A veces dejamos tanto la vida pasar que se nos olvida que somos nosotros
mismos quienes llevamos las riendas, quienes decidimos nuestro futuro… Nos
resignamos a sobrevivir en una rutina diaria y al final, acabamos por olvidar
lo que es sentirse viva… Lo que es sentirse útil, querida, amada… Y María
Martínez con su nueva novela; “Palabras
que nunca te dije”, nos enseña que nunca es tarde para nada y que siempre,
siempre merece la pena arriesgarse por algo que nos hace feliz.
Sara, nuestra protagonista,
será la encargada de reconstruir un pequeño château, pero de alguna forma será
ella la que acabe reconstruida, ya que esos días lejos de todo, serán ideales
para poder reencontrarse consigo misma. Tras el paso de los años y un niño, el
matrimonio de Sara y Colin está en un punto muerto. Sara no recuerda lo que es
sentirse “viva” y alejarse por unos
días de su bucle diario, la llevarán a un pequeño pueblecito de Francia. Su
estancia allí, será perfecta para que Sara vuelva a soñar con los ojos abiertos
y vuelva a creer en eso que llaman amor… El problema es que el protagonista de
esos sueños tiene nombre y se llama; Jayden.
Conocer a Jayden es una de las mejores cosas literarias que me han pasado.
No solo porque está inspirado en el mismísimo Chris Pratt y eso ha hecho que imaginarlo fuera mucho
más fácil y mucho, MUCHO más sexy… Sino que además, la personalidad que
le da la autora a este protagonista ha hecho que todos los príncipes azules se
queden para siempre en el “modo príncipe”
porque rey solo hay uno y este es Jayden. Su humor me ha conquistado
por completo y su forma tan desinteresada y altruista me ha llegado
directamente al corazón. Así que, ojalá pronto una máquina que saque a los
personajes de los libros porque me quiero ir al altar con este hombre.
“Palabras que nunca te dije” es una historia con unos protagonistas muy valientes. No solo
estamos presentes en el romance entre ambos personajes, sino que además,
estamos en constante evolución con ellos. Una lucha contra el pasado, pero
también, una novela de superación, de oportunidades y decisiones.
Debo
comentar también, que secundarios como Cristina y Luis, la mejor amiga y hermano de Sara, son unos
personajes con los que me he reído muchísimo, sobre todo, con una escena final
con Cristina y los fantasmas… Ambos me han encantado y confieso que no me
importaría leer una historia aparte sobre ellos (guiño, guiño)
En cuanto a Colin, el
marido de Sara, es un personaje fundamental en el desarrollo de esta historia y
creo que está muy bien construido y perfilado, lo cual ha hecho que me
resultara mucho más fácil detestarlo de principio a fin. Además, también quiero destacar el vínculo de
unión que une a Jayden con Miles
y David. Todos
ellos son SEALS y la forma en la que se desviven por su trabajo es algo que he
admirado. Se podría decir, que son unos superhéroes en toda regla.
Teletransportarnos
a la Provenza ha sido todo un acierto por parte de la autora ya que el ambiente llega a resultar tan mágico como la propia historia de
nuestros protagonistas. Además, los habitantes del pueblo, su forma
de vida y esa especie de paz que se respira a lo largo de la historia me han
embelesado hasta tal punto de querer hacer las maletas y viajar hasta Tullia y
Aix para disfrutar así, de ese pequeño paraíso.
No
voy a cansarme de repetir que este libro tiene una historia de amor preciosa y creo
que en parte se debe a que es una novela sin prisas. Cada escena está
perfectamente construida y sobre todo, creo que está, cariñosamente mimada.
No sabría decir cual momento ha sido mi favorito porque la autora les da un
toque original a todos, haciendo que cada instante sea especial y único. Los sentimientos de Jayden y Sara nacen de una forma tan real que
consiguen que el libro traspase las páginas y la forma en que ambos se
complementan y encajan hace que todo resulte natural y sencillo.
Otra
de las cosas que más me han llamado la atención han sido los pequeños guiños a lo largo de la novela hacia Marvel o DC, pequeños
instantes que han conseguido sacarme una sonrisa gigante. Además,
pese a que este es un libro sobre amor, la autora, también nos deja con más
de una escena llena de acción y debo confesar que me ha sorprendido muchísimo
lo bien descritas que han estado y lo realistas que me han resultado.
Sobra decir que María Martínez ha hecho un trabajo impecable en su
primera novela romántica adulta. Cada página, capítulo o escena son
preciosas de principio a fin pero cabe destacar que en ningún momento el
libro llega a resultar cursi o artificial, sino todo lo contrario. La
forma de escribir y sobre todo de transmitir de la autora cada día es más pura,
bonita, dulce… Y eso, se nota mucho a la hora de empezar a leer y verte
envuelta al instante entre los personajes y la ambientación.
En conclusión, “Palabras que nunca
te dije” es el libro perfecto para regresar una y otra vez y perderse en
cada instante. Una novela inspiradora y muy realista que no solo nos deja con
una historia de amor preciosísima, sino que además, nos enseña a luchar y a
vencer miedos e inseguridades.
¡MUCHAS GRACIAS A LA EDITORIAL POR EL EJEMPLAR Y LAS PRECIOSAS FLORES!
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