

“En lo malo. En lo bueno. Y en lo mejor.” Así es como definen su amistad el “Comando chuminero”; Verónica, Mercedes, Amara y Leo. Y es que si algo me ha gustado de esta novela es ver el amor sincero que existe entre todos ellos. Además, otra cosa que me encanta de los libros de esta autora es ver los lazos familiares que crea a través de sus personajes y esta vez, no iba a ser menos porque desde luego que la familia Acosta ha venido para robarnos el corazón al puro estilo de “Pasión de gavilanes”.

Lo que está claro es que “¿Y si lo probamos…?”, tiene un buen inicio y un gran final, pero reconozco que la parte que une una cosa con la otra, se me ha hecho algo repetitiva que no, aburrida. No confundamos términos. Pero sin duda, Megan Maxwell podría haber aprovechado más la trama que tenía entre las manos y haber jugado más con ella… Al final, estamos hablando de una vuelta al mundo que dura veinticuatro tristes páginas con escenas de sexo bastante sencillas para lo que nos tiene acostumbrada la autora... 

Y es que no voy a engañaros, me encanta leer novela erótica y me encanta leer los libros de Megan Maxwell de este género, pero esta vez es que no he disfrutado apenas de este tipo de escenas porque la mayoría me han parecido que estaban escritas deprisa y corriendo y se de sobra que la autora puede hacerlo mejor porque lo ha demostrado en diversas ocasiones... Entonces, por esa parte, me he quedado un poco fría. Y con esto no me refiero a la cantidad de escenas sexuales que encontramos en el interior, sino a la calidad de cada una de ellas… Digamos que me ha faltado más morbo, más variedad, más juego… Pero aun así, me gustaría comentar ese guiño que hay a una de sus mejores sagas, “Pídeme lo que quieras”, porque me ha sacado una sonrisa gigante.

Por otra parte, una de las cosas que más me ha gustado de este libro es lo bien documentado que está. De hecho, me ha sorprendido mucho porque a nivel turístico la autora nos lleva a todos los rincones de la isla de Tenerife, contándonos muchos datos y curiosidades, al igual que pasa cuando nuestra protagonista viaja a Texas, Argentina y Sudáfrica… En serio, si de algo me ha entrado ganas después de leer este libro es de hacer las maletas. Y por otro lado, no se si la autora será experta en vinos, pero desde luego que ha sabido llenar estas páginas con toda clase de detalles respecto a esta bebida que a mí, sinceramente, me han fascinado.

Se que pronto saldrá la historia de Liam, el hermano de Naím y la verdad es que después de haberlo conocido en este primer tomo, tengo muchas ganas de conocerlo más a fondo y de vivir con él, el final feliz que se merece. 

En conclusión, “¿Y si lo probamos…?”, es el libro perfecto para leer con una buena copa de vino. Una historia perfecta para desconectar de la rutina del día a día y una novela que sabrá engancharte al puro estilo Megan Maxwell.

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Reseña: Atrévete a retarme

Nunca ha sido un secreto para nadie que los McGregor y los Campbell jamás se han llevado bien. De hecho se odian. No se pueden ni ver. Pero, ahora, la hija menor de los Campbell va a contraer matrimonio con uno de los hijos de los McGregor. Ella, que ansía la libertad. Él, que quiere recuperar las tierras que un día pertenecieron a su familia. Una boda. Un trato. Un año. Ese es el tiempo que tendrán que aparentar que son felices para después cada uno hacer lo que más desee con su vida. Pero… ¿Serán capaces de aguantar sin matarse el uno al otro? Y lo más importante… ¿Serán capaces de aguantar sin enamorarse el uno del otro?

El séptimo tomo de “Las guerreras Maxwell” ya está publicado y yo tengo que decir que hacía tiempo que no disfrutaba tanto con un libro de esta autora. De hecho, con este volumen, he tenido la sensación de que Megan Maxwell volvía a sus orígenes, ofreciéndonos así; una trama que engancha, unos diálogos adictivos y unos personajes que desde el minuto uno saben conquistarte. Y os lo juro, no he podido parar de leer hasta acabarlo. 

Carolina Campbell quiere ser libre y no suponer una carga ni una molestia para nadie. Desde pequeña siempre ha sentido que decepcionaba a todo el mundo por su forma de ser, pero es que cómo iba a quedarse encerrada en el castillo bordando cuando había tantas injusticias en la calle, cuando ella podía hacer del mundo un lugar mejor... Ser la hija del Diablo Escocés, desde luego que nunca ha sido tarea fácil, pero, tampoco lo será ser la mujer de Peter McGregor, sobre todo, cuando tenga que empezar a lidiar con sus soldados, con la bruja de su suegra o con Rowena, la ex de su marido. Y es que entre idas y venidas, entre discusiones y palabras bonitas, Carolina y Peter, empezaran a conocerse. Empezaran a retarse. Y vale, sí, lo admito, he vivido su historia como si un enjambre de abejas hubiese anidado en mi estómago. 

Este libro no es perfecto, de hecho hay algunas cosas que parecen que están metidas con calzador y me da rabia porque la autora podría haber construido estas escenas de forma más natural; la primera vez que mantienen relaciones sexuales, la primera vez que se pronuncian las palabras, “te quiero”... Escenas bastante importantes como podéis ver. Pero para mí, lo peor ha sido ver como el personaje masculino iba perdiendo su personalidad según pasaba las páginas y esto, sí que ha logrado apenarme porque este libro podría haber sido IN-CRE-Í-BLE en todos los sentidos, de hecho, ya es mucho, MUCHO, mejor que los dos libros anteriores, pero, sinceramente, creo que podría haber dado un poco más de sí. Aun así, no voy a quejarme, porque me parece que la autora ha hecho un trabajo maravilloso, es más, si tuviera que definir este libro, lo haría con solo una palabra: adictivo.

