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viernes, 28 de octubre de 2022

Reseña: Yo te vi primero


La vida es demasiado corta como para no disfrutar hasta el mínimo segundo de lo que esta nos brinda… Y eso es lo que ha tenido que aprender Chelsea Wallace tras el accidente. Solo bastaron cinco segundos para que toda su vida diera un giro de ciento ochenta grados. Y ahora, solo bastará un parpadeo para que su relación con Scott Hamilton cambie… Como si ambos estuvieran destinados a encontrarse. Como si ambos tuvieran una cuenta pendiente...  


“Yo te vi primero” es el primer libro de new adult de Patricia Bonet y también es uno de los mejores libros del género que he tenido la suerte de leer. En serio, hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien leyendo un libro y es que esta historia se llena de todos los ingredientes que me gustan... El ambiente universitario, los partidos de Hockey y muchos cafés con moka, nata y extra de caramelo. El vecino de arriba, las sesiones de fisioterapia y los paseos en moto. Él, que está en todas partes, ella, que no puede evitar odiarlo y “The night we met” de Lord Huron inundándolo todo… Una historia que se llena de amor, amistad y familia. 


Y no voy a engañaros, este libro me ha tenido enganchada hasta el final, pero sobre todo, me ha mantenido expectante porque de alguna manera necesitaba saber cómo la autora iba a resolver el embrollo en el que se había metido. Y para mí, ha sabido hacerlo a la perfección, sin caer en dramas innecesarios y sabiendo emocionar al lector en todo momento. Y si algo me ha gustado también es que Patricia Bonet ha sabido revelar cada información a su debido momento.


Por otra parte, tuve la suerte de conocer a esta escritora en la IV edición del Murcia Romántica y no solo fue un descubrimiento para mí, sino que también me llevé un ejemplar de este libro firmado a casa… “Que Chelsea y Scott te hagan creer en el amor y en los finales felices”. Esto fue lo que la autora me escribió entre las páginas de este libro y esto es justo lo que me ha ocurrido con esta novela. Siempre he sido una romántica, esto no es ningún secreto, pero son este tipo de historias las que consiguen hacerme soñar con los ojos abiertos y creerme cuando os digo, que no todo el mundo logra hacerme sentir como Patricia Bonet lo ha conseguido con esta novela. Y bueno, desde luego que no me voy a enamorar de la primera persona que pase por la calle, pero sí que me apetece vivir una historia tan bonita como la de Chelsea y Scott.


Además, si algo tengo claro es que quiero un libro por cada personaje que aparece en este tomo; Shawn, Hailey, Luke, Helena, Brad y si me apuras, también quiero conocer la historia de los padres de las gemelas porque quiero que Kevin y John me adopten. Hasta ese punto llega mi obsesión con estas páginas. Y es que todos y cada uno de ellos han conseguido robarme el corazón y lo último que quiero ahora, es tener que despedirme de ellos… La segunda parte, “A un piso de distancia”, ya está publicada y ahora mismo, solo deseo, hacerme con una buena taza chocolate, meterme en la cama y empezar a leer la historia de Shawn y Hailey. El mejor amigo de Scott y la hermana gemela de Chelsea. Que si ya me tienen con las pulsaciones a mil, no me quiero ni imaginar cuando me adentre de lleno en su historia. 


Que me duelan los labios de tanto sonreír, que el corazón se me paralice y que un ejército de Oompa Loompas camine a sus anchas en mi interior. Eso es lo que ha conseguido Patricia Bonet con “Yo te vi primero”.

viernes, 2 de septiembre de 2022

Reseña: El perdedor

Un día te levantas y de pronto, estás hospedado en un geriátrico, en un asilo o en un apartamento en Benidorm… ¿Qué más da el lugar? Lo importante son los momentos que seleccionas para contar a las personas que tienes cerca. Y da igual que tu familia esté harta de las mismos cuentos o que esos vecinos nuevos no se crean ni por asomo todo lo que dices, lo importante son ellos, tus amigos, los protagonistas de casi todas tus historias, ellos, que a pesar de los años, siguen ahí, para revivir juntos cada instante; para reír como la primera vez, para mirar al pasado con cierto orgullo… ¿Y tú? ¿Cuántas anécdotas conservas?


