lunes, 6 de septiembre de 2021

Reseña: Las pruebas de Apolo - La torre de Nerón


Seis meses han pasado desde que Apolo aterrizara en Manhattan y se convirtiera en Lester. Recuperar su divinidad era su principal objetivo entonces, pero tras superar una prueba tras otra… Las cosas han cambiado. Ahora, el dios de la medicina, del sol, de la música… es más humano que nunca y salvar al mundo y a sus amigos de las garras de Nerón, será su única prioridad.

El último tomo de “Las pruebas de Apolo”, nos deja con una aventura trepidante en la que veremos a nuestro dios favorito huir de vacas silvestres, unir fuerzas con pequeños trogloditas, que he de admitir que se han ganado un trocito de mi corazón, y asaltar la torre de Nerón. Por supuesto, Lester, no irá a ninguna parte sin su ama y mejor amiga, Meg. Y a esta última profecía, también se unirán varios personajes que ya conocimos en: Percy Jackson y los dioses del Olimpo” y “Los héroes de lo Olimpo”, las dos sagas anteriores a esta. Por eso, siempre, SIEMPRE, recomendaré seguir el orden original de los libros.

¿Os suenan los nombres de Nico di Angelo y Will Solace? Si la respuesta es sí, estáis de suerte porque para mí, han sido las verdaderas estrellas de este libro. De hecho, espero no equivocarme, pero todo apunta a que la nueva saga de Rick Riordan va a girar alrededor de ellos y no sabéis lo FELIZ que eso me hace.  

Si le tuviera que poner un pero a esta novela, sería que su primera parte me ha parecido más lenta, no aburrida, pero si que es cierto que he sentido que la novela no avanzaba a buen ritmo, para compensarlo, el humor de Rick Riordan nunca falla y eso siempre será uno de mis ingredientes favoritos.

Por otro lado, he de admitir, que este libro ha sido uno de los más emotivos de la saga. Evidentemente porque la historia de Apolo llega a su fin y las despedidas siempre son difíciles, más cuando le has cogido demasiado cariño a todos los personajes, pero creo que esta vez Rick Riordan se ha superado en creces con el mensaje que lanza a través de sus páginas. Y es que al final, no podemos cambiar a un tirano tratando de ser peor que él, sino todo lo contrario.  

Además, el autor nos deja pensando mucho sobre el tema del maltrato psicológico y creo que es tan necesario hablar sobre este problema que me faltan aplausos. Tanto Lester como Meg han aprendido mucho a lo largo de esta saga y han sabido crecer a partir del dolor y la tragedia. Aprender de todo ello, es lo que les hace seguir adelante y no rendirse, pese a que su destino esté ligado a una serpiente gigante que quiere apoderarse de todo el universo. 

Lo que sí que me ha disgustado mucho y me ha cabreado mucho más, ha sido encontrar entre página y página errores gramaticales y ortográficos. Creo que, en este caso, la editorial, debería de haber hecho una corrección más intensiva porque… Deja MUCHO que desear. Y no voy hablar del cambio de portada en el último tomo, sin la sobrecubierta me refiero, porque me pongo de mala ostia. Pero vamos, que el lomo lo podrían haber conservado porque cada vez que miro la estantería me entra un TOC.

Siempre lo diré, pero leer estos libros es como volver a casa. El Campamento Mestizo para mí es una especie de refugio, un hogar al que regresar. Y vivir nuevas aventuras de la mano de Rick Riordan siempre es algo mágico y emocionante. Así que llegar al final de esta etapa ha sido sin duda, muy, MUY emotivo. Vamos, que todavía se me pone la lagrimita en el ojo al pensar en la última escena. 

Así que, si todavía no conoces estos libros, te invito a que les des una oportunidad porque son de esas historias que se quedan contigo y que, de alguna manera, consiguen hacerte sentir parte de algo.

 


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jueves, 12 de agosto de 2021

Reseña: Ana la de tejas verdes

¿Y tú, prefieres imaginar o recordar?

