lunes, 1 de junio de 2020

Reseña: Bienvenida al club: cabronas sin fronteras


Darte cuenta de que tu novio está enamorado de otra cuando estás a punto de casarte. Hallar a tu pareja junto a otra persona que no eres tú en mitad de un encuentro sexual. Descubrir que tu chico es gay y que no te quiere a ti… No sé exactamente cuál es el porcentaje de infidelidades al cabo del día… pero lo que sí sé es que a nuestras protagonistas; Venecia, Rosa, Silvia y Elisa les había tocado la lotería y ahora, estaban llenas de traiciones, cuernos y engaños… Y en un mundo de hombres que actúan solo pensando en su propio beneficio, ellas estaban a punto de convertirse en unas cabronas sin fronteras… Y tú, ¿te unes a su club?

Leer a Megan Maxwell es algo que hago habitualmente porque siempre acabo divirtiéndome con sus páginas, emocionándome con sus tramas y enamorándome de sus personajes, sin embargo, es posible, que con “Bienvenida al club: cabronas sin fronteras” tuviera demasiadas expectativas… Tantas, que quizás, eso haya hecho que este libro no fuera ni por asomo lo que yo imaginaba…

Sin duda, la historia de Venecia y sus amigas tiene todos los ingredientes para ser un buen libro, pero creo que esta vez a la autora le ha faltado “ganas” para desarrollarla mejor. Para mí, el principal problema ha sido la cantidad de páginas que hay de relleno, páginas en las que no pasa absolutamente nada y en la que se repiten por activa y por pasiva los mismos diálogos o los mismos pensamientos feministas. Creo que, si Megan Maxwell hubiera desarrollado más algunas escenas, el lector se aburriría menos y se reiría más. Véase por ejemplo la escena de la “Speed dating” que podría haber dado mucho, mucho juego y que al final, se quedó en una escena sin más.

Por otra parte, otro de los grandes problemas que le veo a estas páginas son los personajes, está claro que Venecia es la protagonista principal, pero ya que la autora ha decidido contarnos también la historia de sus amigas; darles un principio y un final... Me hubiera gustado conocerlas más, que hubiese profundizado en sus sentimientos, en sus relaciones… Porque a excepción de Silvia, el resto pasan desapercibidas totalmente.

Y hablando de Venecia, ha sido un personaje de lo más contradictorio porque yo creo que ni la misma autora la entendía… Este libro se centra en como Venecia se convierte en una cabrona tras salir de una relación de veinte años. Salir de fiesta, ligarse a MUCHOS chicos y comentarlo en su blog… Eso es lo que la autora nos cuenta que hace, pero también lo que los lectores no vemos, ni leemos… Ya que nosotros solo conocemos a Carlos; ni al bombero que nombra de pasada, ni al de los tatuajes, ni a los doscientos tíos más con los que sale… Solo a Carlos. Entonces he sentido que la autora me estaba vendiendo humo todo el rato porque al final mucho ser independiente, mucho conocer a gente y tener relaciones con quien yo quiera, pero la protagonista se acaba enamorando del primero que pasa y a mí, como lectora, solo se me da esa opción para que yo también me enamore de él porque del resto no sabemos ni el nombre…

Y claro, tras todo esto, es normal que el desenlace haya estado lleno de prisas y de diálogos forzados… Y de verdad, que es una lástima porque la idea principal era genial y Megan Maxwell podría haberse marcado uno de sus mejores libros, sin embargo, para mi gusto, se ha quedado en algo insípido y aburrido. No diría que es su peor novela porque las tiene peores, pero, ni por asomo tiene que ver con la Megan Maxwell que sabe emocionarme y que consigue hacerme reír con sus libros.

En conclusión, “Bienvenida al club: cabronas sin fronteras” es una historia llena de segundas oportunidades. Volver a creer en el amor no será fácil para; Venecia, Rosa, Silvia y Elisa, pero en este libro Megan Maxwell nos enseña a querernos a nosotras mismas, apoyarnos las unas a las otras y arriesgarnos por lo que de verdad queremos aquí y ahora… porque es imposible saber lo que nos va a pasar en el futuro.


