Puede que te estés
asando de calor, que no concibas los meses de julio y agosto sin ir a la
piscina o sin saltar las olas del mar… Pero ten algo en cuenta, el verano solo
empieza cuando te atreves a traspasar las puertas del Campamento Mestizo.
“Percy Jackson y la
vara de Hermes” es el crossover que todo fan de la saga estaba
esperando. Rick Riordan complementa “Los dioses del olimpo” y “Los héroes del Olimpo” con este libro de relatos cortos que
nos muestran las distintitas etapas por las que ha pasado el campamento y sus
semidioses.
Por una parte, conoceremos en “El diario de Luke Castellan” la vida de este héroe antes de su
llegada al campamento, su relación con la hija de Zeus, Thalia y como los dos, conocieron a Annabeth en una de sus
aventuras, pasando así, a ser los mejores amigos del mundo. Y de verdad, que me
ha parecido fascinante ver esta otra faceta del personaje de Luke, antes de quedar
corrompido por la presencia de Cronos. Y hablando de personajes… Percy Jackson se vuelve a
llevar toda mi atención en el segundo relato, llamado “La vara de Hermes”. Él
y Annabeth, vuelven a unir sus fuerzas en una misión
suicida que les propondrá el mensajero de los Dioses, el día de su primer
aniversario como pareja. Y sobra decir, que ha sido mi historia favorita, aunque,
muy de cerca a quedado en el ranquin la protagonizada por Leo Valdez, “La búsqueda de Buford” ya que junto a Piper y Jason representan uno de los capítulos más cómicos de
la novela.
En cuanto a “El hijo de la magia”
es el último relato que encontramos y está escrito por Haley Riordan, el hijo
de Rick Riordan. Esta parte sin duda, ha sido la que más curiosidad me ha
despertado, no solo porque él fue una fuente de inspiración para su padre
a la hora de crear todo este universo de dioses, sino porque esta vez, él tenía
voz y respuesta a muchas de las cosas que Rick, nunca ha sabido darle
explicación. ¿Quién controla la niebla? ¿Por qué
los monstruos pueden oler a los semidioses? ¿Qué pasó con aquellos que apoyaron
a Cronos en la última batalla? Es cierto que al final no ha sido el
relato que más he disfrutado, pero no hace falta ser muy lista para saber que
Haley, a sus dieciséis años, tiene talento y un verdadero potencial para la
escritura. Y no voy a negarlo, me ha conquistado que su padre le haya hecho un
hueco en este tomo.
Y es que Rick Riordan no solo nos
regala cuatro relatos de lo más entretenidos, sino que además, el libro nos sorprende con ilustraciones; tanto de personajes como de
escenas de la novela y también nos deja con una serie de pasatiempos que
amenizan por completo estas páginas. De ahí, que este sea el libro
perfecto para leer en vacaciones de verano. Y aunque no vamos a
obviar, que esto está pensado para un público más joven, ningún Dios griego o
romano va impedir que lo disfrutemos como el que más.
Es un libro complementario que se
puede leer en cualquier momento de la saga, pero para evitar spoilers
creo que se debería leer justo tras finalizar “El héroe perdido”, la
primera parte de la saga: “Los héroes del olimpo”. Ya
que además, este libro aporta alguna que otra pista de lo que se va ir cociendo
en los siguientes tomos.
En conclusión, cada vez son más semidioses los que veranean en el
Campamento Mestizo y para mí, siempre es un placer regresar año tras año para
vivir cada una de sus aventuras, reencontrarme con grandes amigos como Percy
Jackson y Leo Valdez y al mismo tiempo, aprender mucho más sobre la vida de los
dioses. Y sin duda, todo esto, lo he vuelto a conseguir leyendo cada uno de los
relatos de “Percy Jackson y la vara de
Hermes”.
¡MUCHAS GRACIAS A LA EDITORIAL POR EL EJEMPLAR!
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