Y de pronto, cuando
menos te lo esperas, conoces a alguien que te hace que te plantees todas las
preguntas del mundo; si eres demasiado joven para enamorarte de verdad, si
merece la pena dejarlo todo por otra persona, si estás preparado para las
palabras: “para siempre”. Porque a
veces hay historias que están destinadas a acabarse, incluso antes de empezar…
Pero arriesgarse, intentarlo… siempre es mejor que quedarse con las ganas.
Ella, que llega a Bluehaven para quedarse. Él, que aterriza para pasar sus vacaciones en la isla… Ella con su danza, él con su música… Novalie y Nick. Dos personas de diferentes partes del mundo que se encuentran por casualidad en un mismo lugar… Como si el destino quisiera decirles algo... Porque de pronto ella está en todas partes y él, no puede apartar la mirada de su sonrisa, de sus ojos…
Llega, “Una canción para Novalie”, la historia
de María Martínez que te hará vivir dentro de un verano eterno. Un
romance instantáneo, intenso… De esos que solo nacen cuando el sol calienta las
playas y las noches se llenan de estrellas fugaces. Y es que a pesar de que Novalie y Nick saben que las
vacaciones acabarán… será inevitable que nuestros protagonistas se enamoren.
Pero el problema, quizás, no sea solo la distancia, sino también, los secretos,
la confianza, la familia y la diferencia de clases sociales.
María Martínez, lo ha vuelto hacer, y es que cuando leo cualquiera de sus libros siento que estoy viendo ante mis ojos
una película. Una de esas que vería entre mantas y helado y que me
harían llorar hasta bien entrada la madrugada… Porque por supuesto, este libro no sería de esta autora, si no tuviera su parte de drama.
Esa, que ante todo pronóstico, te va hacer sufrir y te va a mantener adicta a
sus páginas hasta el final. Y aunque hay momentos que pueden ser de
lo más predecibles, eso no quiere decir que no te vayan afectar… Porque hay que
recordar, que María Martínez, tiene un master en jugar con las emociones de sus
lectores.
En cuanto a Bluehaven, la isla en
la que tiene lugar toda esta historia, solo puedo decir que no sé por qué no
vivo allí... Enserio, el trabajo de investigación sobre
este lugar y como la autora consigue darle un toque casi mágico al sitio, hace
que quiera hacer las maletas de inmediato y mudarme, aunque sea, a
la casita del árbol de Novalie o
bueno, ahora que lo pienso mejor, me conformo con el barco velero de Nick.
Y hablando de nuestros
protagonistas, me ha gustado mucho como la autora los ha construido y como les
ha dado vida a raíz de su pasado. Nick, viene de una familia adinerada y está a punto de alcanzar el
éxito como pianista, pero quizás, se haya dedicado tanto tiempo a vivir los
sueños de los demás, que se ha olvidado de lo que es tomar sus propias
decisiones… Por eso, conocer a Novalie,
pondrá su mundo del revés. Ella en cambio, se ha pasado los últimos años
cuidando a su madre y ahora que no está, se siente perdida, sobre todo, cuando
su padre ha cambiado tanto… Por eso conocer a Nick, hará que su mundo vuelva a ser divertido, alegre...
Y no voy a mentir, es cierto que su romance express y el que haya sido tan intenso desde el principio me
ha resultado un poco desconcertante, pero es inevitable no vivir su
historia a través de las páginas y más cuando la trama no gira solo alrededor
de dos adolescentes que se enamoran. Hay muchos matices, muchos sueños en el
aire, personajes secundarios con secretos que desvelar… Y eso, al final, me ha gustado mucho porque es como que la autora consigue crear un puzle
al que no le falta ninguna pieza.
En conclusión, “Una canción para Novalie” es como una
de esas noches de verano en las que todo es posible… Incluso una historia de
amor que estaba destinada al fracaso.
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