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lunes, 25 de mayo de 2020

Reseña: Oblivion


Los novios son mejores en los libros. Es un hecho. Lo digo yo, lo dice nuestra protagonista y seguramente lo digan todas las personas que se han adentrado en esta saga de extraterrestres y han conocido de primera mano a Daemon Black.

Ser un extraterrestre y vivir rodeado de humanos es bastante complicado, sobre todo, si hay una posibilidad de que los malos te encuentren, te roben los poderes y te maten. Digamos que la vida de Daemon Black, no es fácil y más cuando hace poco, su hermano Dawson, perdió la vida por enamorarse de una humana… Por eso, las cosas han cambiado tanto en estos últimos meses y por eso, ahora, mantener a salvo a Dee, la tercera parte de los hermanos Black, se ha convertido en su única prioridad.

Vuelve la saga “Lux” y esta vez llega en forma de Daemon Black. Y permitidme que os haga un spoiler queridos lectores; si ya os enamorasteis de él, en los libros anteriores… con este tomo vais a sentir mucho, MUCHO más que amor. “Oblivion”, nos cuenta la misma historia que ya leímos en “Obsidian”, el primer tomo de la saga, pero esta vez bajo la perspectiva de nuestro extraterrestre favorito. Y creerme, ha sido increíble adentrarse en la mente de este personaje. Ver cómo se siente desde el minuto uno en el que Katy se muda a la casa de al lado, hasta ese último instante en el que admite que la quiere. Ver su evolución, su madurez, el por qué actuaba de esa manera que ponía de los nervios a KatySí, Jennifer L. Armentrout, la autora, ha hecho un trabajo brillante con este libro.

Y es que cuando sabes cómo se va a desarrollar la historia, lo que va a pasar en el siguiente capítulo… parece que se pierde la emoción porque nada va a conseguir sorprenderte... Pero este no ha sido el caso, ya que la autora no solo ha conseguido volverme adicta a sus páginas, sino que me ha dado ganas de seguir leyendo los siguientes libros, pese a que hace nada que los he acabado, pero es que es imposible no entrar en bucle con la historia de Daemon y Katy.

Además, otra cosa que me ha gustado de “Oblivion”, es que no deja de aportar cosas nuevas a la trama. Normalmente los libros que he leído de este estilo, acaban siendo un resumen malo de la historial principal y acaban haciendo que el personaje pierda toda la personalidad, sin embargo, Jennifer L. Armentrout, ha conseguido dar vida a Daemon Black y volver hacer real su historia de una manera que llega directamente al corazón.

“Oblivion” es Daemon Black en estado puro. Es revivir los inicios de la historia de amor entre él y Katy. Es volver a enamorarte de cada página y vivir entre extraterrestres, bailes de graduación y excursiones al lago… Porque, aunque Daemon intentó evitarlo, su mundo estaba ya destinado desde que vio por primera vez a esa chica humana.



¡MUCHAS GRACIAS A LA EDITORIAL POR EL EJEMPLAR!

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lunes, 18 de mayo de 2020

Reseña: Felices por siempre jamás


Nos han preguntado tantas veces que queremos ser de mayores que cuando llega el día en el que tenemos que decidir qué camino queremos tomar, que especialidad debemos escoger… No tenemos ni la más remota idea. Y lo peor de todo es que estamos tan centrados en escoger el camino correcto que se nos olvida lo más importante… las posibilidades ilimitadas que nos ofrece estar frente a un lienzo en blanco.

Ya conocimos a Josh, el protagonista de esta última entrega, gracias a St. Clair y a Anna, los protagonistas de, “Un beso en París”, pero también, en ese mismo tomo, aunque de una manera bastante más desapercibida, conocimos a una Isla que se dedicaba a soñar despierta mientras observaba a un Josh jovenzuelo que desaparecía de las clases, que se dedicaba a dibujar a todas horas y que era feliz yendo de aquí para allá con sus amigos… Pero claro, él, por aquel entonces tenía novia y ella, ni si quiera estaba segura de que el chico de sus sueños supiera como se llamaba.