Un error será lo que lleve a Ana Shirley a Tejas Verdes, pero será su personalidad; su carisma y su inocencia, las que le harán quedarse... Pese a que, al principio, Marilla, no esté de acuerdo y Matthew, no desee otra cosa que adoptar a esa huérfana tan peculiar. Dos hermanos que no tienen ni idea de lo que significa cuidar de una niña y dos personas que no están preparadas para que sus vidas cambien de manera tan radical. Sin embargo, eso es justo lo que pasa cuando Ana Shirley aparece en tu vida.




Más de cien años han pasado desde que Lucy Maud Montgomery escribiera, “Ana la de tejas verdes” y es increíble ver como esta historia sigue llegando a los corazones de la gente. Da igual que edad tengas, de que género seas o en qué país residas… Esta historia nunca va a pasar de moda y siempre va a ser especial para aquellos lectores que en algún momento de sus vidas se han identificado con la protagonista porque una de las cosas buenas que tiene este clásico es que es muy sencillo empatizar con Ana Shirley y con la gran imaginación que posee.

Y es que si tuviera que definir estas páginas con una palabra, diría que es una novela “inspiradora”. Ver el mundo a través de los ojos de nuestra protagonista hace que las pequeñas cosas de la vida cobren sentido y hacen que algo cotidiano se convierta en algo mágico. Además, no importa las veces que hayas leído este libro, siempre conseguirás aprender algo nuevo. 




Un libro que nos habla sobre la importancia de vivir rodeados de personas que te quieren, que te valoran, que te apoyan… Ya que, Ana siempre ha deseado encajar, formar parte de algo. Y ser adoptada por los hermanos Cuthbert le hará entender el verdadero significado de la palabra, “familia”. Y si hablamos de amistad es imposible no mencionar su relación con uno de sus “espíritus gemelos”, Diana. Y es que, gracias a todos estos protagonistas, esta historia se llena de momentos que te harán sonreír, pero que inevitablemente también te sacarán más de una y de dos lágrimas, pues la autora, consigue crear un vínculo muy fuerte con cada uno de sus personajes, convirtiendo a cada uno de ellos en personas reales para el lector.





De hecho, ha sido un placer ver crecer a Ana a lo largo de las páginas y ser testigo de cómo a pesar de todo y de todos, se sigue manteniendo fiel a sí misma y no pierde ni una pizca de su personalidad. Así que no me extraña que al final se convierta en alguien imprescindible para la vida de cada uno de los habitantes de Avonlea, incluida la de la propia Marilla, que, para mí, ha sido uno de los personajes que más han evolucionado.

El sendero de los amantes, el bosque embrujado… Ha sido tan sencillo teletransportarme al interior de este libro que no tengo palabras para explicar cómo Lucy Maud Montgomery da vida propia a cualquier lugar de la novela inspirado en la isla de El príncipe Eduardo. De hecho, la madre naturaleza creo que es uno de los ingredientes fundamentales en estas páginas, al igual que el romanticismo y no hablo de la relación de amor-odio de Ana con mi adorado Gilbert, sino de esa manera de vivirlo todo intensamente.




En esta edición ilustrada de la editorial Edelvives, vemos como Antonio Lorente llena de magia cada una de las páginas. De hecho, tras ver la serie, “Anne with an E”, (Netflix, TE ODIO) creía que inconscientemente iba a relacionar los personajes del libro con el rostro de los actores, pero Antonio Lorente consigue dar vida a cada una de sus ilustraciones y hace que nos olvidemos por completo de cualquier adaptación hasta la fecha.

Pero lo que tengo que admitir es que esperaba una traducción mucho más fluida, más cercana y sobre todo más cálida… Para mí, el toque elegante, sofisticado y serio que han decidido darles a estas palabras, no va de la mano con lo que esta historia transmite, ni con su protagonista… Así que yo hubiera apostado por algo menos enrevesado. No es que me haya disgustado, pero sí que ha habido varios momentos que me ha chirriado.