Siempre he creído que Megan Maxwell llena sus libros con mensajes que consiguen dar voz a toda clase de injusticias y en este caso, me ha encantado ver como nos demuestra que en todos lados hay gente buena y gente mala… Y no debemos generalizar porque un apellido o una nacionalidad nunca va a definir a nadie como persona.

Y bueno, otra de las cosas por las que amo leer estos libros es que la autora siempre deja un hueco para los protagonistas de los tomos anteriores y de verdad que me ha encantado reencontrarme tanto con Harald y Alison como con Aiden y Demelza. Y bueno, no estoy segura al cien por cien, pero todo apunta a que el protagonista del octavo libro va a ser Iver, el hermano pequeño de Peter, y yo ya estoy deseando tener su historia entre mis manos porque en este libro ya se ha ganado todo mi corazón, al igual que lo han hecho otros personajes secundarios como; Greg, Ethan, Eppie, Blake y el patriarca de los Campbell.

En conclusión, “Atrévete a retarme”, consigue llenar cada página de escenas entrañables, divertidas y llenas de acción. Una historia que te hará viajar a otra época y que te hará querer coger un arco y un caballo y lanzarte así, a un mundo lleno de aventuras. 

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Reseña: Hay momentos que deberían ser eternos

Me apuesto lo que quieras a que los seres humanos solo tardamos veinticuatro horas en olvidarnos de vivir, pero vivir de verdad… Como si cada instante pudiese ser el último. Y es que solo somos conscientes de lo corta que es la vida cuando ocurre una desgracia a nuestro alrededor. De pronto, nos sentimos afortunados y juramos y perjuramos que vamos a cambiar, que vamos a pasar más tiempo en familia, vamos a viajar más, vamos a discutir menos y… Como he dicho antes, pasadas esas primeras veinticuatro horas, todo eso queda en el olvido y volvemos a perder el tiempo con tonterías…

Desde el momento en el que se conocieron, las noches de Madrid y los días en Ibiza llevan sus nombres. Ella siempre con un “no” por bandera. Él siempre con un “sí” entre sus labios. Juntos se darán cuenta de que un día sin sonreír es un día perdido y que los planes improvisados siempre salen mejor que los planeados, pero, sobre todo, Eva y Marc, descubrirán que hay momentos que deberían ser eternos. 

Creo que no existen suficientes palabras de agradecimiento para darle las gracias a Megan Maxwell por este libro. Supongo que muchos pensaréis que estoy exagerando, pero creo que el mundo necesita más libros como estos. El tema que trata este libro no es fácil, todos nos acojonamos cuando escuchamos la palabra “cáncer”, pero esta autora nos da un punto de vista diferente que consigue que estas páginas se llenen de algo que nunca nadie debería de perder, la esperanza. Así que, por mí, que Megan Maxwell se tome siempre todas las licencias que quiera. 

Nuestro protagonista masculino, Marc Sarriá, es un prestigioso cirujano oncológico que se dedica a salvar vidas, pero en este libro no solo lo veremos como médico, sino también como paciente. Y ver ambas perspectivas ha sido algo muy interesante. Aunque, sin duda, mi parte favorita ha sido en esa sala de espera en la que los desconocidos se vuelven amigos y el amor se convierte en algo incondicional.

Hay que ser positivos porque cuando lo somos tenemos el poder de convertir los problemas en retos y no en malditos obstáculos que no nos dejan avanzar. La autora se recrea mucho en este pensamiento y en lo fundamental que es mantener una actitud positiva en nuestro día a día. Y es que el personaje de Eva da un cambio gigante cuando empieza a cambiar la palabra, “no”, por el adverbio, “sí”. Ella es una chef profesional que se desvive por su trabajo, pero conocer a Marc, le hará replantearse todas sus prioridades… Y lo que me ha parecido un detalle por parte de la editorial es que en las últimas páginas de este libro podemos encontrar todas las recetas que cocina nuestra protagonista. ¡QUE APROVECHE!

La música de Bruno Mars será la encargada de dar voz a la historia de amor de Eva y Marc, dos personas que vienen de mundos diferentes, pero como la propia autora se encarga de recordarnos; el dinero no da la clase, ni la pobreza la vulgaridad. Además, en esta ocasión, no solo seremos testigos de un bonito romance, sino que también conoceremos de primera mano todos los problemas familiares que atraviesan los padres y hermanos de Eva, que ya os adelanto yo, que no son pocos.

Este libro está muy bien, de hecho, se lee rapidísimo porque es muy adictivo, pero he de decir, que no ha conseguido emocionarme. En ese sentido sí que es cierto que me han faltado mariposas en el estómago, me ha faltado que se me erizara la piel en algunas escenas y, sobre todo, me han faltado lágrimas y mira que el final de poco consigue matarme de un infarto, pero…

Insistir, resistir, vivir y nunca desistir. Creo que no podría acabar esta reseña de otro modo porque esto es justo lo que nos enseña Megan Maxwell en “Hay momentos que deberían ser eternos”. Un libro que te hará replantearte que la vida es mucho más que horarios y rutinas. 

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