A la pregunta… ¿Sigues enamorada de Edward Cullen después de trece años? Yo respondo;
en la salud, en la enfermedad y hasta que la muerte nos separe. Sí y mil veces
SÍ. (Por suerte él es inmortal) Porque al final da igual el tiempo que pase, hay libros que marcan un antes
y un después en la vida de una persona y yo estoy muy orgullosa de decir que en
mi caso fue la Saga de “Crepúsculo”.
Para mí estos libros fueron muy
importantes en su día y podría decirse que llegué hasta obsesionarme con este
mundo de vampiros y hombres lobos, de hecho, sigo teniendo un poster gigante
detrás del armario y creo que va a seguir ahí durante muchos, muchos años
más... Pero el caso es que cuando me enteré de que Stephenie Meyer iba a publicar POR FIN este libro, mi
mente automáticamente dijo; “NO ME LO CREO”. Y seguidamente un; “LO
NECESITO”. Y bien es cierto que ya me pasó algo así cuando decidió publicar
en el décimo aniversario; “Vida y muerte”, el libro en el que los
protagonistas cambian de género, pero sabía que esta vez iba a ser algo todavía
más especial porque se trataba del mismísimo Edward Cullen.
“Sol de medianoche” es la historia que ya todos conocemos, pero esta vez narrada por nuestro vampiro favorito, Edward Cullen. Y creerme cuando os digo que ha sido todo un placer sumergirme en su mente. Además, creo que Stephenie Meyer ha sabido hacer un trabajo brillante. (Tan brillante como el propio Edward Cullen a la luz del sol) Y es que normalmente, este tipo de libros, acaba por convertirse en un mal resumen de la historia original, pero creo que, en este caso, la autora, ha sabido jugar muy bien sus cartas y ha sabido dar voz propia a estas páginas ofreciéndonos una nueva perspectiva la mar de interesante. De hecho, ha sido muy curioso ver esos primeros capítulos en los que Edward planeaba el asesinato de Bella…
Y es que en este nuevo tomo encontramos escenas completamente
nuevas que dan respuesta a muchas cosas de la saga original y pienso
que sería muy estimulante ir leyendo los dos libros a la vez porque creo que
ambas historias se complementan a la perfección. Incluso, me atrevería a decir
que en este libro el personaje que menos fuerza tiene es Bella, mientras que el resto
de la familia Cullen gana mucho más protagonismo que en la saga principal y esto,
en parte, es lo que hace que ambas perspectivas encajen tan bien.
Bien es cierto que acabo de decir
que este libro aporta bastante nuevo contenido a la trama, pero tras leer las
ochocientas páginas que tiene este tomo también os advierto que tiene bastante relleno... Monólogos
muy, MUY repetitivos en los que Edward
cree que Bella se va a
marchar porque se le ha acelerado el corazón; él cree que es por el miedo y lo
único que ocurre aquí es que la muchacha está excitada o capítulos
completamente innecesarios en los que solo se hablan de modelos de coches. Pero
lo que sí que me ha gustado y mucho es que, al ser capaz de leer las mentes, Edward, hace como una especie
de crítica a la sociedad
y eso algo que me ha maravillado.
Y bueno, he de admitir que es un
libro bastante denso y la
traducción no ayuda nada porque esto de que la editorial traduzca los
libros como si fueran las películas Disney de los ochenta… NO FUNCIONA. Porque esta mezcla entre castellano y latino
lo único que hace es sacarte de la trama, de hecho, hay diálogos en
los que me imaginaba a Edward
y Bella como si fueran
protagonistas de “Pasión de Gavilanes”. (Solo les faltaban los sombreros de vaqueros porque la
camioneta ya la tenían). Ese es el nivel.
Volver a Forks después de tantos
años me ha hecho revivir toda clase de emociones y no puedo negar que he disfrutado muchísimo,
muchísimo de estas páginas. Y es que creo que esta historia tiene
algo muy especial y recordar todas esas escenas míticas; el león y la oveja, el
partido de beisbol, el baile de fin de curso… Ha sido como una especie de
regalo y no sabéis lo
agradecida que le estoy a la autora por hacer algo así para sus fans.
Y sí, si nos paramos a pensar, este libro no era necesario y menos después de
tanto tiempo… Pero, sin duda, ha sido mágico regresar a este universo y ya os digo yo que no me
importaría seguir leyendo el resto de libros bajo la perspectiva de este
personaje. De hecho, creo que el de “Luna nueva” tiene que
ser de lo más interesante, ya que, en ese libro, Edward, se marcha, dejando a Bella sola… Y poco se habla de lo que este
señor hizo durante ese tiempo.
Y vale, sí, mentiría si no os
dijera que crecer me ha
hecho darme cuenta de que la historia de amor entre Edward y Bella no es sana, hay muchas
cosas tóxicas entre estas páginas; allanamiento de morada, celos, obsesión
compulsiva, dependencia… Pero,
¿Os podéis creer que sigue siendo uno de mis romances favoritos?
En conclusión, Stephenie Meyer puede sacar todos los libros
que quiera relacionados con el mundo de “Crepúsculo” porque si algo
tiene más que asegurado es mi dinero y mi nostalgia. Y esa es la única verdad
que aquí importa.
Si quieres saber más sobre este libro, pincha aquí.