Llega, “Felices por siempre jamás”, la historia de Isla y Josh o lo que es lo mismo, uno de los mejores libros que he leído. Stephanie Perkins, la autora, te mantiene adicta a las páginas hasta ese punto en el que quieres seguir leyendo más y más, pero de pronto te encuentras con que has llegado a la última página...  Y es que, la forma en la que la autora ha llenado de vida a sus personajes; las decisiones que deben de tomar, los instantes tan bonitos que nos hacen vivir… Todo ello se convierte en algo más que simples palabras. Leer este libro ha sido como una pequeña gran revolución, de esas que te hacen sentir como si tuvieras un rebaño de mariposas en el estómago. Y por eso, de los tres tomos que componen la trilogía, este, sin lugar a dudas, ha sido mi favorito.

Isla y Josh se van a enamorar de una manera intensa, frenética… como si apenas les quedara tiempo y necesitaran aprovechar cada instante, como si el futuro girara solo en torno a ellos, como si ambos estuvieran destinados a estar juntos para siempre… Pero los finales felices solo ocurren en las películas y la realidad es que este es su último año de instituto. Él, que se quiere marchar a estudiar arte y ella, que no tiene ningún plan. La separación está más cerca de lo que ambos piensan, pero eso no les impedirá hacer locuras y dejarnos así con momentos para releer tantas veces como sea posible... Porque ellos son ese viaje a Barcelona, son esas noches en la casa del árbol y son esos dibujos plasmados sobre la piel. Pero… ¿serán capaces de superar todas las distancias?

Volver a París, volver a esa residencia de estudiantes norteamericanos donde empezó todo… Sí, sin duda ha sido de lo más nostálgico y si a eso encima, le sumamos un reencuentro con todos los protagonistas de los tres libros y de varios secundarios… pues ocurre algo de lo más especial. Y es que estos libros han estado tan llenos de realidad que volver a saber sobre las vidas de sus personajes es algo así, como ponerte al día con esa amiga a la que no ves tanto como te gustaría.

Por otro lado, si este libro ha sido tan especial, en parte, se debe a la personalidad de Isla; a sus miedos y a como los afronta. Identificarme con ella y empatizar, ha sido muy sencillo porque me recordaba muchísimo a mí, sobre todo cuando no es capaz de comprender que alguien pueda quererla o cuando no sabe a qué quiere dedicarse profesionalmente… Aunque claro, ella cuenta con la ayuda de su mejor amigo, Kurt, al que tengo que mencionar sí o sí en esta reseña porque me ha parecido uno de los mejores personajes que he leído. Su forma de comprender el mundo y de decir las cosas han sido como un golpe de causa y efecto tanto para Isla como para mí misma. Y si otra cosa me ha gustado mucho de estas páginas, es ver a Isla saliendo de su zona de confort, arriesgando. Y es que ha sido a nivel personal, toda una lección de vida.

La trilogía más romántica de Stephanie Perkins nos habla sobre la amistad, sobre amores verdaderos… Pero en “Felices por siempre jamás”, la autora también nos deja reflexionando sobre algo que es duradero y eterno. Sobre algo que ha sido capaz de acelerarme el corazón y sobre algo que ha conseguido hacerme soltar alguna que otra lágrima. Porque hay historias que se quedan para siempre contigo y esta, sin duda, es una de ellas.



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lunes, 11 de mayo de 2020

Reseña: Tan solo un segundo



¿Y si no sabemos lo que va a pasar mañana porqué nos empeñamos en planificar todo nuestro futuro? Como si éste siempre fuera estar allí, esperándonos… Como si el presente apenas importara porque todas nuestras metas, todos nuestros sueños, todos nuestros esfuerzos solo valieran la pena allí… Junto a ese certificado oficial, junto a ese trofeo, junto a esa semana de vacaciones que tanto dinero nos ha costado ahorrar… Pero, ¿qué es lo que pasaría si en tan solo un segundo todo ese futuro, todo por lo que estabas luchado… dejara de existir?

