lunes, 20 de enero de 2020

Reseña: No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas



“¿Qué he hecho yo para merecer esto?” No sé cuántas veces en la vida una persona puede hacerse esta pregunta… ¿Millones? ¿Billones? Pero es que hay días que somos como un imán para las cosas malas, que todo nos pasa a nosotros y que después de una cosa, viene otra peor… Todos tenemos un mal día, eso es un hecho, pero… ¿Podemos culpar siempre al karma por todo aquello que nos pasa por gilipollas?

La vida de Sara es como la de cualquier persona; trabaja para poder pagar las facturas, tiene un novio que no está nada mal y parece que su felicidad está a un solo paso… Pero claro, digo “parece” porque hay que contar que su trabajo de plumista apenas le da para comer y más cuando vive en un país que está pasando por una crisis económica, que su novio Roberto vive en París y lleva sin tener relaciones sexuales todo un año, y que la casa de su abuela donde se había independizado para poder vivir sola, está a punto de hacerse añicos y por si eso fuera poco, su padre ha decidido mudarse con ella porque su mujer le ha puesto los cuernos. Un desfile de moda que preparar y una boda que organizar porque su hermana se casa y el novio es Aarón, el cantante de moda, el amor adolescente de Sara

Llega, “No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas”, la primera novela de Laura Norton, para recordarte eso de que, si sientes que tu vida es una mierda, siempre hubo, hay y habrá alguien peor que tú. Y creerme cuando os digo que los dramas pierden intensidad cuando te das cuenta de que tú no eres el único en el mundo al que todo le sale mal.

Siempre he pensado que hacer reír a alguien es mucho más complicado que hacerle llorar… Por eso, valoro mucho el trabajo que ha realizado la autora en estas páginas porque no solo tiene una imaginación sin límites y un humor que contagia, sino que me ha hecho llorar de la risa en varias escenas y eso no lo consigue cualquiera.

Y es que, si algo está claro es que Sara no está pasando por su mejor momento sobre todo porque a pesar de todos los problemas que van y vienen, no puede dejar de pensar en Aarón. Porque él ha vuelto, pero ella ahora tiene novio y él se va a casar con su hermana. Ellos, que recuerdan lo que nunca fue, lo que querían ser… Pero a veces, como bien dice la autora, tenemos que aprender a distinguir donde acaba el amor y donde empieza el cariño. “No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas” no es una historia de amor como tal, pero sí tiene su pizca de romance y está muy, pero que muy bien desarrollada, sobre todo porque cuenta con unos personajes perfectamente definidos con los que poder sentirte más que identificado.

Pero si hay algo que me ha parecido fascinante y que me gustaría destacar es el hecho de que a pesar de que la autora narra muchísimas situaciones surrealistas, su forma de conectar una catástrofe con otra, no le resta credibilidad en ningún momento, es más es un libro que me ha parecido de lo más auténtico. Además, me ha gustado mucho el hecho de que la autora, no haya recurrido al drama barato sentimental y eso que no paran de ocurrir cosas y casi ninguna buena. En cambio, Laura Norton, nos deja con diálogos llenos de comedia y con escenas de lo más originales que serán imposibles de olvidar.

Por otro lado, quería comentar que esta historia tiene su propia adaptación cinematográfica y que yo antes de leer el libro vi la película y mi recuerdo de ella fue bastante insignificante, no sé si es que tenía muchas expectativas, pero lo cierto es que apenas disfruté viéndola y eso me hizo aparcar el libro en la estantería. No me arrepiento de ello, porque creo que necesitaba desintoxicarme un poco de todas las críticas que había visto y olvidarme de paso de la sensación que me había dejado la película… Y ahora, después de varios años, leer cada una de estas páginas me ha hecho comprender porque este libro tuvo y tiene tanta fama y es que, sin duda, es una historia se merece cada uno de sus éxitos.  Y creo que sobra decir, que estoy deseando leer su segunda parte.

En conclusión, “No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas”, es un golpe de realidad o una revelación china, como Sara, nuestra querida protagonista diría, porque si hay algo que hemos aprendido de esta historia es que cuando menos te lo esperas, todo se puede complicar y todo puede empezar a ir de mal en peor… Pero eso, a fin de cuentas, solo puede significar que de pronto la vida puede empezar a sonreírte también en cualquier instante y que hay que estar atentos para no perdernos nada… Porque la vida es más divertida cuando es imprevisible.


¡MUCHAS GRACIAS A LA EDITORIAL POR EL EJEMPLAR!


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