Bosco, Camila, Nacho y Andrés se han dedicado toda su vida a construir recuerdos y en cada uno de ellos, Bosco, siempre ha acabado perdiendo, da igual que hablemos de una partida al dominó o de haber quien come más galletas… Para él, la vida siempre ha girado en torno a una competición. Pero, lo que no sabe nuestro protagonista es que a veces hay que perder para ganar y eso es lo que está a punto de descubrir en “El perdedor”.


Si de algo estoy segura es que Myriam M. Lejardi ha nacido para contar historias. Tiene un don, en serio. Y, os prometo, que es de esas personas que no necesitan de magia ni de fuegos artificiales para atraparte en sus letras. Una página y yo ya estaba dentro de esta novela. Además, he llegado a la conclusión de que el humor de esta autora se ha convertido en una de mis cosas favoritas de la vida; la imaginación para construir escenas surrealistas, los juegos de palabras, su forma de ver el mundo, la cercanía con la que escribe y la espontaneidad de sus diálogos… Como os decía antes, esta chica ha nacido para ser escritora. 


Y bueno, vamos ha dejarlo claro, Bosco es gilipollas, no solo lo digo yo, Nacho, Andrés y Camila lo reafirman cada dos por tres y si lo dicen ellos, que son sus mejores amigos… ¿Quién voy a ser yo para llevarles la contraria? Aún así y a pesar de todo, me ha resultado muy fácil empatizar con él porque lo cierto es que este personaje tiene un poco, más bien mucho, de mí y no solo porque es de los que se arruina jugando al Monopoly… La falta de confianza, su afán por la carpintería y la construcción de cajones metafóricos… Él es una de esas personas a las les importa demasiado la imagen que proyectan de sí mismas y el problema es que en su caso, esto provoca que deje de hacer muchas cosas que querría hacer… Como salir con Camila. Cómo admitir que lleva enamorado de ella desde el primer día. 


Y es que este libro, aparte de contarnos una historia llena de amistad, de amor… Nos habla de algo que me ha parecido verdaderamente importante y es que muchas veces nos olvidamos que detrás de nuestro influencer, cantante, escritor, actor favorito… Hay una persona normal y corriente como nosotros. Que tiene inseguridades, miedos, sueños y una vida que no nos pertenece. Creo que la autora ha hecho un gran trabajo a la hora de plasmar todos estos sentimientos y que al final, de una u otra forma, consigue dejar al lector reflexionando sobre todo esto.  


Por otra parte, hasta que no he llegado al final, no me he dado cuenta de que toda la novela está narrada bajo el punto de vista masculino. Y este dato, no me debería de haber sorprendido, pero lo cierto es que sí que lo ha hecho, porque lo normal en este tipo de libros es ver la perspectiva del personaje femenino o como mucho, algún capítulo que otro, del personaje masculino... Pero, sinceramente, Myriam M. Lejardi, no ha podido escoger mejor al narrador. Es más, creo que de alguna manera, ha roto una “norma” no escrita y ha estado espectacularmente soberbia. 


En conclusión, “El perdedor”, es uno de esos libros que no quieres que se acaben y al mismo tiempo, no puedes dejar de leer. De esos que te hacen ser parte de la historia y que te invitan a bailar, hacer locuras con tus amigos y a enamorarte como la primera vez.

viernes, 22 de julio de 2022

Reseña: Romper el círculo


La gente pasa mucho tiempo planteándose por qué las mujeres no dejan a sus maltratadores, pero… ¿Por qué nadie se plantea por qué los hombres las maltratan? ¿No deberíamos culparlos a ellos?

