Muchas son las historias que se crean para transmitir un
mensaje. Abrir los ojos para mirar el mundo desde otro punto de vista. Este es
el caso de “Esta noche dime que me
quieres.” El problema, es que tienes que dejar que pase mucho tiempo para
poder darte cuenta de lo que quería decir el autor.
La historia podría resumirse perfectamente en: típico millonario que se obsesiona de la pobre chica… (Esto es algo que para mi gusto debería pasar ya de moda.) Sin
embargo, había algo en el libro que me atraía y por ello, decidí darle la
oportunidad. El problema fue que hasta más de la mitad no me sentí enganchada a
la historia, ya que el comienzo resulta demasiado
lento y para mi opinión, la culpa de ello, la tienen unos personajes poco
construidos, enlazados en una historia menos creíble y muy mal llevada. (Como digo esta es mi opinión y nada más que mi opinión.)
El asunto, es que al final siempre intento encontrar o
sentir algo bueno de cada libro, pues como he dicho al principio, toda historia
se escribe por algún motivo y Federico Moccia, lo que a mí me trasmitió con éste
fue: “la necesidad de querernos a nosotros mismos. Que ese
es el único amor al que le tienes que ser fiel y que si hay algo por lo que
valga la pena arriesgarlo todo, son tus sueños, el resto no importa.” Eso es lo que hace especial
esta novela, el mensaje que se esconde en una historia que personalmente me ha acabado defraudando.
En conclusión “Esta
noche dime que me quieres” no es una novela que recomiende para las
románticas empedernidas. Sino para las personas que necesiten encontrarse de
alguna manera. Para mí, simplemente ha sido una mala historia pero con
un buen mensaje.