Todo el que quiera proponerse para ser campeón de “El Torneo de los Tres Magos” tiene que escribir su nombre y el de su colegio en un trozo de pergamino con letra bien clara y echarlo al cáliz…
Pero Harry Potter jamás metió su nombre en el Cáliz de Fuego, sin embargo, fue elegido campeón… Y así, sin quererlo, se vio envuelto en tres pruebas que midieron sus habilidades mágicas, su osadía, sus dotes de deducción y, por supuesto, su capacidad para sortear el peligro. Por suerte, nuestro protagonista favorito nunca estuvo solo ya que sus mejores amigos nunca le abandonaron.
Los mundiales de Quidditch y la marca tenebrosa alzándose en el cielo. Los Aurores y los Mortífagos. El Torneo de los Tres Magos y El Caliz de fuego sacando el nombre de Harry Potter. Esquivar al Colacuerno, descubrir lo que esconde el huevo dorado y perderse en el interior de un laberinto… Los trasladores en forma de bota o en forma de copa. Pigwidgeon entusiasmado por enviar una carta y los artículos de Rita Skeeter. Las cocinas de Hogwarts, el barco de Durmstrang y el carruaje Beauxbatons. Ron con su túnica de gala de segunda mano, Hermione al Frente de la liberación de los elfos domésticos y los hermanos Weasley creando caramelos longuilinguos. Avada Kedavra, Crucio y Imperio… Y tú… ¿Todavía no has descubierto lo que esconde “Harry Potter y el Cáliz de Fuego”?
Lo cierto es que si me pongo a pensarlo no sé cuánto tiempo he tardado en leer este libro, pero cada segundo invertido ha merecido la pena. Y es que como dije en la reseña del libro anterior, “Harry Potter y el prisionero de Azkaban”, las cosas empiezan a ponerse serias. Muy serias… Y es que si piensas que Harry Potter es solo un niño aprendiendo magia estás muy equivocado. En este tomo encontrarás absolutamente de TODO, desde dragones y sirenas hasta escenas cargadas de humor, amistad y amor… Pero no podemos olvidarnos de esas partes que se llenan de maldiciones imperdonables, conspiraciones y asesinatos.
Además, esta cuarta entrega no solo tiene uno de los mejores inicios de la saga, sino que también cuenta con una de las mejores escenas de todos los libros, el baile de Navidad. Y si ya de por sí, en la película es espectacular, vivir este momento a través de las emociones del libro es algo… Indescriptible. Aunque no os imagináis cómo ha sido poder vivir escenas que en las películas no aparecen y que para mí, son esenciales en este libro. Instantes que han conseguido emocionarme a través de los calcetines de Dobby, a través de los abrazos de Molly Weasley y a través de las cartas de Sirius Black, más conocido en este libro como, Hocicos.
Con la participación de Durmstrang y de Beauxbatons en El Torneo de los Tres Magos, Hogwarts se llenará de nuevos personajes. Por un lado, tenemos a Barty Crouch y su elfina doméstica, Winky y por otro lado, tenemos a Ludo Bagman. Ambos forman parte del ministerio de Magia y junto a Igor Karkarov y Madame Olympe Maxime los directores de las otras escuelas de magia y hechicería, formarán parte del jurado del torneo. En cuanto al resto de los campeones elegidos por el Cáliz de Fuego, tenemos a Cedric Diggory, al que podremos conocer más de cerca, ya que es un personaje vital en esta historia. También conoceremos a Viktor Krum que no solo será el mejor jugador del mundial de Quidditch sino que también representará a la escuela de Durmstrang en el torneo y en cuanto a la representante de Beauxbatons, tenemos a Fleur Delacour. Para variar, este año también tendremos a un nuevo profesor en Hogwarts de Defensa contra las artes oscuras y en esta ocasión será el turno de Ojoloco Moody que desde luego, no dejará indiferente a nadie. Y bueno, este libro, además de reencontrarnos con personajes conocidos, también nos presentará oficialmente a los dos hermanos mayores de los Weasley; Bill y Charlie.
Esta saga siempre conseguirá emocionarme y hacerme feliz por la cantidad de recuerdos que me dejó en la infancia a través de las películas, pero sobre todo, porque esta experiencia de leer los libros me está llenando de toda clase de sentimientos y sin duda, no hay magia más poderosa que esa.