Desafiar las estadísticas de los sueños siempre será un poco más fácil desde lo alto de una azotea con un desconocido al lado. Lily Bloom tiene nombre de flor y quizás, por eso, su sueño siempre ha sido montar una floristería. Ryle, es neurocirujano y su objetivo en la vida es ser el mejor en su profesión. Se suponía que él y ella no iban a volver a verse. Se suponía que sus objetivos en la vida eran distintos… Pero, ahora, Lily y Ryle son pareja y sus vidas están a punto de cambiar. Y tú… ¿Quieres jugar a la pura verdad?


Una página. Eso es lo que tardé en darme cuenta… “Romper el círculo” no iba a ser una historia más, se iba a convertir en un libro que me dejaría huella para siempre. Pero… ¿Acaso existe una novela de Colleen Hoover que me haya dejado indiferente? Y es que si algo tiene esta autora es que sabe colarse dentro de la piel, sabe hacer magia con los sentimientos y sobre todo, sabe cómo escribir un libro. Aunque por supuesto, lo que mejor se le da, es romper los corazones de sus lectores, en eso, debe de tener un doctorado como mínimo. 


Creo, que hasta ahora, no había leído un libro que tratara el tema de la violencia de género de esta manera. Colleen Hoover hace que vivas la historia desde el inicio; hace que te ilusiones con los pequeños detalles, que grites de la emoción con los diálogos y que aspires a tener una relación así, casi idílica… Nos hace ser la víctima, nos pone en su lugar y cuando queremos darnos cuenta, no sabemos cómo dejar atrás a la persona que se supone que nos quiere, pero nos pega… Una persona a la que logramos perdonar una y otra vez con la promesa en los labios de que no volverá a hacerlo…


La vida de Lily nunca ha sido fácil y será a través de unas cartas en forma de diario personal cuando empecemos a conocerla de verdad. Descubrir su pasado nos hará ver la relación que mantenían sus padres. Y sentir cómo vivió aterrorizada en esa casa, me ha hecho acordarme de todas esas noches que me he pasado encerrada en mi habitación pensando por qué mi madre no dejaba a mi padre si este no la trataba bien… Y sí, este libro ha sido doloroso a unos niveles que no os podéis imaginar, pero leer esta historia también ha sido muy reconfortante para mí porque por fin he entendido muchas cosas y una parte de mí, ha logrado hacer las paces consigo misma y con mis padres, sobre todo, con mi madre a la que nunca he dejado de admirar y a la que ahora mismo, solo quiero abrazar. 


En estas cartas nunca enviadas a Ellen DeGeneres también conoceremos a Atlas. Este es un personaje con un perfil que se sale de lo común y que hace que esta historia sea todavía más importante de lo que en sí, ya es. Antes, hablábamos de la violencia de género, ahora, estamos hablando de las personas sin hogar… Y la Lily del pasado se enamoró tanto de él que todavía conserva un imán en la nevera y un tatuaje sobre la piel.


No me extraña que sus personajes me hayan resultado tan reales porque esta autora tiene un don para dar vida a las páginas. De hecho, a nivel técnico, ver cómo ha ido encajando cada pieza, cada pequeño detalle hasta el final… Ha sido algo totalmente épico. Y si la gente se molestara en leer un poco entre líneas descubriría a lo que me refiero.


“No hay malos ni buenos. Todos somos personas que a veces hacemos cosas malas”. Esta es una de las citas que más me han marcado de este libro, pero si de mí dependiera enmarcaría cada frase de esta novela porque la forma de escribir de Colleen Hoover es puro arte, pero la manera en la que siempre me deja reflexionando sobre la vida… Eso sí que no tiene palabras. De hecho, no descarto tatuarme próximamente la frase mítica de Dory, “sigue nadando”, por el significado que tiene en la vida de los protagonistas.


Si tuviera que definir este libro con una palabra, elegiría: “impotencia”. Y es que así es como me he sentido leyendo estas páginas, pero cuando he llegado a la nota de autora que se encuentra al final, el sentimiento se ha agrandado tanto, tanto, que se me ha hecho un nudo en el pecho. La verdad con la que escribe la autora es desgarradora y la realidad que consigue plasmar en el papel es sin duda, demoledora, tanto o más que el significado del título de la novela. 


