¿Sabes esos libros que te hacen tomar decisiones, esos que te
preguntan cómo quieres que continúe la historia y a partir de tu respuesta, te
llevan a una página u a otra? La vida tiene que ser algo parecido a eso… Un destino
diferente por cada elección que tomamos, por cada palabra que callamos y por
cada cosa que logramos hacer o no a tiempo…
París, la luna y una chica
perdida que se acababa de encontrar en la mirada de un desconocido… Una
relación que irá madurando gracias a noches de e-mails y confesiones. Porque a
pesar de ese encuentro fugaz que cambió sus vidas, Ginger, tendrá que volver a Londres para terminar sus
estudios y trabajar en la empresa de su padre y Rhys, tendrá que seguir recorriendo el mundo haciendo
lo que más le gusta, música. Una
historia de amistad a través del tiempo y de la distancia, un romance a fuego
lento entre dos extraños que apenas se han rozado…
Emocionalmente inestable. Así es como me ha dejado
Alice Kellen, la autora,
tras leer, “Nosotros en la
Luna”. Esta nueva
novela está cargada de emociones, pero, sobre todo, está llena de sinceridad. Un
libro que te hará que te replantees muchos aspectos de tu vida y que te dejará reflexionando
sobre el futuro, el éxito, la rutina, la estabilidad, los cambios… Una historia que no dejará indiferente
a nadie.
Y es que Alice Kellen te convierte en la protagonista de
estas páginas y no solo porque empatizar con Ginger es algo de lo más sencillo, sino porque
consigue que vivas a través
de las palabras. Y no lo voy
a negar… me he sonrojado, se me ha acelerado el pulso, me ha frustrado, he
llorado y me he emocionado al leer la palabra; “amigoaniversario”.
“Nosotros en la Luna” es uno de esos libros con
los que se te olvida comer y con los que te vas a dormir de madrugada porque te
mientes a ti misma diciéndote eso de; “Un capítulo más y me acuesto”. Y creo, que en parte, el tema de los
e-mails es lo que hace que estas páginas sean todavía más adictivas,
porque gracias a ellos, vamos viendo cómo va creciendo esa química entre Ginger y Rhys, a la par que somos
testigos de cómo el paso del tiempo les va afectando; cómo van cometiendo
errores, como van alcanzando sus sueños…
Posiblemente si por algo se diferencia esta historia de todas
las demás es por ser más compleja de emociones. Creo que la autora
ha sabido reflejar muy bien la vida misma y ha sabido crear a unos personajes muy distintos, llenos
de matices que se vuelven reales nada más abrir el libro. Su
historia de amor también es bastante peculiar porque a pesar de la atracción de
ese primer encuentro, ambos acaban convertidos en mejores amigos… Una relación a distancia, llena de
tensión y llena de cariño que va sumando años y que, al mismo tiempo, va
restando esos kilómetros que los separan...
Por otra parte, el cuento de “El principito” cobra vida
en estas páginas y de verdad que me ha encantado como la autora ha relacionado
cada ingrediente y cada cita con el momento en el que nuestros protagonistas se
encontraban. E igual que Antoine de Saint-Exupéry te hace releer una y otra vez partes de su libro, Alice Kellen, consigue el
mismo efecto con sus palabras porque hay tanta verdad escondida en cada una de
ellas, que no he podido evitar quedarme enredada entre sus letras. Pensando
en ellas, incluso cuando ya había llegado al final.
Y sobra decir, que una de las
cosas que más me gustan de los libros de esta escritora es encontrar algún que
otro cameo de los personajes de sus anteriores publicaciones. Y sí, reconozco que volver a Byron
Bay gracias al trabajo de DJ de Rhys ha sido algo de lo más emocionante porque eso solo podía significar que Axel, el protagonista de la bilogía; “Dejaque ocurra”, iba aparecer en algún momento y me iba a sacar una sonrisa
gigante
Yo no sé si la autora es consciente de todo lo que consigue
con sus palabras, de todo lo que hace sentir a sus lectores, pero de verdad, gracias
Alice Kellen por hacerme leer este libro colgada de la luna, boca abajo y con
una sonrisa inmensa.
¡MUCHAS GRACIAS A LA EDITORIAL POR EL EJEMPLAR!
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