¿Qué pasa con las personas que no son
las elegidas para salvar al mundo? Cuando el universo se
desmorona y a ti no te toca ser el héroe, ni el protagonista al que se le
asigna una misión… Solo eres uno más entre tantos otros… Pero, ¿Acaso la vida no es una aventura por
sí sola, un desafío constante al que enfrentarse cada día? Patrick Ness, el autor de este libro, nos plantea una historia original,
valiente y sin duda alguna especial, muy especial.
“Los demás seguimos aquí” narra una historia paralela. Por un
lado, encontramos a un grupo de indies, ellos serán los elegidos, los que se
enfrentarán a “Los Inmortales”. La
acción, la magia, los giros… Todo eso a lo que estamos acostumbrados a ver en
las películas o a leer en los libros… Todo eso, les sucederá a ellos. Luego
está Mikey y su grupo de amigos, que aunque son conscientes de que algo raro
está pasando en su pequeña urbanización, también son conscientes de que ellos no pueden hacer
absolutamente nada para detenerlo. Por ello, a sus 17 años, nuestro
protagonista se dedicará a vivir sus últimos días de instituto hasta que llegue
la graduación y empiecen las despedidas…
Estas
dos partes serán conectadas entre sí, en varios momentos de la novela, pero la
aventura de los indies, solo la encontramos en cachitos breves a principios de
capítulo, por lo que la historia principal recae en Mikey. Y es que, no todos
tenemos porqué ser los salvadores del mundo para hacer leyenda. La
vida de nuestro protagonista no es fácil; madre política, padre alcohólico,
hermana con trastornos alimenticios y él, con problemas de ansiedad… Bien se podría haber hecho un drama de todo esto, pero en ningún momento
el autor recae en tópicos ni le da importancia de más a estos aspectos.
Es una novela intensa, cargada de emociones y llena de puro sentimiento.
Son muchas batallas a las que nos enfrentamos cada día y muchas cuestiones las
que nos replanteamos. Estamos llenos de dudas, de inseguridades y tenemos
miedo… Mucho miedo. Pánico a fracasar, a no ser correspondidos, a
las personas que se van para no volver… Mikey, vivirá estos últimos
días encerrado en sus bucles; atormentado por un futuro incierto, por si no
estará haciendo las cosas del todo bien… Confieso que he tenido debilidad por
este personaje; su evolución, su forma de ir comprendiendo la vida y de ir
afrontando el día a día me han maravillado. Pero es cierto, Mikey no
está solo. Cuenta con un increíble grupo de amigos que estarán siempre a su
lado.
Jared,
su mejor amigo homosexual y Dios de los gatos (Aunque esta parte es
mejor descubrirla por uno mismo) Henna, la chica de la que cree
estar enamorado. Mel, su hermana mayor que padeció de anorexia… Estos tres y
alguno que otro más vivirán junto a Mikey estos días previos a la graduación. El vínculo que se crea entre todos estos personajes es tan gigante y real
que hace que todo ese “pesimismo” del
que hablaba en el párrafo anterior se convierta en positividad, en respuesta y
solución, en vida. Y es que es increíble y admirable la forma que
tiene este autor de crear personajes. Principales o secundarios, da igual,
todos tienen una profundidad y unas características que te harán
empatizar, que te harán conectar con ellos, con su amistad, su amor…
Dejándonos así, con escenas de lo más emotivas.
Posiblemente sea la historia más original que he leído. Como el
autor da vida a los pensamientos de Mikey y como éste, se salta la “cuarta pared” para dirigirse a
nosotros. Y aunque gran parte del libro son diálogos perfectamente
construidos, muchas, repito, muchas de sus frases son para
enmarcar, positstear y reflexionar.
“Los demás seguimos aquí” rompe con todo lo que has leído hasta ahora. Disuelve los estereotipos y
crea personajes únicos, reales y llenos de vida. Una perspectiva nueva en las
historias y una leyenda cargada de superación, sabiduría, amistad e instantes
del día a día que revolverán los sentimientos de todo lector que se adentre
entre sus páginas.
¡MUCHAS GRACIAS A LA EDITORIAL POR EL EJEMPLAR!
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