En conclusión, “Romper el círculo” ha sido un viaje lleno de emociones que nunca voy a olvidar. Una historia dura, una novela intensa, pero absolutamente necesaria en la vida de cualquier persona.

viernes, 13 de mayo de 2022

Reseña: Cómo (no) enamorarse


Su primer beso, su primera mamada y con el que perdió la virginidad. Eso fue Adrián para Nora y Nora para Adrián. La relación entre ambos no es que fuese especialmente buena, pero tras esa primera y última vez, se volvió ridículamente inexistente… Ahora, tras encontrar a su madre con un arnés encima de la madre del otro, Nora y Adrián tendrán que aprender a convivir bajo el mismo techo como si fuesen dos hermanos que se llevan la mar de bien y no dos personas que no se pueden ni ver.

“Cómo (no) enamorarse” es de esos libros que cuando los empiezas sabes que vas acabar adicto a sus páginas y es que la voz de Myriam M. Lejardi, la autora, es directa, fresca, dicharachera y sobre todo muy, MUY divertida. 


Soy de esas personas que piensan que es más fácil hacer llorar que reír, no sé si es porque se me hace más sencillo empatizar con los personajes cuando hay drama de por medio o por que al final, considero que cada uno tenemos un estilo de humor diferente, pero lo cierto es que es imposible que cojas este libro y no te rías como mínimo una vez por página, aunque sea una risa de esas que salen en forma de aire por la nariz porque enserio, este libro tiene escenas más épicas que “Juego de tronos”.


Y aunque los diálogos y las escenas de este libro son increíblemente maravillosos, al final, la magia de este libro reside en sus protagonistas. O sea, es que no ha habido ni un solo personaje que no me haya robado el corazón; principales y secundarios, da igual, TODOS son importantes en estas páginas. De hecho, porque se que pronto habrá una segunda entrega, sino, ahora mismo entraba en depresión, aunque es muy posible que este libro me deje con un bloqueo lector porque no creo que mi próxima lectura vaya a ser tan buena, pero como os iba diciendo, no quiero despedirme NUNCA JAMÁS de ninguno de estos personajes… Por un lado, tenemos a los amigos de Nora; Alina, Natán y Oriol y por otro, a los de Adrián; Lía y Rodrigo. Todos son muy diferentes entre sí, pero saben encajar a la perfección entre ellos y ese vínculo que los une es lo que hace que tú también puedas sentirte uno más entre todos ellos.


En cuanto a Nora y Adrián creo que sí he disfrutado tanto su historia es por esos tiras y aflojas que se traen durante toda la novela. Además, tengo la sensación de que hacía siglos que no leía un libro con tanta tensión sexual acumulada y ha sido tan genial ver como poco a poco se iban entendiendo entre ellos que ahora mismo solo aspiro a una relación así en mi vida. Además, creo que ha sido un acierto por parte de la autora narrar esta novela bajo ambas perspectivas porque así no nos perdernos ni un solo detalle de lo que pasa, de lo que piensan, de lo que sienten…


Para mí lo mejor que tiene Myriam M. Lejardi es que sabe darle a cada cosa la importancia que tiene y hablar de cualquier tema con naturalidad y respeto y eso, es digno de agradecer, de hecho creo que es lo que hace que este libro traspase las páginas y se haga real. Y, es que, a pesar de las risas y del buen rollo que transmite, es un libro que trata asuntos muy importantes como; la pérdida de la virginidad, la bisexualidad, las relaciones abiertas, pero sobre todo, trata un tema que para mí, ha sido toda una revelación porque lo cierto es que hasta ahora, desconocía que hubieran personas arrománticas, desconocía su significado, así que me ha encantado ver cómo la autora le ha dado visibilidad a este término gracias al personaje de Adrián. Al final, lo que nos enseña esta novela es que hay mil formas de querer y todas son igual de válidas.


