A veces, para conseguir respirar
solo necesitamos una manta con la que poder acurrucarnos y una buena historia
en la que adentrarnos. Una que nos hable. Que nos susurre lo que llevamos
tiempo esperando escuchar. Y esto es justo lo que me ha pasado con “La fragilidad de un corazón bajo la
lluvia”, que de pronto, me he visto envuelta entre unas páginas que
me entendían y que me hacían verme reflejada entre sus personajes, sus decisiones,
sus sueños... Y sin duda, ha
sido muy bonito volver a reencontrarme conmigo misma mientras leía este libro y
lo iba haciendo parte de mí, porque María Martínez, ha conseguido despertar
sentimientos que creía perdidos, olvidados…
Las despedidas nunca se le han
dado bien a Darcy, quizás,
porque siempre ha sentido que todo el mundo se acaba deshaciendo de ella, que
no era suficiente para nadie y que todos tarde o temprano acababan
desapareciendo de su vida. Ahora, tras perder su trabajo, su casa y a su prometido,
volver al lugar al que un día perteneció no será fácil, sobre todo, porque la
última vez que estuvo allí, su abuelo no hizo nada por retenerla y Declan, la primera persona en
llegar a su corazón, acabó abandonándola bajo la lluvia. Pero… ¿Puede alguien construir
un futuro sin antes haber hecho las paces con su pasado? La respuesta es no, y Darcy llevaba mucho tiempo
aferrándose a aquellos días…
Esta autora siempre consigue que
ame cada página de sus libros porque la forma en la que da voz a sus miedos, a sus inseguridades,
su forma de ver el mundo… Hace que no pueda ni quiera parar de leer. María Martínez tiene una
sensibilidad que sin duda es el ingrediente más especial de sus novelas y
gracias a ella, encontramos frases, reflexiones que consiguen quedarse a vivir con nosotros
porque de golpe y porrazo, nos hacen entender la vida con otros ojos.
Al final, algo con lo que nos
deja pensando “La fragilidad
de un corazón bajo la lluvia” es que todo el mundo tiene su propia versión de los hechos y todas
esas versiones son tan válidas como la nuestra. Así que en este
libro vamos a ver capítulos narrados por Declan y capítulos narrados por Darcy, algunos en presente y otros en pasado
porque otra cosa no, pero María
Martínez es experta en irnos revelando cada cosa a su debido tiempo.
Lo que sí o sí va a conseguir
esta autora a este paso es que al final haga las maletas y no vuelva a mi casa
en una temporada porque siempre
consigue hacerme viajar a lugares mágicos. La historia de Declan y Darcy se ambienta en Tofino,
una pequeña isla de Vancouver, y será allí entre; estrellas de mar, días de
lluvia y la fuerza del océano, donde nuestros protagonistas aprenderán el
verdadero significado de las palabras; amor, amistad y familia.
Decir “adiós” no es fácil y menos
con gente a la que no queremos dejar marchar, pero tanto Declan como Darcy tendrán que aprender a
despedirse de quienes más quieren y al mismo tiempo, deberán curar sus propias
heridas si quieren empezar una vida juntos porque no es lo mismo ser dos almas rotas que se necesitan
para sobrevivir que dos individuos completos con sueños propios, con ganas de
vivir cada instante del presente… Y darse cuenta de esa realidad,
les hará tomar toda clase de decisiones.
Y sin duda, ha sido muy bonito
ver como la relación de Declan y Darcy, volvía a renacer tras
ocho años en espera y muchas preguntas sin respuesta. Ser testigo de esa
química que solo existe entre ambos y que ha conseguido acelerarme el corazón
en más de una ocasión. Pero, creo, que mi parte favorita del libro ha sido la
relación de nuestra protagonista con su abuelo, esos momentos que ambos
comparten, el amor que nace poco a poco entre ambos, su complicidad… Desde
luego que todavía tengo el
corazón encogido y las lágrimas tras las pestañas al rememorar esas escenas
porque me han traído mis propios recuerdos a la cabeza y eso es algo por lo que
le estoy muy agradecida a la autora.
En conclusión, pasado y presente se entremezclan en este
libro formando un solo tiempo para irnos revelando una verdad tras otra. Una
historia que nos habla de echar raíces, de encontrar nuestro lugar en el mundo…
Un libro que nos ayuda a hacer las paces con nosotros mismos y nos da alas para
hacer realidad todos nuestros sueños. Así, es para mí, “La fragilidad de un
corazón bajo la lluvia”.
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