El momento de la verdad ha
llegado. Magnus Chase y
sus amigos tendrán que derrotar a Loki, de lo contrario, el Ragnarok dará comienzo. Una aventura que
les llevará a través de los nueve mundos y en la que tendrán que enfrentarse a
gigantes, dragones, incluso a la propia muerte. Asgard está en sus manos y el
destino de la humanidad, también.
No voy a negarlo, cuando
imaginaba el final de esta aventura, mi mente construía una batalla, un combate
tan épico que sería difícil de superar. Y es que el escritor se ha pasado dos
libros preparándonos para el fin del mundo… ¿Qué debía imaginar si no? Y aunque
no me ha llegado a decepcionar la forma del autor de ponerle punto y final a la
locura de Loki, sí que he echado mucho en falta, más acción, más tensión… sobre todo, en las
últimas páginas. Pero no hay que olvidar, que Magnus, en ningún
momento ha tenido el perfil de héroe. Frey, su padre, es el dios del verano, la fertilidad,
la salud… Una divinidad pacífica. Y creo que ahí, en los valores de este
personaje es donde reside la esencia de estos libros. No todo se debe
solucionar con la violencia, existen muchas más armas para ganar la guerra.
Y es que alabado sea
Rick Riordan por dar voz, por gritar a los cuatro vientos y por normalizar en
la literatura juvenil, algo tan sencillo como; el amor, el género, la cultura,
la religión… Desde el primer tomo, “La espada del tiempo”, esta saga se ha diferenciado del resto, por
sus personajes. Por sus INCREÍBLES Y MARAVILLSOS, personajes.
Y es que, con ellos, el autor; denuncia el racismo, nos
hace entender la importancia de los pronombres ante personas de género fluido y
nos invita a aprender lenguaje de signos, así mismo, nos visualiza la realidad y
la fe del ramadán y nos muestra una relación amorosa donde lo que menos importa
es el género de las personas… Todo esto y muchas más cosas es lo que
nos aportan nuestros protagonistas; Magnus, Samirah, Alex, Blitzen, Hearthstone, Mallory, Medionacido y T.J. Todos rompen con los
estereotipos establecidos y cada uno de ellos, representa algo importante
frente a la sociedad actual.
Combinando a la
perfección; la mitología de los vikingos y el siglo XXI,
navegaremos, misión tras misión, a bordo del "Platano grande" y será ahí, donde conoceremos a otros
familiares de Magnus
como su abuelo, Njord.
Así pues, surcaremos las frías aguas hasta llegar a las antiguas colonias de
York y Fläm, y atravesaremos el lugar donde viven los gigantes de hielo. Todo
ello para encontrar una piedra de afilar, el Hidromiel de Kvasir y el “Naglfar”, el barco de los muertos. ¿Será todo esto suficiente para posponer el Ragnarok?
Tras “El martillo de Thor”, el autor, ha ido profundizando más
intensamente sobre el pasado de los personajes y a pesar de que el protagonista
principal es Magnus Chase,
Rick Riordan ha sabido hilar muy bien cada substrama de los secundarios, dándole luz propia a cada uno de
ellos y creando así, una amistad preciosa entre
personalidades; valientes, fuertes y carismáticas.
Y bueno, hablando de personajes,
no me puedo olvidar de mis favoritísimos por excelencia; Percy Jackson y Annabeth Chase, ya que hacen una pequeña
aparición en estas páginas y ha sido como MUY bonito volver a saber de ellos. Ojalá,
Rick Riordan escribiendo MÍNIMO, una historia corta con TODOS ellos juntos.
Puede que este sea el fin de la
trilogía, pero me alegra saber que no es un punto y final,
pues el escritor, ha guardado alguna que otra sorpresa en estas páginas y no
solo en lo referente a mitología nórdica sino también con la griega y romana,
ya que, en este tomo, encontramos una conversación; poco alegre y muy, MUY
preocupante, entre Magnus
y su prima Annabeth. (Y aquí, una que está muy desesperada
por saber qué COÑO ha pasado.)
En conclusión, Rick
Riordan ha hecho un trabajo precioso con esta trilogía, en especial con este
tercer libro. No solo nos ofrece un paseo por unas ambientaciones
espectaculares, no solo nos da clase de mitología, no solo nos hace reír a carcajadas
con su humor TAN característico… Sino que va mucho más allá y nos enseña la
importancia de aceptar a alguien por cómo es, ya sea; padres, amigos,
o nosotros mismos. La verdadera importancia de tener a alguien a tu lado que te
quiera por ser tal y como eres.
¡MUCHAS GRACIAS A LA EDITORIAL POR EL EJEMPLAR!
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