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viernes, 5 de agosto de 2022

Reseña: Harry Potter y la piedra filosofal



La cicatriz en la frente lo hizo famoso en el mundo entero. Muggles, magos, brujas, animales fantásticos… de todos los continentes han oído hablar de él. El niño que sobrevivió. Su historia hizo soñar a toda una generación y a pesar del tiempo que ha pasado desde la publicación del primer libro, su nombre sigue siendo un tema de actualidad. Harry Potter… ¿Y tú? ¿Todavía crees en la magia?


Solo tenía once años cuando descubrió que era un mago… Una carta, un billete de tren y una varita mágica. Llegar a Hogwarts y pensar que por primera vez en la vida, había llegado a casa. Sentirse parte de algo. Hacer amigos, jugar al Quidditch, aprender toda clase de conjuros y pociones… A Harry Potter le había cambiado la vida, pero después de su primer año en el colegio de magia y hechicería, entendería que el destino todavía tenía preparadas muchas más cosas para él… 


Se que vi por primera vez “Harry Potter y la piedra filosofal” en el cine de mi pueblo. Un cine que por cierto, ya no existe. Se que no tenía la edad recomendada para ver la película. Y sé que fuí con mi hermano y una amiga suya. Recuerdo el móvil que por aquel entonces mi hermano paseaba y con el que llamó a la salida a nuestros padres. No recuerdo nada sobre haber comido palomitas, pero lo cierto es que no creo que tuviera estómago porque desde el minuto uno me quedé embobada… La música, la ambientación, el vestuario, la historia. Salí del cine y no podía hacer otra cosa que imaginar que era una bruja, ni siquiera necesitaba una carta que me lo confirmara, me bastaba un simple palo o un lápiz que ejerciera de varita y una silla a la que disparar toda clase de hechizos. Es curioso porque desde entonces, mi vida empezó a girar alrededor de esta saga, me hice mayor esperando un nuevo estreno y lo cierto es que lo viví todo a través de la pantalla, pero nunca me había animado a leer los libros… Hasta ahora. 


¿Por qué he esperado tanto? No lo sé. Supongo que tenía tan interiorizadas las películas que no sabía si los libros iban a estar a la altura. Qué tontería ¿Verdad? Cuando siempre es al revés. También sabía cómo acababa todo, entonces… ¿Qué sentido tenía? Pero lo mejor que he podido hacer a mis veintisiete años ha sido coger “Harry Potter y la piedra filosofal” de la estantería y empezar a leer… 


Desvincularme de las películas y conocer la historia original ha sido mucho más sencillo de lo que pensaba. Me parece que hicieron muy buena adaptación cinematográfica, pero si ahora mismo, tuviera que quedarme con una de las dos cosas, escogería el libro. La auténtica magia reside en los detalles, pequeñas cosas que en las películas pasan desapercibidas o que ni siquiera se incluyen para ahorrar frames. Incluso hay personajes que para mí han sido completamente nuevos como, Peeves, un fantasma con un gran humor, de hecho, no llego a entender por qué no se incluye cuando habría dado mucho juego en las adaptaciones. Así que, tengo que decir, que ha sido verdaderamente interesante conocer las diferencias entre el libro y la película. 


No voy a negarlo, esta historia tiene algo que siempre consigue ponerme los pelos de punta y los sentimientos a flor de piel. Me he reído. He llorado. Y he disfrutado de cada una de las páginas… Y es que esta primera entrega siempre será la más especial… 


Ir de compras al Callejón Diagon, visitar por primera vez Gringotts, subir a bordo del Expreso de Hogwarts, pasar Halloween en el castillo y comer un montón de ranas de chocolate en Navidad. El ajedrez mágico y el espejo de Oesed. Vivir un partido de Quidditch y ganar la Copa de las Casas. Ron, Hermione, el valiente Longbottom y el odioso Draco Malfoy. Hagrid con su paraguas rosa y su tarta de feliz cumpleaños. Alohomora y Wingardium leviosa. Hay un trol en las mazmorras y un perro de tres cabezas. La sangre de unicornio, un profesor con turbante y el que no-tiene-que-ser-nombrado… 

Esta historia me hizo soñar, pero lo más importante, me hizo creer en la magia y da igual el tiempo que pase, pues yo siempre seguiré esperando que alguien, algún día, me entregue mi carta de Hogwarts. 


Si quieres saber más sobre este libro pincha aquí.