Reseña: Un beso eterno

Si siguieras soltera a los treinta años y tuvieses que hacer un pacto para casarte con alguien cuando alcanzases esa edad… ¿A quién elegirías? Zoe lo tenía claro. Liam era su respuesta… Además de su insoportable vecino, el hijo del alcalde y su mejor amigo. Quizás por eso, nunca pasó nada más entre ellos, porque el miedo a perderse, siempre sería más grande que las ganas de tenerse…

Lo que sí estaba claro es que Zoe y Liam se querían al mismo nivel que se sacaban de quicio. Liam siempre le había dicho que era su chica favorita, la persona en la que más confiaba y con la que más le gustaba meterse. Él para ella siempre sería la persona con la que más le gustaba compartir su tiempo, el que se colaba en su habitación cuando menos se lo esperaba y el que más le hacía poner los ojos en blanco. 

Admito que he leído este libro demasiado rápido, pero ante mi defensa, diré, que no podía hacer otra cosa que seguir leyendo. Y ahora que ya lo he acabado, solo quiero releerlo una y otra vez… Volver a Variety Lake es sinónimo de felicidad y saber cómo les va la vida a Meadow, Buffy, Zoe y Aiko se ha convertido para mí en mi nuevo pasatiempo favorito. En serio, creo que no he podido parar de sonreír en ningún momento mientras leía esta novela. Además, Patricia Bonet nos regala pequeñas pinceladas del que será su siguiente libro y yo no puedo hacer más que gritar en silencio, mientras imagino cómo será tener a Aiko de protagonista. 

Su primer beso, cosquillas en los pies y una sola cama. Una camiseta en la que pone, “Liam es lo mejor que me ha pasado y doy gracias por tenerlo en mi vida” y el estreno en el cine de “Crepúsculo”. Jueves de película y pizza y sábados de margaritas. Comer gofres en Maison Dandy y una perra llamada Galleta. Un perfume de vainilla y el aroma hipnótico del coco… Presente y pasado se entrelazan para contarnos la historia de Zoe y Liam desde el principio y el resultado de esto, es un millón de escenas inolvidables. Momentos que me han dejado sin aliento y se han grabado para siempre en mi corazón.

Si alguien te quiere estará dispuesto a escalar montañas… Y eso es algo que descubrirán Zoe y Liam en “Un beso eterno”. La historia de dos amigos que crecieron juntos y la historia de dos adultos que tienen miedo a decir lo que sienten… Una novela que está escrita sin ninguna prisa y cuidada hasta el más mínimo detalle por una escritora que siempre sabe cómo emocionar a sus lectores. ¿Y tú? ¿Qué tipo de beso prefieres?

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Reseña: Un beso accidentado

Buffy había aprendido a ser una mujer independiente y segura de sí misma que no necesitaba ningún hombre al lado para sentirse más válida. Nikolay llevaba años siendo una marioneta en manos de unos padres que no lo habían querido ni respetado jamás. Buffy le había prometido a su abuela que nunca le daría su corazón a un hombre y a Nikolay le daba alergia la palabra “relación”... Ella vivía una vida tranquila en Variety Lake. Él se había marchado de Chicago sin maleta y sin móvil porque necesitaba encontrar las respuestas a todas sus preguntas en un pequeño pueblo perdido de Estados Unidos… Una noche de tormenta, un melocotón y un beso accidentado.

La segunda entrega de la serie, “Un beso”, no ha dejado de sorprenderme en ningún momento. Con unos protagonistas inolvidables y una trama adictiva, Patricia Bonet, la autora, ha vuelto a superarse a sí misma. Y es que esta novela es sin duda mucho más intensa que la anterior y aunque es un libro que te va hacer reír a carcajadas, no te olvides de coger pañuelos porque también va a dejarte una huella imborrable en el corazón.

Un beso accidentado es ese que llega dispuesto a poner tu vida del revés. Y así, es justo cómo se sintieron la chica del pelo rosa y el chico con acento ruso después de ese primer encuentro. Porque a pesar de que eran dos polos completamente opuestos, juntos, habían empezado a convertirse en una bomba atómica a punto de explotar. Sacarle de quicio se había convertido en el pasatiempo favorito de él e insultarle es lo que más le gustaba hacer a ella… Un tira y afloja. Un te odio y un te quiero. Un ahora sí o quizás no.

Recuerdos y nostalgia. Para mí, la magia de este libro reside justo aquí, en lo importante que es crecer al lado de alguien que sabe darte todo el amor del mundo sin pedir nada a cambio. En lo importante que es crear instantes con esas personas... Desde aprender a montar en bicicleta, hasta terminar una maqueta de avión. Buffy y Nikolay han tenido mucha suerte de tener una infancia maravillosa al lado de sus abuelos y lo más bonito de este libro es que a pesar de que ellos ya son adultos y la vida ha ido cambiando, el recuerdo de esos días junto a ellos siempre conseguirá salvarlos de alguna manera.