Las secuelas que el accidente había dejado en las vidas de Hannah y Nick, no estaban siendo fáciles de combatir, sobre todo, porque día tras día, año tras año… se habían dedicado a luchar por hacerse un hueco entre los mejores patinadores de danza sobre hielo. Un sueño que ahora se encontraba enterrado entre recuerdos y cicatrices…

Volver de nuevo al hielo parecerá imposible para nuestros protagonistas, pero quizás, solo hará falta hacerle frente al pasado y tener a un ruso cabezota como Mikhail cerca, para poder empezar de cero.

La primera novela de Virginia S. McKenzie, “Tan solo un segundo”, ya es una realidad y si todavía no lo has leído, no sé a qué estás esperando porque de verdad que Virginia ha nacido para ser escritora. De hecho, me sigue sorprendiendo lo bien escritas que están estas páginas, ya que en ningún momento me ha dado la sensación de que fuera su primer libro.

Y bueno, no voy a engañaros, leer esta historia me ha dado unas ganas tremendas de calzarme unos patines y salir a la pista de hielo… Y mira que la última y la primera vez que lo hice, acabé más tiempo en el suelo que patinando. Pero es que la autora se ha documentado tan bien y ha puesto tanta pasión en desarrollar todo lo referente al patinaje artístico que, de verdad, me ha contagiado su espíritu. Además, es la primera vez que leo una novela ambientada en este universo sobre el hielo y decir que me ha encantado es quedarme corta.

Y si a esto le sumamos el buen gusto de la autora… Porque enserio, no he podido disfrutar más con sus referencias a “Disney”, “Marvel”, “El señor de los anillos” y por supuesto a “Harry Potter”. O sea, ha sido imposible no sacarme una sonrisa gigante en estas escenas y eso solo ha conseguido que ame aún más estas páginas.

Pero si por algo brilla de verdad esta historia es gracias a sus personajes. Virginia S. McKenzie ha logrado dar vida a unos protagonistas muy buenos, pero a unos secundarios todavía mejores. Y es que, podemos confirmar que he amado muchísimo, muchísimo, muchísimo a la mejor amiga de Hannah, Abby, de hecho, creo que me iría con ella a todos los conciertos de los “Harry and the Potters”. Y pensándolo bien, les he cogido tanto cariño a todos los personajes que creo que no me importaría leer alguna historia independiente sobre alguno de ellos… (Tris, ejem, ejem… Mitch y Max, guiño, guiño) Así que a todas aquellas lectoras a las que les guste emocionarse con el pasado de los personajes y a su vez, reírse con ellos, con sus ocurrencias, con su forma de ser, como si en vez de estar leyendo su historia, estuviera interactuando con cada uno de ellos… Este libro no es que les vaya a gustar, es que directamente se va a colar entre sus favoritos.

Y si el tema de la amistad me ha encantado tanto, he de admitir, que me ha pasado todo lo contrario en lo referente al romance. Sobre todo, porque desde el primer momento, he sentido que Hannah ya estaba enamorada de Mikhail y viceversa. Y vale que era su ídolo desde pequeña, pero, eso no justifica la intensidad de algunas escenas, ya que incluso, han llegado a sacarme de la trama en varios momentos de lo irreales que me han parecido; bien por lo que les sucedía o bien por lo que se decían… Aun así, no es que me haya disgustado del todo, pero sí que creo que se podría haber mejorado mucho esta parte. De hecho, la relación que crea la autora con Nick y Abby, sí que me la he creído y sí que la he llegado a disfrutar.

Y hablando de enriquecer estas páginas, creo que me ha pasado algo parecido con el final… Que se me ha hecho como muy repentino, o sea, he tenido la sensación de que la autora se ha puesto a cerrar todas las tramas que quedaban abiertas como con prisas y no se… quizás es que yo no quería que acabara la novela, pero se me ha hecho todo muy precipitado.

