Imagina por un momento
que lo tienes todo; amor, trabajo, dinero, familia, salud… Una vida perfecta.
¿Qué pasaría después, si descubrieras que durante años has estado viviendo en
una gran mentira?
Tras descubrir la verdad, Sharon, nuestra protagonista, tendrá
que enfrentarse a los fantasmas del pasado de su difunto padre. Afrontar su
pérdida no será fácil y si a eso, le sumamos un novio que la utiliza para sus
propios bienes, un suegro caza fortunas y una hermana melliza perdida… Pues
podría decirse que no está pasando por una buena época. Por suerte, ella es
toda una guerrera y con el apoyo de las personas que de verdad le quieren,
luchará por todo aquello que le importa.
“El proyecto de mi vida” sin duda es uno de los
libros más especiales de la autora y esto se debe a que por primera vez, la
trama, no gira en torno a una historia de amor. Y de verdad, que me
ha encantado que Megan Maxwell haya apostado por algo completamente diferente a
lo que nos tiene acostumbrados.
De sobra es sabido, que la autora
utiliza sus novelas para alzar la voz y hacer de nuestro mundo un lugar un poco
mejor. Esta vez, el mensaje que nos transmite a través de sus
páginas recae en la fuerza de la mujer y en las desigualdades que en pleno
siglo XXI siguen habiendo. Sharon, es la dueña de uno de los bufets más importantes de Nueva
York y utiliza sus conocimientos para ayudar a mujeres maltratadas, tanto síquica
como físicamente, ofreciéndoles sus mejores servicios como abogada. Conocer
alguno de estos casos, sin duda, hará que el lector reflexione y de alguna
manera se haga más fuerte, más valiente. Megan Maxwell tiene lectores por todo
el mundo y saber el efecto que este libro puede tener en muchas mujeres, hace
que me sienta muy orgullosa de ella.
Por si fuera poco, la autora,
también nos deja reflexionando sobre el tema de las donaciones de
órganos. Esto es algo que sabía que existía, pero no tenía
conciencia del bien que puede llegar hacer y por cosas como esta, necesito
darle las gracias a la autora. Porque no solo consigue hacer que el lector
disfrute con sus libros, desconecte por unos instantes de su vida o sueñe a
través de las palabras… Megan Maxwell hace magia por reflexiones como esta.
Antes he dicho que la trama no se
centra en el romance, pero quiero dejar claro que sí que existe. Y he de
confesar que me ha enamorado. No sé si se debe a que es algo que
surge sin prisas o el hecho de que la autora haya apostado por primera vez por
un protagonista masculino distinto.
Que el argumento gire en torno a Sharon, es algo que me ha enganchado
de principio a fin. Ya que empatizar con ella, ha sido tan sencillo que no he podido evitar emocionarme en varios momentos de la novela,
incluso cuando todo estaba bien, se me ha escapado alguna lagrimilla que otra.
Y bueno, puedo afirmar, que no solo he llorado, si no que, además, me he quedado de piedra con algunos giros que no esperaba porque
al contrario de lo que me suele pasar con este tipo de libros, me ha pillado
todo por sorpresa.
Creo que lo que me han hecho
sentir estas páginas, ha sido justo, lo que ha hecho que me cueste despedirme
de estos personajes. Con esta autora no descarto algún que
otro Spin-Off y ya puestos a pedir… pues
uno de Rachel y Cristian creo que podría ser de lo más interesante.
Y por supuesto moriría por saber más sobre Norma, la mejor amiga de Sharon que me ha parecido un personaje divertidísimo y
brillante.
En conclusión, Megan
Maxwell viene pisando fuerte con esta novela. Una historia emotiva cargada de voz,
sentimientos y reflexiones que seguramente cambien la vida de muchas personas y
les hagan plantearse cual es el proyecto de su vida.
¡MUCHAS GRACIAS A LA EDITORIAL POR EL EJEMPLAR!
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