Por otro lado, me ha gustado mucho como a través de Nora, la autora nos hace entender que lo que sea que hagas para ganarte la vida no tiene porqué definirte. Y en este sentido, no me he podido sentir más identificada con ella porque desde que tengo uso de razón me han estado atormentando con la pregunta; “¿Qué quieres ser de mayor?”. Y en serio, ojalá, cuando tenía cinco años en vez de responder, “cantante” (Por cierto se me da horriblemente mal cantar), hubiese dicho algo así como; “Y yo que sé, soy una niña”. Pero la pregunta se fue repitiendo y yo solo acababa diciendo profesiones al azar, sin saber que quería/quiero hacer en el futuro cuando todo el mundo parecía tenerlo claro desde ese día en educación infantil. Así que para mí, Myriam M. Lejardi no podría haber definido mejor esta situación. 


En conclusión, pensaba que “Cómo (no) enamorarse” iba a ser uno de esos libros que me harían pasar un buen rato y que luego acabaría enterrado entre mis estanterías, sin embargo, a dónde ha ido a parar ha sido a mi corazón porque sin lugar a dudas, la historia de Nora y Adrián se ha ganado un sitio especial entre mis mejores lecturas. 



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viernes, 6 de mayo de 2022

Reseña: El mapa de los anhelos



¿Y si te diesen un libro para descubrir quién eres? ¿Lo leerías?


A Lucy Perterson siempre le han encantado los juegos de mesa, por eso, antes de morir decidió crear uno para su hermana pequeña. Grace nació para salvar la vida de Lucy, pero tras su fallecimiento, la menor de los Perterson se siente más perdida que nunca, por eso, cuando recibe el juego de, “El mapa de los anhelos”, el último trozo que le queda del alma de Lucy, no se lo piensa y decide comenzar la partida, pero para empezar a mover fichas, lo primero que tendrá que hacer, será encontrar a Will Tucker. 


Desde que empezó a escribir, Alice Kellen, siempre ha tenido el don de hacerme sentir toda clase de emociones con sus palabras, de hacerme vivir a través de sus historias... Sin embargo, esta vez, he sentido que esta autora se metía dentro de mi cabeza y le daba voz a todos mis miedos, le daba realidad a todos mis sueños y sobre todo, le daba significado a todos mis anhelos… Como si al mismo tiempo que nuestros protagonistas se iban reencontrando con ellos mismos, lo hiciera yo también. Porque es igual de difícil enfrentarse a lo que tenemos como a lo que anhelamos…


Y es que a lo largo de mi vida me han preguntado tantas veces que quiero ser de mayor que creo que llegó un momento en el que sentí que eligiese lo que eligiese iba a decepcionar a alguien, incluída a mí misma. Por eso, este libro, desde el primer momento me hizo sentir cosas porque me di cuenta de que Grace y yo teníamos muchas cosas en común; el color morado, el sentirse invisible… Pero al mismo tiempo, también éramos completamente diferentes y sin duda, me ha encantado conocerla. Ver su pasión por el arte, su obsesión por el significado de las palabras, su amor por el patinaje sobre hielo… 


Para mí, las grandes protagonistas de esta novela han sido, Grace y Lucy. Creo que esta historia no existiría sin alguna de las dos. Pero, he de admitir, que el abuelo de estas dos chicas se ha llevado mi corazón desde el segundo uno. En cuanto a Will, creo que se ha convertido en un personaje al que nunca olvidaré, porque cuando se desvelan todos los secretos que esconde, cuando lo vemos vulnerable ante los ojos de Grace… En fin, solo os puedo decir que me he enamorado de él como si fuera una quinceañera, aunque posiblemente, llevase queriéndolo desde el principio, desde que apareció con esa aura morada de misterio y melancolía a su alrededor. 


Grace y Will saben complementarse a la perfección y ha sido precioso leer cómo sus vidas se iban acercando, entrelazando, mezclando… Me ha encantado ver cómo volvían a sus raíces, a sus orígenes. Y es que creo que los lectores tenemos mucho que aprender de todos los personajes de esta novela, pero en especial, de ellos. Además, la autora, nos ha regalado ciertas escenas en las que no me importaría quedarme a vivir para siempre. 


