¿Y tú? ¿Cómo imaginabas
que iba a ser tu vida? ¿Eras de los que se creían invencibles a los dieciséis años
o de los que empezaban a entender que hacerse mayor no implicaba tener un final
de cuento de hadas?
Charlie Lewis, era de los que pensaba que sus padres
estarían juntos toda la vida, que acabaría estudiando en una universidad y que
nunca tendría problemas económicos… Pero lo que no imaginaba es que a su corta
edad iba a tener que lidiar con un divorcio, un padre con depresión y un futuro
de lo más incierto…
David Nicholls, el autor, nos narra el verano en que
la vida de Charlie Lewis
cambió, porque al final, son nuestras decisiones las que marcan
un antes y un después y aunque en ese momento nuestro protagonista
no lo sabía… apuntarse a una compañía de teatro iba a dar un giro de 180 grados
a su vida.
“Dulce despedida” es sin duda, uno de los libros más realistas que
he leído y creo que hacía tiempo que no disfrutaba tanto del placer de la
lectura. Y quizás, esto sea una tontería para algunos, pero a veces
creo que es necesario sentarse a leer sin pretensiones, sin expectativas y
sobre todo sin prisas. Disfrutando de los matices, de los detalles y de la
intimidad que crea el autor a través de sus palabras…
Y es que me he sentido TAN
identificada con el protagonista de este libro que no he podido evitar revivir
momentos de mi vida. Y creo que eso es justo lo que pretendía David Nicholls con esta
historia… El mirar con retrospectiva a nuestro pasado y el aprender de
nuestros recuerdos. Y eso, solo ha conseguido que acabara emocionándome
con escenas de lo más cotidianas y que me llenara de risas con los diálogos más
simples.
Por otra parte, uno de
los elementos principales a destacar de esta novela es Shakespeare. Y
es que hay que decir, que el autor, ha hecho un trabajo fantástico a la hora de
enlazar la obra de “Romeo y Julieta”
con la historia de Charlie,
sobre todo, porque creo que ha conseguido darle un punto
reflexivo a estas páginas que hace que este libro merezca mucho la pena.
Y bueno, por si os lo estáis preguntando, “Romeo
y Julieta”, también es la obra a la que se ha apuntado nuestro protagonista
y no, él no es el encargado de interpretar al personaje principal porque se le
da fatal actuar… Y si ahora, os estáis preguntando que porqué empezó a dar
clases de teatro si ni siquiera le gustaba, la respuesta es sencilla... por
amor.
Fran Fisher fue la primera que conquistó el corazón de
Charlie y en estas
páginas viviremos con intensidad la fuerza de ese huracán al que
llamamos “primer amor”; ese que pensamos que va a poder con
todo, ese que, a pesar de los años, todos seguimos recordando... Pero no os
equivoquéis, esta novela no solo esconde una historia romántica
como tal, sino que se llena de diferentes clases de amor porque Charlie, tendrá que reconciliarse
con su familia, tendrá que encontrar su sitio y tendrá que descubrir quiénes
son sus verdaderos amigos… Porque, a fin de cuentas, lo que nos narra este
libro son las diferentes etapas por las que tiene que pasar nuestro
protagonista; como va tomando decisiones, afrontando los problemas y como va
evolucionando a lo largo de los años hasta convertirse en la persona que
realmente quiere ser.
Y bueno, desde que se publicó
este libro, no he parado de ver reseñas negativas y creo que el gran problema
que han tenido estas personas con la historia de Charlie Lewis es que se esperaban que se iban a
encontrar con la típica historia adolescente de un amor de verano que va a la
velocidad de la luz; chico conoce a chica, amor a primera vista, vivieron
felices y comieron perdices… Y no nos engañemos, “Dulce despedida”,
es justo eso, pero también es mucho, MUCHO más… Son las dudas, los miedos, esa
primera vez, el paso a la madurez… En definitiva, la vida de un
adolescente perdido que está empezando a darse cuenta de que convertirse en un
adulto no es ni por asomo como nos habían contado que sería.
Lo que sí tiene de malo
este libro es la traducción; no solo encontramos faltas de
ortografía, sino que también hay inconexos en el texto y las palabras no se
acaban enlazando con fluidez… Y al igual que ha habido partes que
he releído porque me han hecho reflexionar, también ha habido otras, que he
tenido que releer porque no entendía exactamente lo que el texto me quería
decir… Y esto es una lástima porque se nota que la editorial ha
apostado por una apariencia bonita, ya que es un libro que tiene muchos detalles
en la edición, pero considero que deberían de haber priorizado y
haber invertido más en una mejor traducción.
En conclusión, “Dulce despedida” no solo ha sido una
de mis mejores lecturas del año, sino que se ha convertido en uno de esos libros
que da igual el tiempo que pase porque siempre lo voy a recordar con esa nostalgia
que solo las mejores historias nos dejan...