Mostrando entradas con la etiqueta Nicola Yoon. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Nicola Yoon. Mostrar todas las entradas

lunes, 14 de enero de 2019

Reseña: Todo - todo


¿Cómo sería estar 17 años de tu vida viviendo en el mismo lugar; sin poder salir, sin poder ir más allá de los muros que retienen cada pedacito de tu libertad?

La enfermedad de Madeline no ha conseguido que sea una niña amargada o triste, al contrario, ella es feliz en su burbuja; lee, reseña libros en su blog, hace trabajos espectaculares de arquitectura, juega con su madre a el Intelect Instantáneo, compra por internet… De algún modo, vivir entre cuatro paredes no le ha impedido hacer lo que más le gusta. Por otro lado, ella nunca ha tenido la tentación de querer salir al mundo exterior porque siempre ha sido muy consciente de todas las consecuencias que esto podría acarrear. Sin embargo, la llegada de un camión de mudanzas hará que su instinto se revele cuando ante sus ojos, aparece Olly. El ingenio, humor y la curiosidad que siente nuestro protagonista por ella, hará que ambos empiecen a conocerse desde la distancia y luego, desde un espacio mucho más corto. Y es que… ¿Es cierto que el amor lo cambia todo, todo?

No cabe duda de que el primer amor siempre es especial. Empiezas sintiendo que tu corazón parpadea como una locomotora y de pronto, te ves actualizando por ciento y un millón consecutiva la bandeja de entrada por si hay un nuevo mensaje. Un mensaje suyo. Y es que conocer a Olly, despertará mil clase de sensaciones que ni siquiera Madeline sabía que existían y eso, que se había pasado media vida leyendo historias de amor. Dada su enfermedad de inmunodeficiencia combinada, nuestra protagonista sabe que es una locura enamorarse de él pero no puede evitarlo y más, cuando Olly, hace todo lo posible por estar con ella, por romper las paredes que los separan y entrar así, por completo en su vida.

Quizás, esto varíe según el momento en el que decides leer esta historia o el modo en el que lo haces; si con pausas o del tirón. Sin embargo, admito, que yo esperaba uno de esos libros con los que hincharte a llorar y al final, mi caja de pañuelos ha seguido intacta. ¿He estado a punto de soltar alguna lágrima en alguna ocasión? SI. Pero sin duda, me ha faltado muchísima más profundidad en cuanto a la trama. Me parece que el argumento tiene todos los ingredientes para llenarte de emociones y sin embargo no me he llegado a creer lo suficiente el libro. Puede, que el problema de todo esto, hayan sido algunas de las situaciones surrealistas que he encontrado a lo largo de la novela o simplemente, puede, que una de las cosas principales como lo es el romance, haya sido una pequeña y no diminuta, decepción.

¿Sabes esa especie de enjambre de mariposas que se instala en tu estómago cuando estás leyendo una historia de amor? Pues con Madeline y Olly apenas sentí algún aleteo. Puede que me interesaran más otros temas del libro como la enfermedad de la protagonista o los giros que hay a lo largo de la novela. O simplemente, puede que entre ellos no sintiera una conexión especial o que su historia fuese tan precipitada que no llegara a creerme cuanto se amaban cuando apenas parecía que se conocían… Quizás, lo que me faltó fue un proceso para poder enamorarme a la par que ellos. Sin embargo, todo esto no ha impedido que disfrutara de la historia.

Olly para mí no ha sido uno de esos personajes que destacar. La situación en su casa es complicada; padre alcohólico, insatisfecho con la vida que paga su mal humor con toda su familia... Escapar de allí, será la única forma en la que Olly pueda sentirse libre, pero antes de que esto ocurra, Madeline, llegará a su vida y lo cambiará TODO. Ella, por el contrario, sí que me ha parecido uno de esos personajes que se quedan a vivir dentro de ti. Empatizar con ella ha sido de lo más sencillo desde el minuto uno. Y es su actitud, su modo de ver el mundo lo que hace que te acabes contagiando de cada instante.

En cuanto a los personajes secundarios contamos con la presencia de; Pauline Whittier, la madre de Madeline y también con la existencia de Carla Flores, su enfermera diaria. Ambos personajes me han parecido brillantes y sin duda, ambas forman parte de los puntos más fuertes del libro. Aquí, si que vemos ese tipo de escenas más profundas y sentimentales y es que ambas, mantienen un vínculo de unión muy bonito con nuestra protagonista. Ese tipo de relaciones que consigue llegarte directamente al corazón.

Nicola Yoon es una autora que sabe sorprender y es por ello que esta historia está llena de cosas que no te habías planteado y que para bien o para mal, más creíble o menos, consigue que la novela no te aburra en ningún instante y sobre todo, consigue, que se te quede la boca abierta un par de veces.

Además, una de las cosas que más valoro de una historia es su inicio. El primer contacto. Y lo cierto es que Nicola Yoon, ha sabido crear un vínculo con el lector desde el primer instante. Una pluma preciosa combinada con ilustraciones, hechas por; David Yoon, el marido de la escritora. Y es que la edición es inmejorable; e-mails, chats, blog, billetes de avión… Cualquier cosa que imagines a lo largo de las páginas estará dibujada. Lo que al final, es todo un acierto ya que consigue darle un toque original y divertido a la historia. Y si a esto, le sumamos; capítulos cortos y de lo más dinámicos, el resultado que se obtiene, es que sea uno de esos libros imposibles de soltar hasta bien llegados a el final. Adictiva, es la palabra que sin duda, podría definir esta novela.

El final, también es otra de las cosas redondas en esta historia. Creo que la imaginación de la autora no tiene límites y sin duda, ha sido de lo más original llegar y ver la última página del libro. De esos finales perfectos que son imposibles de olvidar aunque se haya dejado un par de cosas en el tintero.

Lo que sin duda ha sido una lástima, es el mal gusto que ha tenido la editorial española para hacer esta portada. Primero, que no tiene nada que ver con la historia y segundo, que le da un toque infantil que está fuera de lugar. Sencillamente HORRIBLE. Y desde luego, que es una pena porque la portada original es preciosa.

En conclusión, “Todo-Todo” es una de esas historias que saben cómo dejarte huella. Su originalidad y belleza a la hora de narrar la historia, la forma en la que las páginas se complementan con las ilustraciones y todas y cada una de sus reflexiones; hacen que este libro merezca la pena ser leído y sin duda, merezca la pena tenerlo en la estantería, justo ahí, al lado del libro de “El principito” para ser exactos.


Si quieres saber más sobre este libro pincha aquí