¿Es posible conocer completamente a alguien? Esta es una de las grandes preguntas que nos plantea la autora y la verdad es que me ha dejado reflexionado mucho sobre ello, porque al final todos somos versiones de nosotros mismos; todos vamos cambiando, aprendiendo por el camino, tomando constantemente nuevas direcciones y es muy posible que en algún momento nos perdamos.... Así que, si a veces nos cuesta reconocernos a nosotros mismos en el espejo… ¿Cómo vamos a conocer realmente a alguien? Y lo más importante… ¿Cómo vamos a confiar en alguien que no conocemos del todo? Este libro no viene con todas las respuestas incluidas, pero sí que nos empuja a enfrentarnos a todas estas preguntas y al mismo tiempo, nos hace que nos cuestionemos otras igual de importantes. De hecho, hace varios días que terminé este libro y mi mente sigue pensando en muchas de las reflexiones que la autora nos regala en el interior de este tomo.


Todos vamos a morir. Es la única verdad que sabemos en esta vida y sin embargo, no conozco a ninguna persona a la que no le aterre la idea de enfrentarse a la muerte. Creo que Alice Kellen ha hecho un trabajo increíble en estas páginas porque en esta novela no solo vemos la perspectiva del duelo, sino también, ese momento de asumir lo que va ocurrir. Ha sido desgarrador sentir como Lucy luchaba, se enfrentaba a cada tratamiento y volvía a recaer… Pero al mismo tiempo, también ha sido esperanzador porque a veces necesitamos que alguien nos recuerde que a pesar de todo, la vida es bonita, que incluso con sus grietas, con sus baches y sus piedras en el camino, la vida está para sentirla… Necesitamos a alguien que nos recuerde que las personas a fin de cuentas, más que piel y células, somos tiempo y el tiempo no está para desperdiciarlo de forma gratuita. 


En estas páginas, tanto Grace como su madre, acabarán asistiendo a un grupo de apoyo para enfrentar el duelo y la verdad es que ha sido algo totalmente inspirador. Estos capítulos han sido de mis partes favoritas porque sin duda, ha sido fácil sentarse al lado de todos los integrantes de este grupo y ha sido verdaderamente sencillo empatizar con cada uno de ellos. Y es que como nos enseña la hija mayor de los Peterson, a través del juego que le regala a Grace, para continuar adelante, uno debe cerrar todas las puertas que ha ido dejando abiertas, de lo contrario, corre el riesgo de enfrentarse a corrientes de aire imprevistas.


Y, vale, lo admito, ni siquiera había pasado de la página cincuenta y ya había perdido la cuenta de las veces que había llorado… Pero es que Alice Kellen es así, se mete en tu interior y maneja todos tus sentimientos como si fuese la mejor directora de orquestas.  Así que, ahora mismo, se me hace imposible describir con palabras todo lo que este libro me ha hecho sentir porque al final, me he sentido como un títere en manos de esta autora. 


En conclusión, mi corazón se ha quedado a vivir dentro de este libro. Y para mí, esa es la auténtica magia de Alice Kellen, porque sin pretenderlo, al final, siempre acaba consiguiendo que cada novela se convierta en inolvidable; un hogar en el que refugiarse, unos personajes en los que verse reflejado, unas palabras con las que poder recuperar la voz que creías haber perdido… Original, intensa, desgarradora y extremadamente hermosa, así es como definiría yo, “El mapa de los anhelos”.



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viernes, 8 de abril de 2022

Reseña: Cuando no queden más estrellas por contar


Convertirse en la bailarina de ballet que su abuela nunca pudo ser, ha hecho que Maya no sepa lo que significa la palabra, “soñar”, porque desde que su madre la abandonó, se ha pasado la vida intentando complacer a su abuela y eso la ha hecho convertirse en la nieta perfecta, sin embargo, siempre ha tenido la sensación que haga lo que haga nunca será suficiente. Ahora, tras el accidente que la impedirá volver a subirse a los escenarios y tras verse con toda su vida metida en una maleta, Maya, tendrá que averiguar quién es realmente y lo más importante quién quiere ser… Y para empezar a descubrirlo, el primer paso será buscar a su padre.