Sin embargo, me gustaría agradecerle a la editorial, el contenido extra que encontramos en este volumen. Para empezar, tenemos una presentación hecha por Kate Macdonald Butler, nieta de la autora, que me ha conmovido el corazón, al igual que lo ha hecho, el epílogo de Margaret Atwood, autora de “El cuento de la criada”, donde nos cuenta el por qué esta historia sigue siendo tan importante a día de hoy. Aunque, si me tuviera que quedar con algo, lo haría con sus últimas páginas, ya que esta edición cuenta con un repaso de la vida de Lucy Maud Montgomery. De hecho, me ha resultado muy curioso ver los paralelismos de la infancia y adolescencia de la autora con los de la propia Ana Shirley. Y admito, que me ha hecho mucha, MUCHA ilusión ver que compartimos día y mes de nacimiento.




En conclusión, Antonio Lorente consigue que la historia que creó Lucy Maud Montgomery en 1905, brille de nuevo con luz propia y siga siendo tan especial como entonces, convirtiendo esta edición de “Ana la de tejas verdes” en una auténtica obra de arte.


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viernes, 23 de julio de 2021

Reseña: Todos los veranos del mundo

Todo estaba en orden, todo era seguro hasta que Helena volvió a Serralles, el pueblo de todos los veranos de su infancia, y ya nada importó… Ni si quiera su boda con el Juez Dredd. Allí el tiempo transcurre de otra manera, la luz es distinta y las cosas que parecen importantes en la ciudad, pierden por completo su poder. Pero lo que nuestra protagonista debería de haber sabido es que no importa lo lejos que corras a esconderte, la vida siempre acaba por encontrarte.

Cada vez que leo a Mónica Gutiérrez acabo pensando lo siguiente; esta autora no escribe, esta autora hace magia. De hecho, no sé cómo lo hace, pero siempre consigue que me reencuentre conmigo misma, pese a que ni siquiera fuera consciente de lo perdida que estaba y, sobre todo, consigue recordarme las cosas importantes de la vida; el poder que tiene un abrazo, los efectos de una sonrisa, la importancia de rodearte de personas que te quieren por como eres…

“Todos los veranos del mundo”, es una historia que nos habla sobre la vida, el paso de los años y el recuerdo de los que ya no están. Pero también, tiene entre sus páginas, la historia de amor más bonita que ha escrito esta autora hasta la fecha. Nuestra Helena de Troya volverá a coincidir después de veinte años con nuestro adorado Paris, más conocido como Marc. Y los dos niños que llenaban cada calle de carcajadas, helados y carreras en bicicletas... volverán a perderse en la magia las noches de verano. El problema es que nuestra protagonista está a punto de casarse con otro hombre.

Un libro que nos hace reflexionar sobre los cambios y el miedo que estos nos provocan y también nos deja pensando en las decisiones; en el por qué o por quien decidimos tomarlas. Lo que es correcto y lo que no. Y de verdad, me ha encantado ver la evolución que tiene el personaje de Helena a lo largo de las páginas. Ver como consigue volver a sentirse en paz consigo misma, ver como decide apostar por su felicidad y, sobre todo, ver como vuelve a conectar con cada miembro de su familia; su madre, sus hermanos, sus sobrinos… Y hasta el vikingo de la floristería. Porque aquí, cada personaje cuenta.

Y aunque parezca mentira, esta es la primera vez que no voy a recomendar leer a esta autora bajo el sonido de una tormenta, atrapada entre las mantas y con una buena taza de chocolate. El propio título te da una pista, pero por si te quedaba alguna duda, no pierdas la oportunidad de leer este libro en verano, de hecho, creo que, a partir de ahora, lo leeré cada uno de mis veranos y a poder ser con una buena copa de vino en la mano, porque sin duda, se ha convertido en uno de mis libros favoritos.

Una historia perfecta para desconectar que consigue atraparte con los cinco sentidos porque es muy fácil sentir cada aroma, cada sabor… Ver a través de las páginas. De hecho, cuanta con una ambientación que dan ganas de coger las maletas y viajar hasta la pequeña localidad a pie de los Pirineos.

Pero, sinceramente, lo que no acabo de comprender es como se ha podido hablar tan poco de este libro con lo bien escrito que está, con lo fácil que resulta engancharse a sus páginas, con la historia tan bonita que esconde en su interior… Y es que, solo le han bastado doscientas páginas a esta autora para crear una novela a la que no le falta ningún detalle y ninguna pizca de magia.