En conclusión, “Tan solo un segundo” es como esa ave fénix que consigue resurgir de sus cenizas cuando todo está perdido. Una lección de vida que nos deja reflexionando sobre la magia de las pequeñas cosas y sobre ese pasado que muchas veces, no nos deja avanzar.


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lunes, 6 de abril de 2020

Reseña: Ruina y ascenso



La oscuridad ha dejado secuelas en la Invocadora del Sol y tras la última batalla, Alina, se encuentra bajo tierra, sin fuerzas y a merced del hombre que la ha convertido en Santa… Pero aún sin sus poderes y con los cabellos teñidos de blanco, la furia y la justicia harán que nuestra protagonista encuentre el camino para recuperar el trono de Ravka, para vencer a la sombra que se cierne sobre el Nocéano y para batirse en duelo de una vez por todas con el Oscuro…

La primera trilogía ambientada en el “GrishaVerse” llega a su fin de la mano de “Ruina y ascenso”. Un libro lleno de sorpresas, revelaciones y emociones… Una montaña rusa de adrenalina que me ha dejado con los sentimientos a flor de piel.  Y es que Leigh Bardugo, la autora, ha conseguido encajar las últimas piezas del puzle y le ha dado a esta historia un final digno de infarto.

La verdad sobre Ilya Morozova saldrá a la luz y encontrar al pájaro de fuego, el tercer amplificador, podría cambiarlo todo. Una última misión que forjará una amistad inquebrantable entre Grishas, príncipes y otkazat´sya… Unos personajes que me acompañaran para siempre pese a que esta historia haya llegado a su fin. Y sí, no veo el momento de ponerme con los siguientes libros ambientados en este universo por si entre página y página aparece alguno de estos nombres; Alina, Mal, Nikolai, David, Genya, Zoya, Nadia, Adrik, Misha, Tamar, Tolya, Baghra…

Pero si esta trilogía es especial y diferente también se debe a que tiene al mejor villano que he tenido la oportunidad de leer. El Oscuro ya se ganó mi corazón en “Sombra y hueso” y a pesar de que es el malo de esta trilogía, no he podido evitar enamorarme de él. Las pequeñas partes de su pasado que la autora nos revela en esta entrega, me han hecho entenderlo y me han ayudado a empatizar más con él, pero eso no significa que comparta todas sus decisiones. Además, el relato extra de “El demonio en el bosque” me ha dejado hecha pedazos. Y no, no estoy dramatizando. (Bueno, solo un poquito)

En cuanto al romance es algo que también he destacado en las reseñas de los primeros libros y es que es algo que ha estado muy presente desde el inicio y aunque en “Asedio y tormenta, decayó entre idas, venidas, propuestas de matrimonio y nuevos personajes… Esta vez, la autora, ha hecho algo muy bonito con nuestros protagonistas y como no podría ser de otro modo, ha conseguido acelerarme el corazón en más de una ocasión. Creo que el personaje de Alina, ha madurado mucho en estas últimas páginas y Mal, sin duda, ha vuelto a ganarse toda mi confianza, aunque he de admitir que siempre tendré predilección por Nikolai, el rey marcado.

De los tres tomos posiblemente este sea el que ha tenido los capítulos más largos, pero, aun así, no he podido parar de leer porque el hecho de no saber lo que iba a pasar en la página siguiente me producía ansiedad. Y es que este libro se llena de acción, muertes, sacrificios… Y como no podría ser de otro modo, he tenido que soltar alguna que otra lágrima porque ha sido tal mi obsesión con esta saga que incluso diría que he vivido cada uno de los últimos acontecimientos como si fuera yo la que luchara en esa última batalla entre la luz y la oscuridad.

Con una trama original y un grupo de personajes únicos, Leigh Bardugo, ha conseguido que esta historia cobre vida y se llene de magia. Pero, “Ruina y ascenso” es más que una historia de fantasía, es una lección para la humanidad; tanto para aquellos que tienen fe como para aquellos que se dejan perder en la oscuridad. Es el final de una historia que te invita a viajar a un universo extraordinario, que te hace creer que puedes conseguir todo lo que te propongas y que te anima a soñar sin ningún límite.


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