Sin duda, lo que más me gusta de leer a María Martínez es que es una autora que siempre nos habla desde el corazón y eso se nota en la forma que tiene de dar vida a sus personajes, en las emociones que consiguen traspasar el papel y en la realidad que reflejan sus páginas. 


Formar parte de algo, ser importante para alguien… Al final la vida se basa un poco en conseguir esas dos cosas, de ahí, que haya sido tan fácil conectar con nuestros protagonistas, Maya y Lucas, porque de alguna manera, todos soñamos con encontrar nuestro lugar en el mundo. 


Viajar a Sorrento a través de estas páginas ha hecho que directamente quiera hacer las maletas e irme allí a vivir. Y es que María Martínez no ha podido escoger un escenario mejor para dar vida a esta historia. Pasear por sus calles, disfrutar de sus acantilados, el olor a sal y limón, los fuegos artificiales… De verdad, ha sido como si al abrir el libro me transportara directamente a ese trocito de Italia. Pero, sin duda, mi lugar favorito ha sido ese edificio lleno de personas especiales que desde el primer momento acogerán a nuestra protagonista como si fuese un miembro más de su familia. Y creerme, de alguna manera, yo también me he sentido arropada por todos ellos; desde la dulce Catalina, al excéntrico escritor que vive en el segundo o los jubilados gallegos, Iria y Blas… El sabor del limoncello, las risas que nacen de una buena barbacoa, quedar atrapada por un libro a la sombra de un árbol o jugar una partida a las cartas antes de ir a dormir. Y es que a veces no hacen falta efectos especiales para lograr hacer magia y eso es lo que ha conseguido María Martínez con su naturalidad, con su forma de ver el mundo.


Y bueno, una cosa está clara, el destino tiene un montón de sorpresas esperándonos, pero para llegar hasta allí, debemos hacerle caso a las señales que nos va dejando. Por eso, cuando Maya y Lucas se encuentran por primera vez todo empieza a encajar, desde una habitación que espera ser alquilada, hasta la forma en la que les gusta tomar el café. Y la verdad es que no puedo decir mucho sobre ellos, solo que su historia ha conseguido que mi corazón despierte y que mis ojos empiecen a soñar con playas, tartas de chocolate, siestas en la bañera, cócteles con nombres divertidos… 


“Cuando no queden más estrellas por contar” nos hace reflexionar sobre varios temas, pero para mí, el más importante ha sido el de la familia. Maya y Lucas han crecido toda su vida haciendo realidad los sueños de otros, sin la oportunidad siquiera de imaginar un futuro propio, un futuro que no tuviera que ver con el ballet o con el vino. Y es que tiene que ser muy duro darte cuenta que tu vida se basa en las expectativas que los demás tienen sobre ti, sobre todo, si esas personas son tu familia. Por eso, me ha encantado ver como María Martínez nos hace entender que ser familia no es garantía de un amor incondicional porque ser familia no es la sangre que compartes con esas personas, es un sentimiento. De ahí, que me haya gustado también mucho, la amistad incondicional que tiene Maya con Matías, su mejor amigo.


Las cosas que te gustan hacer jamás deberían de convertirse en una obligación y esa es otra de las cosas que me llevo de este libro porque Maya se ha dedicado tanto a bailar que se ha olvidado de porqué le gustaba tanto y volver a conectar con esa parte de ella, ha sido algo muy emotivo. Sobre todo, porque se nota que la autora ha hecho un gran trabajo de investigación y nos ha acercado un poco más a esta modalidad de baile que es el ballet.


El pasado está hecho de recuerdos, el presente se compone de instantes y el futuro nace de los sueños... Esto es justo lo que nos enseña María Martínez en “Cuando no queden más estrellas por contar”, una historia que te recordará que no hace falta tener alas para echar a volar. 



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