¿Acaso hay otra forma de ganar la guerra?
La Purga Ancestral había dejado sin vida a muchas criaturas; unicornios, faunos… Y humanos. Pocos fueron capaces de sobrevivir en esta guerra alimentada por el odio, sin embargo, una mujer pudo escapar después de que su familia y todo lo que amó fuese destruido. Y gracias al vínculo que une a humanos y dragones… cien años después, la Dama de Gris y Kâyak, su amiga escupe fuego, siguen esperando el momento en el que puedan dejar de esconderse para poder vivir en paz.
Llega “El legado del bardo”, la primera novela de fantasía de Ana Calatayud, y de verdad espero que no sea la última, porque esta autora tiene una imaginación que no ha hecho más que despertar.
Este libro comienza con el viaje
de nuestras protagonistas hacia la tierra de Iliandor para descubrir el motivo
de los últimos ataques. Pero para ello, ambas, tendrán que despedirse de Lyra y Lory, los hijos pequeños de la dragona, que
quedarán a cargo del fauno, Trystan.
Dividiendo así, la
novela en dos partes, ya que, de manera intercalada, iremos viendo que pasa con
las vidas de todos ellos.
Si que es cierto que mis partes
favoritas de esta novela pertenecen a los momentos en el que vemos a los
dragueznos con el fauno porque creo que la autora ha sabido crear en estas escenas a unos personajes
maravillosos y de lo más entrañables. Sin embargo, en las partes de
la Dama de Gris y Kâyak he echado en falta ese sentimiento. De hecho, me llegué a
plantear que, si el libro hubiera estado narrado en primera persona por la Dama de Gris, esta sensación, quizás,
habría menguado porque habría sentido a estos personajes más cercanos, más
reales.
Y es que he tenido la sensación
de que Ana Calatayud ha
sido muy correcta a la hora de escribir, pero creo que al mismo tiempo se ha
contenido muchísimo con la única intención de querer hacerlo bien. El resultado de esto, es que he
necesitado que en algunos momentos la autora explotara y llenara a cada página
de vida, de emociones… De alma. Algo así, también he sentido con el
final porque he tenido la sensación de que todo iba tan rápido en las últimas
páginas que no me daba tiempo ni a reaccionar…
Aceptarse a sí mismo y aceptar a las personas tal y como son
creo que es el gran mensaje de esta novela. No solo lo vemos
reflejado en la lucha entre los dezod y custodios; la gente que odia a las
criaturas ancestrales y las personas que están de su parte. Sino que también,
este sentimiento se refleja en cada uno de nuestros personajes; faunos que se
sienten humanos, heridas del pasado con las que tienen que aprender a vivir… Y
creo que, en este sentido,
la autora ha hecho un trabajo extraordinario por todo lo que se puede leer
entre líneas, llevando todos estos problemas a la actualidad. Porque
al final, como bien dice Ana
Calatayud en estas páginas, no importa de qué raza o especie sea alguien, no importan sus
diferencias, todos los seres tienen el mismo derecho a vivir en paz.
No hay que olvidar tampoco que es
un libro autoconclusivo y por eso, creo que la autora no se ha extendido tanto,
pero sí que es cierto que me
hubiera gustado ver a más criaturas ancestrales, ya que al final, he
tenido la sensación de que todo giraba en torno a faunos y dragones y no en las
diferentes especies que englobaba esta batalla. De hecho, creo que hubiera sido
mágico conocer a nuevas criaturas y que estas mismas llevaran la voz cantante.
Algo así, me ha pasado también
con el décimo enclave de la Orden de Bardo, el refugio de criaturas ancestrales
que se encarga de acoger a todos aquellos seres que se sienten diferentes y al
hogar al que van a parar nuestros personajes. Me ha parecido un sitio
maravilloso, pero sí que es cierto que me he quedado con ganas de más porque es uno de
los ingredientes más fuertes de la novela y me hubiese gustado conocerlo mejor.
Por otro lado, la escritora en
estas páginas utiliza la música para hacer de Iliandor un sitio mejor, y yo
creo que esta autora ha conseguido ese mismo efecto con sus palabras, porque gracias a todo lo que representa “El
legado del bardo”, Ana Calatayud ha hecho del mundo un lugar mejor.
Además, no me puedo ir de aquí, sin
comentar la preciosa edición que la editorial ha hecho para esta historia
porque si la portada es una
delicia, por dentro es totalmente mágico.
¿Es posible ganar una guerra antes de empezarla? Descúbrelo,
leyendo: “El legado del bardo”.