De lo que no cabe duda es de que Patricia Bonet ha conseguido crear un hogar en el interior de estos libros. Como si al abrir la primera página te teletransportaras directo a Variety Lake. Ese lugar donde los miércoles hay mercado y los sábados se llenan de risas, anécdotas, cotilleos y por supuesto, margaritas. Donde el mejor café lo venden en el Suki´s Coffee y las noches de bolera se convierten en inolvidables. Y es que las Green Ladies siguen siendo una de las partes más importantes de esta novela, la amistad que une a Meadow, Zoe, Buffy y Aiko, te hará sentir que formas parte de algo y por eso creo que estos libros están siendo para mí tan importantes porque estos personajes se han convertido en refugio, familia y verdadera amistad. 

Además, este libro no ha dejado de sacarme una sonrisa tras otra porque aunque en esta entrega los personajes principales son Buffy y Nikolay, la historia de Meadow y Duncan seguirá estando muy presente en estas páginas e iremos conociendo cómo ha ido avanzando su relación y no solo eso, es que en estas páginas también veremos como empieza a desarrollarse la historia de Zoe y Liam, los protagonistas del siguiente libro y os prometo, que ahora mismo, de lo único que tengo ganas es de sentarme, encender una vela y ponerme a leer “Un beso eterno”.

La vida está hecha de momentos, pero sobre todo de personas. Personas que deben sumar, nunca restar... Y esto es algo que he vuelto a aprender gracias a este libro. Una historia que también nos recuerda que somos nosotros mismos los que debemos tomar nuestras propias decisiones porque nadie tiene por qué obligarnos a ser algo o alguien que no queremos. 

Con unos diálogos en los que saltan chispas y fuegos artificiales, Patricia Bonet ha sabido hacerme sentir toda clase de emociones y hacer que esta historia me deje con una sonrisa en los labios y un recuerdo inolvidable en el corazón.  Así ha sido para mí, “Un beso accidentado”.

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Reseña: Un beso inesperado

Veintisiete pruebas por cada año cumplido; hacer twerking, besarle la cabeza a un hombre calvo, tocarle la barriga a una embarazada, salir de fiesta en zapatillas de deporte… Tomarse un chupito en el cuello de un camarero. Así es como empieza la historia de Meadow y Duncan. Un cumpleaños, una noche, una botella de tequila y un beso inesperado…

La serie, “Un beso”, de Patricia Bonet, nos deja con una primera entrega divertida, emocionante y llena de personajes inolvidables. Una historia que nos enseña que las mejores cosas de la vida son las imprevistas porque llegan cuando menos te las esperas y están llenas de sorpresas. Y para mí, este libro ha sido justo eso, una gran sorpresa. 

Y es que hay miradas que consiguen que el resto del mundo deje de existir, que el tiempo se paralice… Pero a pesar de la química y la física que Meadow y Duncan sienten el uno por el otro, no lo tendrán fácil. Lo suyo, además de ser una auténtica locura, también es bastante complicado, sobre todo, cuando descubren que él es el profesor del hijo de ella. 

Amistad, familia y amor. Estos son los grandes ingredientes de este libro y los que consiguen que esta novela sea tan especial. Pero, las culpables de que esta historia me haya hecho soltar más de una carcajada son sin duda; Zoe, Buffy y Aiko, las mejores amigas de Meadow y las protagonistas de los siguientes libros de esta serie. Libros que por cierto, estoy deseando leer porque mi corazón, ahora mismo, pertenece a este pequeño pueblo perdido de Estados Unidos, llamado Variety Lake. Aunque, si hay alguien que se ha ganado por completo mi corazón, ese ha sido Ethan, el hijo de nuestra protagonista, al que ahora mismo, quiero llenarle la vida de abrazos.

Y bueno, no voy a negarlo, cuando quise darme cuenta, ya me había leído la mitad del libro y eso que soy una persona que lee lento, que le gusta tomarse las cosas con calma… Saborear cada palabra, recrearse en cada escena, releer una y otra vez las mejores partes… Pero es que os prometo que no he podido dejar de leer este libro en ningún momento. De pronto, estaba allí, alojada en una habitación del Bed & Breakfast, paseando por las calles de Variety Lake, comiendo wagashi en el Suki´s Coffee, cocinando tacos en familia, haciendo helado con las Green Ladies o pasando una noche inolvidable de margaritas con mis mejores amigas. Me he visto allí, rodeada de todos estos personajes, formando parte de esta pequeña gran familia que ha creado Patricia Bonet y me he sentido, simplemente, feliz. 

Ella, que lleva toda su vida planificándolo todo. Él, que por culpa de una apuesta, dejó la gran ciudad para irse a vivir a un lugar sin rascacielos. Ella, que descubrió a su marido siéndole infiel con otra mujer. Él, que se marchará dentro de un año. Ella, que es experta en salir corriendo. Él, que no creía en los flechazos. Ellos, que soñaban el uno con el otro y se miraban de reojo cuando creían que nadie más se daba cuenta… Así es “Un beso inesperado”. Un romance que ha sabido dejarme con la piel de gallina, una sonrisa gigante en los labios y unas ganas enormes de enamorarme.

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