Es tiempo de vendimia, tiempo para tomar el té en tu librería favorita, tiempo para aprender a volar… Así es “Todos los veranos del mundo” una novela dulce, entrañable… De esas que consiguen curarte por dentro y de esas que logran que te sientas mejor contigo misma.



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viernes, 16 de julio de 2021

Reseña: Tú y yo, invencibles


Si algo nos enseña la vida con el paso del tiempo es que existen diferentes tipos de amor y mil formas de amar… Pero si eres de los que apuestan siempre por ese sentimiento intenso que nace de las entrañas, entonces entenderás porqué Lucas y Juliette estaban destinados a conocerse y a casarse tres meses después. 

Los años ochenta fueron una época llena de colores, música y rebeldía. Un grito a la libertad. Un movimiento artístico que cambió todas las reglas del juego. Y en medio de esa movida, ellos. Lucas que consiguió alcanzar el éxito gracias al grupo de música que formó con unos amigos, aunque ninguno tenía ni idea de lo que era un acorde. Juliette que siempre deseó ser libre y encontró su refugio en el arte. Una chica con una mente inquieta que rompió con cualquier tipo de estereotipo establecido en unos tiempos en los que la mujer seguía siendo un objeto en muchos lugares. Dos personas totalmente diferentes que nos abren las puertas de su casa para contarnos desde diferentes perspectivas como fue vivir en aquellos años locos. Como fue enamorarse perdidamente el uno del otro.

Si tuviera que definir en pocas palabras, “Tú y yo, invencibles”, de Alice Kellen, diría que es su novela más auténtica hasta la fecha. No solo por el gran trabajo de investigación que hay detrás de cada página que es digno de admirar, sino por la forma en la que ha dado voz a esta historia. Porque si de algo estoy segura es de que Alice Kellen se ha dejado la piel en este libro y el alma en estos personajes.

Lucas y Juliette consiguen traspasar el papel y hacer que viajes a través de una máquina del tiempo hasta las calles de Madrid. Y digamos que, si esperas encontrar la típica historia de amor idealizado, siento decirte que te vas a llevar una gran decepción, porque lo de estos personajes va mucho más allá… De hecho, la escritora nos deja reflexionando mucho sobre la diferencia entre querer y necesitar y sobre lo importante que es aprender que nada permanece para siempre. Al fin y al cabo, esta historia nos habla de las diferentes etapas que atraviesa un matrimonio y cómo afrontan juntos o por separado, los cambios y los problemas que van entrando en sus vidas; el consumo de estupefacientes, la fama, la pérdida, los celos, la maternidad… Así que estamos ante una historia radiactiva que pude causarte muchos daños colaterales.

Y es que si por algo Alice Kellen es una de mis escritoras favoritas es porque es de las pocas personas que logran hacerme sentir toda clase de emociones, pero, sobre todo, porque también consigue que me quede horas y horas reflexionando sobre mi propia vida. Y admito que en estas páginas me he quedado pensando mucho sobre las palabras: “éxito” y “fracaso”. En el poder que les damos. Y también me ha hecho replantearme lo contradictorios que podemos llegar a ser con nuestro propósito de vida, entre muchas cosas más… De hecho, estoy segura de que cuando vuelva a leer este libro seguiré encontrando pequeños matices, grandes enseñanzas que me harán cuestionármelo todo de nuevo.

El caso es que no se si algún día lograré superar estas páginas porque han sido muchas noches de insomnio leyendo un capítulo más y otro más, mañanas en el trabajo pensando que iba a pasar… Necesitando coger el libro, aunque solo fuera un segundo. Y me he dado cuenta de que ahora que lo he acabado, me cuesta hasta dejarlo ir… Así que digamos que este libro se ha convertido en una auténtica droga para mí, tanto, que ni siquiera me salen las palabras para explicaros el huracán que esta novela ha provocado dentro de mí.

En conclusión, Alice Kellen vuelve a reinventarse y nos deja quizás, con su novela más adulta hasta la fecha. Un libro revolucionario, lleno de contrastes con un toque nostálgico por aquellos días que marcaron a toda una generación... Recuerdos que siguen vivos gracias a la música que, a pesar del tiempo, no ha dejado de sonar y a una historia de amor que se convirtió en invencible.



