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lunes, 11 de septiembre de 2023

Reseña: Todos nuestros veranos


Doce años desde su último viaje a Barry´s Bay. Doce años desde que su vida empezó a ir a la deriva. Doce años desde la última vez que Percy vio a Sam

“Todos nuestros veranos” es la primera novela de Carley Fortune y yo solo espero que esta autora no deje de escribir porque si hay algo que ha demostrado a través de estas páginas es que tiene un don. No es fácil hacer magia a través de las palabras, pero ella, sin duda, lo ha conseguido. 


Estamos hablando de un libro que trata sobre segundas oportunidades. Dos mejores amigos que por fin vuelven a estar juntos… Pero mientras que él, ha conseguido pasar página, ella no ha dejado de darle vueltas al motivo por el cual se separaron y es que volver al lugar donde cada verano fue la persona más feliz, no será fácil para Percy…  Una disculpa, un perdón y las ganas de volver a ser los mismos de antes… Pese a que todo haya cambiado… Pese a que ellos ya no sean esos adolescentes que veraneaban juntos en Barry´s Bay.


No voy a negarlo. He vivido esta historia de una manera muy intensa, de hecho, no concibo leer este libro de otro modo porque la novela en ningún momento te da tregua para que cierres el libro y te olvides de él. Al contrario, siempre te deja con ganas de más. De ahí, que haya sido uno de los libros que más rápido he leído. Y es que yo necesitaba saber qué es lo que hace que Percy y Sam se separen cuando estaba claro que ambos habían nacido para estar juntos… Y desde luego, creo que la autora juega muy bien sus cartas en este sentido porque si hay algo que ha sabido mantener hasta el final, es esa intriga que te invita a no parar de leer.


Esta historia nace, crece y evoluciona gracias a que la autora intercala capítulos narrados en el pasado con capítulos escritos en el presente. Dos niños que comían Oreo en la habitación, dos adolescentes que se besaban a la más mínima oportunidad y dos adultos que no saben poner nombre a lo que siguen sintiendo… Pero lo más sorprendente de todo es que la parte del presente se desarrolla en un solo fin de semana. Y de verdad, no sé como lo ha hecho la autora, pero en dos días consigue regalar a sus lectores un montón de escenas increíbles y lo mejor de todo, es que en cada una de esas escenas, logra transmitir un millón emociones.


Y es que si esta historia cobra vida propia es gracias a todos los detalles que encontramos en su interior… Desde una pulsera de la amistad hasta una manta Hudson´s Bay. Un helado de Moose Tracks para Sam y uno de sabor algodón para Percy. Ver películas de terror en el sótano, comer pierogi y trabajar en La taberna. Cruzar el lago a nado, un barco llamado, “Banana” y navegar hasta La Roca del Salto. Volver a la cabaña cada Acción de Gracias, disfrutar cada verano juntos y tres novedades por todos esos meses sin verse… Y también los ataques de pánico y el miedo a no ser suficiente… Sí, Carley Fortune, ha sabido llenar de realidad cada una de estas páginas y hacer que sus personajes se vuelvan tangibles ante nuestros ojos.


De hecho, de este libro me quedo con un mensaje bastante importante. Y es que no debemos dar por sentadas ciertas cosas… Ni mucho menos a las personas. Porque el amor no existe, solo sus hechos y porque las relaciones siempre son continuos inicios, entonces no basta con decir que somos pareja, hay que ser una pareja con todo lo que eso conlleva. 


Con una ambientación que te dará ganas de hacer las maletas y con un entorno bastante familiar, “Todos nuestros veranos”, se llena de nostalgia, segundas oportunidades y una amistad que sabrá dejarte una huella imborrable en el corazón.


viernes, 23 de julio de 2021

Reseña: Todos los veranos del mundo

Todo estaba en orden, todo era seguro hasta que Helena volvió a Serralles, el pueblo de todos los veranos de su infancia, y ya nada importó… Ni si quiera su boda con el Juez Dredd. Allí el tiempo transcurre de otra manera, la luz es distinta y las cosas que parecen importantes en la ciudad, pierden por completo su poder. Pero lo que nuestra protagonista debería de haber sabido es que no importa lo lejos que corras a esconderte, la vida siempre acaba por encontrarte.

Cada vez que leo a Mónica Gutiérrez acabo pensando lo siguiente; esta autora no escribe, esta autora hace magia. De hecho, no sé cómo lo hace, pero siempre consigue que me reencuentre conmigo misma, pese a que ni siquiera fuera consciente de lo perdida que estaba y, sobre todo, consigue recordarme las cosas importantes de la vida; el poder que tiene un abrazo, los efectos de una sonrisa, la importancia de rodearte de personas que te quieren por como eres…

“Todos los veranos del mundo”, es una historia que nos habla sobre la vida, el paso de los años y el recuerdo de los que ya no están. Pero también, tiene entre sus páginas, la historia de amor más bonita que ha escrito esta autora hasta la fecha. Nuestra Helena de Troya volverá a coincidir después de veinte años con nuestro adorado Paris, más conocido como Marc. Y los dos niños que llenaban cada calle de carcajadas, helados y carreras en bicicletas... volverán a perderse en la magia las noches de verano. El problema es que nuestra protagonista está a punto de casarse con otro hombre.

Un libro que nos hace reflexionar sobre los cambios y el miedo que estos nos provocan y también nos deja pensando en las decisiones; en el por qué o por quien decidimos tomarlas. Lo que es correcto y lo que no. Y de verdad, me ha encantado ver la evolución que tiene el personaje de Helena a lo largo de las páginas. Ver como consigue volver a sentirse en paz consigo misma, ver como decide apostar por su felicidad y, sobre todo, ver como vuelve a conectar con cada miembro de su familia; su madre, sus hermanos, sus sobrinos… Y hasta el vikingo de la floristería. Porque aquí, cada personaje cuenta.

Y aunque parezca mentira, esta es la primera vez que no voy a recomendar leer a esta autora bajo el sonido de una tormenta, atrapada entre las mantas y con una buena taza de chocolate. El propio título te da una pista, pero por si te quedaba alguna duda, no pierdas la oportunidad de leer este libro en verano, de hecho, creo que, a partir de ahora, lo leeré cada uno de mis veranos y a poder ser con una buena copa de vino en la mano, porque sin duda, se ha convertido en uno de mis libros favoritos.

Una historia perfecta para desconectar que consigue atraparte con los cinco sentidos porque es muy fácil sentir cada aroma, cada sabor… Ver a través de las páginas. De hecho, cuanta con una ambientación que dan ganas de coger las maletas y viajar hasta la pequeña localidad a pie de los Pirineos.

Pero, sinceramente, lo que no acabo de comprender es como se ha podido hablar tan poco de este libro con lo bien escrito que está, con lo fácil que resulta engancharse a sus páginas, con la historia tan bonita que esconde en su interior… Y es que, solo le han bastado doscientas páginas a esta autora para crear una novela a la que no le falta ningún detalle y ninguna pizca de magia.

Es tiempo de vendimia, tiempo para tomar el té en tu librería favorita, tiempo para aprender a volar… Así es “Todos los veranos del mundo” una novela dulce, entrañable… De esas que consiguen curarte por dentro y de esas que logran que te sientas mejor contigo misma.



Si quieres saber más sobre este libro, pincha aquí.