Doce años desde su último viaje a Barry´s Bay. Doce años desde que su vida empezó a ir a la deriva. Doce años desde la última vez que Percy vio a Sam…
“Todos nuestros veranos” es la primera novela de Carley Fortune y yo solo espero que esta autora no deje de escribir porque si hay algo que ha demostrado a través de estas páginas es que tiene un don. No es fácil hacer magia a través de las palabras, pero ella, sin duda, lo ha conseguido.
Estamos hablando de un libro que trata sobre segundas oportunidades. Dos mejores amigos que por fin vuelven a estar juntos… Pero mientras que él, ha conseguido pasar página, ella no ha dejado de darle vueltas al motivo por el cual se separaron y es que volver al lugar donde cada verano fue la persona más feliz, no será fácil para Percy… Una disculpa, un perdón y las ganas de volver a ser los mismos de antes… Pese a que todo haya cambiado… Pese a que ellos ya no sean esos adolescentes que veraneaban juntos en Barry´s Bay.
No voy a negarlo. He vivido esta historia de una manera muy intensa, de hecho, no concibo leer este libro de otro modo porque la novela en ningún momento te da tregua para que cierres el libro y te olvides de él. Al contrario, siempre te deja con ganas de más. De ahí, que haya sido uno de los libros que más rápido he leído. Y es que yo necesitaba saber qué es lo que hace que Percy y Sam se separen cuando estaba claro que ambos habían nacido para estar juntos… Y desde luego, creo que la autora juega muy bien sus cartas en este sentido porque si hay algo que ha sabido mantener hasta el final, es esa intriga que te invita a no parar de leer.
Esta historia nace, crece y evoluciona gracias a que la autora intercala capítulos narrados en el pasado con capítulos escritos en el presente. Dos niños que comían Oreo en la habitación, dos adolescentes que se besaban a la más mínima oportunidad y dos adultos que no saben poner nombre a lo que siguen sintiendo… Pero lo más sorprendente de todo es que la parte del presente se desarrolla en un solo fin de semana. Y de verdad, no sé como lo ha hecho la autora, pero en dos días consigue regalar a sus lectores un montón de escenas increíbles y lo mejor de todo, es que en cada una de esas escenas, logra transmitir un millón emociones.
Y es que si esta historia cobra vida propia es gracias a todos los detalles que encontramos en su interior… Desde una pulsera de la amistad hasta una manta Hudson´s Bay. Un helado de Moose Tracks para Sam y uno de sabor algodón para Percy. Ver películas de terror en el sótano, comer pierogi y trabajar en La taberna. Cruzar el lago a nado, un barco llamado, “Banana” y navegar hasta La Roca del Salto. Volver a la cabaña cada Acción de Gracias, disfrutar cada verano juntos y tres novedades por todos esos meses sin verse… Y también los ataques de pánico y el miedo a no ser suficiente… Sí, Carley Fortune, ha sabido llenar de realidad cada una de estas páginas y hacer que sus personajes se vuelvan tangibles ante nuestros ojos.
De hecho, de este libro me quedo con un mensaje bastante importante. Y es que no debemos dar por sentadas ciertas cosas… Ni mucho menos a las personas. Porque el amor no existe, solo sus hechos y porque las relaciones siempre son continuos inicios, entonces no basta con decir que somos pareja, hay que ser una pareja con todo lo que eso conlleva.