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jueves, 8 de julio de 2021

Reseña: Tú y otros desastres naturales


¿Cuántas decisiones a lo largo de tu vida has tomado pensando en ti misma y cuántas de estas, se han visto afectadas por lo que pudieran pensar los demás?

Elegir, seleccionar, escoger… nunca ha sido fácil para Harper, sobre todo, porque crecer con un padre que no la ha querido, la ha convertido en una persona insegura, llena de miedos… Y los efectos secundarios de esto, es que nuestra protagonista, se ha pasado toda su vida fingiendo ser alguien que no es solo para complacerle, pero ni siquiera eso, ha sido suficiente para ganarse su cariño. Un nuevo comienzo es lo que le espera a Harper en estas páginas, pero para eso, primero, tendrá que aprender a tomar sus propias decisiones.

Una lucha entre lo que quieres y lo que crees que debes hacer. Así es como resumiría, “Tú y otros desastres naturales”. Una novela que te hará reencontrarte con esos sueños que creías olvidados y que te dará fuerzas para pelear por aquello que de verdad te importa. Y es que, me he sentido tan identificada con la protagonista de este libro que verla evolucionar a lo largo de las páginas, ha sido como poco, inspirador.

Una pequeña isla de Canadá será testigo de cómo Harper conseguirá hacer las paces consigo misma; aprenderá a quererse, empezará a valorarse y volverá a confiar más en ella. Pero ese lugar lleno de cuentos mágicos e historias reales, también será el escenario perfecto para que los caminos de Harper y Trey vuelvan a cruzarse. Ella, que a pesar del paso del tiempo le sigue odiando. Él, que no tiene ni idea de porqué. Ellos que son un auténtico desastre natural. Y no lo voy a negar, su relación me ha acelerado el corazón y me ha enganchado tanto que no podía hacer otra cosa que leer y leer y leer y cuando no estaba leyendo, solo podía pensar en ellos y en que no quería que este libro se acabara por nada del mundo.

El pasado de Trey también es uno de los ingredientes principales de este libro y el tema de los nativos americanos sin duda, ha sido todo un acierto. Además, creo que María Martínez ha sabido jugar muy bien sus cartas y ha conseguido mantener la expectación del lector, revelando cada cosa a su debido tiempo. Pero para mí, el punto fuerte de esta novela son sus reflexiones, de hecho, dudo que alguien pueda quedarse indiferentes ante ellas. Ya que la autora nos habla sobre la importancia de vivir, de ser feliz, de encontrar nuestro lugar, nuestro sino... Y para ello, nos muestra la diferencia que existe entre formar parte del mundo o permanecer en él. Y nos deja pensando también en nuestras elecciones, porque al final, como dice María Martínez, nadie va a vivir tu vida por ti.

Y bueno, si hay algo que ha conseguido la autora con este libro es que quiera hacer las maletas y coger un avión rumbo a la isla de Pequeño Príncipe porque es que este libro tiene una de esas ambientaciones mágicas, capaces de traspasar el papel.  Además, debo admitir que todas las referencias a “Ana de las tejas verdes” y a otros muchos libros… me han hecho chillar literalmente de la emoción e instalarme una sonrisa gigante en la cara.

Pero si tuviera que destacar algo por encima de todo, serían sus personajes, ya que son el alma de esta historia y no solo me refiero a Harper y Trey, sino también a sus secundarios. Las personas que poco a poco vamos conociendo en la isla y también, los hermanos de Harper que, sin duda, han conseguido ganarse un huequecito en mi corazón. Y quizás, no debería de decir esto, pero es que una de las cosas más especiales que encierra este libro es cierto cameo con los protagonistas de “Una canción para Novalie” y volver a coincidir con ellos, ha sido algo muy especial.

En conclusión, “Tú y otros desastres naturales”, es una de esas novelas que saben cómo emocionar desde la primera frase y que consiguen hacerte vivir a través de las páginas. Una historia donde María Martínez nos hace reencontrarnos con nosotros mismos y nos enseña que estar vivos es mucho más que respirar