lunes, 26 de agosto de 2019

Reseña: Una prueba de amor



Es curioso como el ser humano se olvida de vivir el aquí, ahora… Como se empeña en recordar instantes pasados que hace tiempo que dejaron de tener un futuro y como se distrae pensando en lo que puede pasar mañana, pasado o dentro de muchos años… Es curioso cómo nos olvidamos del presente, cómo lo dejamos marchar, sin muchas veces darnos esa oportunidad para vivir, para ser felices… aquí y ahora.

El matrimonio para Damelza no fue como en uno de esos cuentos de hadas… Su historia empieza con un marido que no la quería, pero que sí la maltrataba. Un hombre que eliminó a cada miembro de su familia cuando esta solicitó el divorcio y que juró matarla como único propósito de vida. Huir, la llevará hasta tierras escocesas donde nuestra protagonista tendrá que reunir fuerzas para volver a la tierra que la vio nacer y terminar así, con el miserable que acabó con todo lo que más quería. Pues como dicen en su familia: No hay dolor, solo venganza.

Un camino en el que no estará sola porque irá acompañada de su amada Hilda, la persona que la cuidó desde pequeña, Adnerb, una lady con sangre vikinga y un pelo precioso y Aiden McAllister, el highlander que no podrá dejar de sentirse atraído por Damelza, la chica que no para de meterse en problemas… A pesar de los secretos y a pesar de las mentiras.
 
Vivir el presente y evitar juzgar a la gente sin conocerla son los dos grandes mensajes que se defienden en estas páginas y eso sin duda es lo que me llevo del personaje de Damelza, que como diría su gran amiga, Adnerb, es una guerrera para morir de amor. Su carácter, su valentía y su nobleza han forjado a una gran protagonista vikinga, aunque no puedo decir lo mismo de Aiden, el protagonista masculino, ya que, a pesar de haberlo conocido en el libro anterior, me ha dado la impresión de ser un personaje plano e insulso… De ahí, que su historia de amor no me haya entusiasmado en ningún momento.

Aunque creo que el gran error de esta historia es que no aporta nada nuevo. Sigue el mismo patrón que ya encontramos en; Deseo concedido”, “Desde se domine la llanura”, “Siempre te encontrare” y “Una flor para otra flor”. Creo que la autora coge la esencia de cada uno de los libros anteriores para escribir algo sin personalidad propia y ese sin duda, ha sido el gran error. Nuevamente vemos a una protagonista con la palabra “venganza” tatuada en la frente, una familia asesinada, una guerrera que no es aceptada por no ser escocesa al cien por cien, unos amigos que se acaban enamorando entre ellos, secretos, mentiras… Y me ha faltado algo nuevo, algo que me atrapara a sus páginas y que me hiciera vibrar.

Pero a pesar de no haber sentido mariposas en el estómago leyendo este romance y que su final se me ha hecho rápido y poco intenso… he de admitir, que solo por lo que nos cuenta la autora sobre la mitología nórdica; su cultura y leyendas, y por la ambientación que ha creado Megan Maxwell, que ha conseguido traspasar el papel, merece la pena darle una oportunidad a este quinto tomo. Lo que espero es que la historia de Harald, el cuñado de Damelza y seguramente el protagonista del sexto libro, no me defraude tanto como este.

Si soy sincera diré que lo que más he echado en falta en esta última entrega ha sido el reencuentro con los protagonistas de los libros anteriores. Es la primera vez en esta serie de libros, que la autora no integra en la trama a Megan, Gillian, Angela, Sandra y sus respectivos Highlanders y aunque entiendo que la escritora debe renovarse en ciertas cosas, para mí, estos reencuentros eran algo esencial y ha sido algo decepcionante no saber nada de mis guerreras preferidas.

Bien es cierto que “Una prueba de amor” no ha sido todo lo que esperaba, ya que considero que la autora es capaz de hacerte vibrar con sus palabras y de emocionar con sus personajes… Pero aun así, ha sido una historia bonita para desconectar del día a día y perderte por tierras escocesas.



¡MUCHAS GRACIAS A LA EDITORIAL POR EL EJEMPLAR!

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