Imagina por un momento que tienes que volver atrás en el
tiempo… ¿A qué instante te teletransportarías? ¿A cuando eras un niño sin
preocupaciones quizás o a cuando te creías invencible? Ese beso en una noche de
verano, esa canción que más que cantar, gritaste en un concierto, ese momento
en el que miraste alrededor y te diste cuenta de que formabas parte de algo…
Sophie y Simon se conocieron en la universidad. Sophie y Simon crearon una vida juntos. Sophie y… como tuvo que aprender a vivir sin la
persona que más había querido. Así comienza el último libro de Alice Kellen, “Las alas de Sophie”. Una historia que nos deja
reflexionando sobre la importancia de la vida y sobre lo efímera que esta puede
llegar a ser.
Seguir adelante es un buen plan, pero a veces los
recuerdos no nos dejan avanzar… Por eso, creo que la autora ha jugado muy bien
sus cartas al intercalar un
capítulo del presente con uno del pasado porque al final también nos
hace ser partícipes de todo lo que vivieron Sophie y Simon; como se conocieron, como se enamoraron, como llenaron todo
su mundo de jirafas y galletas de frambuesa. Además, también ha sido muy bonito
y nostálgico revivir esos años locos donde encontramos a nuestros protagonistas
rodeados de amigos, formando su propia banda de rock, llenando cada página de
música y viviendo cada minuto intensamente.
En cuanto a lo que le toca vivir
a Sophie en el presente,
solo tengo una palabra para
definirlo, “emocionante”. En esta nueva etapa, no estará sola
ya que contará con el apoyo de su familia, pero en especial, el de su hermana Amber, que ha sido imposible
no amarla desde el primer momento, tanto como a Ellen y a Koen, los mejores amigos de nuestros personajes principales, que por
supuesto, se han ganado un pedacito de mi corazón, sobre todo, Koen. Y bueno, tengo que decir
que no es nada fácil hablar sobre la muerte, ni sobre las pérdidas que esta nos
causa… Pero en este caso, Alice
Kellen ha sabido plasmar muy bien los sentimientos, las reacciones y a través
de sus personajes consigue algo muy bonito, nos enseña a vivir con nuestras
propias grietas. Y enserio, por cosas como esta, no me canso de leer a esta autora
porque siempre acabo enredada entre sus palabras, entre sus verdades…
Y llegados a este punto, creo que incluso si se dedicara a escribir cuentos
infantiles como el que encontramos en el interior de este libro, “La ballena
Buba”, acabaría también por llenarlos de posits. Es un hecho.
Porque, además, una de las cosas que quiero destacar
de “Las alas de Sophie” es como la autora defiende al amor en todas sus
versiones; sin límites y en total libertad. Y es que así es como
debería de ser ese sentimiento. Y no sé, de verdad que ha sido muy especial ver
como la autora nos hablaba de amores duraderos, romances fugaces o historias que
nacen cuando menos te lo esperas. Porque que la persona que amabas ya no esté, no significa que no puedas
volver a enamorarte de nuevo. Y enserio, ha sido muy íntimo ver como
Sophie volvía a volar,
volvía a rehacer su vida.
Por otra parte, también me
encantaría hablar sobre el gran trabajo de investigación que la escritora ha
hecho, no solo porque he sentido que paseaba en caravana por cada rincón de
Ámsterdam; desde museos a campos de tulipanes, sino también porque me he podido
empapar de sus tradiciones y de su cultura gastronómica. Y quizás, parezca una
tontería para algunos, pero
hasta el detalle más pequeño puede teñir de realidad cada palabra.
Y hablando de detalles, algo que
nunca he comentado en ninguna reseña de ningún libro que he hecho, pero que en
esta ocasión me parece algo completamente necesario, es el olor que tienen las
páginas de este libro. Enserio, huelen muy bien. Obviamente huelen a libro,
pero no todos los libros huelen igual. Y esto en mi cabeza sonaba muy bien,
pero por aquí, tal vez, parezca un poco demente… Pero hacerme caso, coger el libro y olerlo.
“Las alas de Sophie” es un final y un nuevo comienzo. Es
quedarte leyendo hasta las tantas y madrugar porque no te puedes sacar a los
personajes de la cabeza. Es abrir el libro nerviosa porque no sabes lo que va a
suceder. Es enamorarte una vez y otra más. Es volar a través de las palabras…
Hace tiempo que decidí dejar de pensar cual era mi libro favorito de Alice Kellen porque al final, todas sus novelas se han convertido en una especie de salvavidas; siempre enseñándome algo más sobre la vida, sobre el amor, sobre las personas que nos rodean… La importancia de las pequeñas cosas. Y sí, reflexionar está muy bien, pero lo que consigue esta autora va mucho más allá; es ese tirón en el estómago, esa adrenalina en el corazón, esa serie de emociones que arrasan como un huracán y que bien me dejan sonriendo como una tonta o bien con los ojos borrosos por la cantidad de lágrimas acumuladas… Creo que ese es el efecto de Alice Kellen, da igual que libro decidas leer o en que instante porque ella siempre conseguirá transformar todas sus palabras en sentimientos y por eso, cada libro es diferente y al mismo tiempo igual de especial… Así que decir que me ha gustado mucho su última novela, “Las alas de Sophie”, posiblemente sea quedarme corta.
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