La oscuridad ha dejado secuelas
en la Invocadora del Sol y tras la última batalla, Alina, se encuentra bajo tierra, sin fuerzas y a
merced del hombre que la ha convertido en Santa… Pero aún sin sus poderes y con
los cabellos teñidos de blanco, la furia y la justicia harán que nuestra
protagonista encuentre el camino para recuperar el trono de Ravka, para vencer
a la sombra que se cierne sobre el Nocéano y para batirse en duelo de una vez
por todas con el Oscuro…
La primera trilogía ambientada en
el “GrishaVerse” llega a su fin de la mano de “Ruina y ascenso”. Un libro lleno de sorpresas,
revelaciones y emociones… Una montaña rusa de adrenalina que me ha dejado con
los sentimientos a flor de piel. Y es que Leigh Bardugo, la
autora, ha conseguido encajar las últimas piezas del puzle y le ha dado a esta
historia un final digno de
infarto.
La verdad sobre Ilya Morozova
saldrá a la luz y encontrar al pájaro de fuego, el tercer amplificador, podría
cambiarlo todo. Una última misión que forjará una amistad inquebrantable entre Grishas, príncipes y otkazat´sya…
Unos personajes que me acompañaran para siempre pese a que esta historia haya
llegado a su fin. Y sí, no veo el momento de ponerme con los siguientes libros
ambientados en este universo por si entre página y página aparece alguno de
estos nombres; Alina, Mal, Nikolai, David, Genya, Zoya, Nadia, Adrik, Misha,
Tamar, Tolya, Baghra…
Pero si esta trilogía es especial
y diferente también se debe a que tiene al mejor villano que he tenido la oportunidad de leer.
El Oscuro ya se ganó mi
corazón en “Sombra y hueso” y a pesar de que es el malo de esta trilogía, no he podido evitar enamorarme de
él. Las pequeñas partes de su pasado que la autora nos revela en esta entrega,
me han hecho entenderlo y me han ayudado a empatizar más con él, pero eso no
significa que comparta todas sus decisiones. Además, el relato extra de “El demonio en el bosque”
me ha dejado hecha pedazos. Y no, no estoy dramatizando. (Bueno, solo un poquito)
En cuanto al romance es algo que
también he destacado en las reseñas de los primeros libros y es que es algo que
ha estado muy presente desde el inicio y aunque en “Asedio y tormenta”, decayó entre idas,
venidas, propuestas de matrimonio y nuevos personajes… Esta vez, la autora, ha hecho algo muy bonito
con nuestros protagonistas y como no podría ser de otro modo, ha conseguido acelerarme
el corazón en más de una ocasión. Creo que el personaje de Alina, ha madurado mucho en
estas últimas páginas y Mal, sin
duda, ha vuelto a ganarse toda mi confianza, aunque he de admitir que siempre tendré predilección por Nikolai, el rey marcado.
De los tres tomos posiblemente
este sea el que ha tenido los capítulos más largos, pero, aun así, no he podido parar de leer porque el hecho
de no saber lo que iba a pasar en la página siguiente me producía ansiedad.
Y es que este libro se llena de acción, muertes, sacrificios… Y como no podría
ser de otro modo, he tenido que soltar alguna que otra lágrima porque ha sido
tal mi obsesión con esta saga que incluso diría que he vivido cada uno de los
últimos acontecimientos como si fuera yo la que luchara en esa última batalla
entre la luz y la oscuridad.
Con una trama original y un grupo de personajes únicos, Leigh
Bardugo, ha conseguido que esta historia cobre vida y se llene de magia. Pero, “Ruina
y ascenso” es más que una historia de fantasía, es una lección para la
humanidad; tanto para aquellos que tienen fe como para aquellos que se dejan
perder en la oscuridad. Es el final de una historia que te invita a viajar a un
universo extraordinario, que te hace creer que puedes conseguir todo lo que te
propongas y que te anima a soñar sin ningún límite.