ARTÍCULO 53
11 de septiembre, 00:01
¿Le prenderías fuego al mundo por la persona a la que quieres?
Milena es abogada y Bel es su cliente. Aunque bueno, también es su compañero de piso temporal con el que comparte la cama y el demonio al que ha intentado exorcizar más de una y de dos y de tres veces…
Un poco de agua bendita, un par de crucifijos, un kilo de cebollas, pasta sin gluten, unas cuantas camisas con botones, humo y aroma de fresa... Estos son los ingredientes principales para que una novela sea un éxito. Y un gato que habla. Esto último es super importante. Y es que cuando creías que ya lo habías leído todo, llega “Hellfriend” de Myriam M. Lejardi para demostrarte que todavía hay mil historias que merecen la pena ser escritas, ser contadas... Aunque al principio parezcan una auténtica locura.
A Milena no le gusta saltarse la ley. Ella es metódica y ordenada. De las que les cuesta sonreír y de las que no dicen ni una palabrota en su día a día. También tiende a implicarse al cien por cien y a obsesionarse “un poco” con las cosas… Como con el hecho de que su vecino es un demonio.
Bel está cansado de ser siempre lo que se espera de él. Cuando pertenecía al Cielo esperaban que fuera bueno, que escuchara, respetara y aconsejara… En el Infierno, en cambio, debía de ser malo y enorgullecerse de ello. Destrozar, aniquilar y disfrutar con el sufrimiento… Bel sin embargo, solo quiere ser él mismo. Por eso, quiere quedarse a vivir en la Tierra y por eso, decide contratar a una abogada.
Como bien dijo William Shakespeare en “Hamlet”, no existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace parecer así. Y creo que de esto trata un poco esta novela… Es más, estoy segura de que Myriam M. Lejardi no pretendía ser la que le diera sentido a la humanidad, pero de alguna manera con muchas de sus reflexiones, lo ha conseguido… Crecemos a base de errores y aprendemos a partir de las decisiones que tomamos, de la culpa que sentimos… Y eso es lo que nos hace humanos. No somos perfectos, somos seres grises en lugar de blancos o negros, buenos o malos… Y aunque casi nunca seamos conscientes, es nuestra fecha de caducidad lo que convierte nuestro paso por la Tierra en una experiencia cojonuda, como bien le dice Bel a Milena. Y es que en serio… ¿Cuánto tiempo hace que no besas a alguien como si fuera la última vez?
No se si la autora habrá sido capaz de leerse, “La Biblia” o “La constitución”, solo se que ha hecho un trabajo de investigación increíble, consiguiendo así, que a esta historia no le falte ningún detalle y si sumamos esto, a la gran imaginación que tiene la escritora, el resultado es una auténtica genialidad.
Mi idea era leer este libro en el tren, tenía por delante ocho horas de viaje, así que pensaba que iba a leer muchísimo, la realidad es que tuve que parar a los dos capítulos porque no sé reírme en silencio. En serio, no miento cuando digo que “Hellfriend” es el libro que MÁS me ha hecho reír. Y no os hablo de reír con una sonrisita o un aspaviento de hombros… Os hablo de descojonarme viva, balanceándome más que la niña del exorcista, llevarme las manos al estómago y gritar como si fuera un cerdito. Aunque, admito, que también he gritado un par de veces porque… ¿Los DIÁLOGOS que se ha marcado esta señora? ¿LAS ESCENAS QUE NOS HA REGALADO MYRIAM? ¡ES QUE OS JURO QUE ME HABRÉ QUEDADO EN PARADA CARDIACA MÁS DE VEINTE VECES! ¡O SEA, DE VERDAD QUE NECESITO RELEER CADA PÁGINA DE ESTE LIBRO, YA!
Adictiva, divertida, original y gamberra. Myriam M. Lejardi consigue que no parpadees para que no te pierdas ni un segundo de lo que está pasando, para que no puedas soltar el libro, para que logres así, enamorarte hasta las trancas del mismísimo diablo.
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